✘Capitulo 33✘

835 51 5
                                    

Me miro en el espejo y cojo aire, por tercera vez. Me veo mejor de lo que me siento. El vestido rojo acaricia mi piel cuando me muevo, el maquillaje es más del que uso siempre aunque sigue siendo sencillo y mi pelo cae perfectamente ondulado por mi espalda.

Todos están abajo esperándome y debo armarme de valor para bajar y estar cerca de Alis sin que me de un ataque de sinceridad. Sigue pareciéndome que ir al baile no tiene mucho sentido con todo lo que está pasando, pero allá vamos...

Bajo las escaleras con lentitud, lo que me falta hoy es caerme con los malditos tacones y romperme el cuello. Me detengo cuando llego a la mitad de la escalera y tengo un vista de todos en la sala. Mi madre se cubre la boca al verme, emocionada.

-¡Viva la madre que te parió! - silva Eyden ganándose una risa de mi madre y una mirada asesina de Kail.

El chico de ojos grises se adelanta y me espera al final de la escalera, termino de bajar y cojo la mano que me ofrece.

-Estás realmente preciosa. - dice. Me sonrojo de inmediato y bajo la cabeza.

-Tú estás horroroso. - miento. Dios no le voy a decir que está increíble con el esmoquin. Verdaderamente no mentía cuando dijo que es más de lo que puedo soportar, está increíble y lo sabe.

-No se miente, cielo. - me guiña un ojo.

-¡Nena! - nos interrumpe Alis lo que hace que Kail ponga los ojos en blanco.

Acepto el abrazo de Alis y me siento extrañamente incómoda con ella cerca. Siento que en cualquier momento un grupo de demonios va a entrar y le va a hacer daño...

*Está todo controlado.* la voz de Kail se cuela en mi cabeza y me tranquiliza. Fuerzo una sonrisa.

Me fijo entonces en la chica que está cogida del brazo de Eyden. Me suena de haberla visto por el instituto, es una buena chica de las que estudian y es muy guapa. Eyden parece darse cuenta de mi inspección y se acerca con ella.

-Te presento a Layla. - dice radiante.

-Encantada, yo soy Dana. - digo dándole dos besos a la chica.

-Un placer. - dice ella.

Espera... La chica parece genial, pero ahora mismo estoy dudando de si es... *Es humana.* me dice Kail cuando capta mi pensamiento. Alivio me recorre de pies a cabeza, no más demonios por hoy. No más a menos que sean mi novio y mi amigo.

Me preparo para el llanto orgulloso de mi madre y las fotos interminables antes de irnos.

Una hora después estamos entrando en el gimnasio donde se celebra el baile. Kail me rodea con su brazo y me besa el hombro.

-No tienes de que preocuparte. - sé que lo dice porque llevo tensa desde que salimos de casa.

-No puedo dejar de pensar en que cualquiera podría ser un demonio y...

-Shhh... - me gira suavemente. -No voy a dejar que nada te pase.

-Lo sé.

Tengo que relajarme. Según entramos Kail me buscar algo de beber. Los demás se han dispersado por el lugar. Veo a Lia bebiendo de un vaso de plástico mientras inspecciona el lugar, se empeñó en acompañarnos oír si pasaba algo. Encuentro a Eyden bailando muy pegado con Layla, indecentemente pegado. Madre de dios...

-Es tan... - empieza a decir, pero se detiene.

-¿Incómodo?

-Asqueroso. - suelta arrugando la nariz. Me rio y Kail acaricia mi mejilla. -Me estabas asustando, llevabas mucho rato seria.

InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora