Nos sentamos en la mesa más alejada del local al que hemos entrado a descansar. Estoy agotada, llevamos toda la mañana mirando apartamentos. Ninguno me ha gustado. Sé que aún faltan unos meses para que tenga que mudarme, pero pretendía tener ya alquilado el lugar perfecto para después no hacerlo todo con prisas.
La camarera trae nuestros refrescos con una sonrisa enorme y mira más de lo normal a Kail. No la culpo por ello, Kail es intimidante y jodidamente atractivo a partes iguales. La chica consigue apartar los ojos de mi novio y se va no sin antes chocar con unas cuantas mesas.
Aprovecho para mandarle un mensaje a mi madre.
"Nada... ¡¡Me va a explotar la cabeza!!😐"
Y como si fuera poco no dejo de pensar en lo que vi anoche en mi habitación. Debo contarle a Kail, pero no quiero que tenga más preocupaciones por mi culpa. Ya tiene bastantes. Él y Eyden quieren que siga con normalidad, que vaya al baile, a la universidad, que salga de fiesta... Como si fuera tan fácil aparentar que todo sigue siendo normal, ni que todas las chicas del mundo tuvieran un novio demonio y una daga en el bolso.
-¿Ya has pensado que tipo de vestido quieres? - pregunta Kail ignorando por completo a la camarera que ha vuelto a nuestra mesa con la cuenta. Le da el billete sin mirarla siquiera y la chica pone cara de decepción antes de irse a toda prisa. Lo ha hecho a posta, lo miro y pongo los ojos en blanco.
-Idiota. - suelto.
-¿Qué quieres? Me estaba poniendo nervioso mirándome con esos ojitos de cordero degollado. - suelta con exasperación.
-Eres cruel. La chica solo...
-Solo estaba comiéndose a tu novio con la mirada. - me interrumpe. -Y yo no sé mucho sobre relaciones humanas, pero creo que eso debería molestarte.
-Culpa tuya por ser así de...de... - no le voy a decir que es como un maldito dios griego. No voy a alimentar su ya enorme ego.
-¿Así de perfecto? Lo sé, soy irresistible.
-Volviendo a lo del vestido, no. Aún no tengo idea de que ponerme.
Kail sonríe satisfecho con mi cambio de tema. -Ahora pasaremos por las tiendas y te ayudaré con eso.
-Vaya, ¿ eras estilista en el infierno? - me burlo.
-Ja ja. Muy graciosa.
Después de tres horas yendo de tienda en tienda probandome vestidos estoy irritada. Kail me irrita. Se ha metido en dos probadores conmigo y en una de las tiendas lo han pillado. He pasado la mayor vergüenza de mi vida, mientras él se quedaba sin aliento riendo como loco.
Al final he elegido un precioso vestido rojo en palabra de honor, con encaje y ajustado solo en el pecho. Me llega por encima de las rodillas por la parte de delante y por la de atrás me llega más abajo, como si fuera una pequeña cola.
Kail se ha cogido un esmoquin completamente negro con una corbata roja a juego con mi vestido. No se lo a probado, diciendo que sería más de lo que yo puedo soportar y aún que le gustaría mi reacción no era algo que debiera hacer en público. CREÍDO.
-Nunca creí que esto fuera así de divertido. - dice aún sonriendo mientras caminamos de vuelta a su coche.
-Me alegra que hayas encontrado tu vocación. - digo sin interés.
-Tenemos que hacer esto mas a menudo. Esos probadores son muy tentadores.
-Ni se te ocurra volver a poner esa cara de pervertido en potencia. - digo dando un portazo al montar en el coche.
De repente Kail aparece sentado en el asiento del conductor.
-¡¿Se puede saber que coño ha sido eso?! - grito por la sorpresa.
-Trucos de demonios. - sonríe él. - Llevas todo el día molesta y no recuerdo haberla cagado, ¿pasa algo?
Suspiro y me hecho el pelo hacia atrás. -No quiero preocuparte.
-Cielo, la situación en la que estamos es para preocuparse por todo. Cuéntame.
-Anoche cuando Eyden se fue y subí a mi habitación había alguien. -Kail se tensa a mi lado y su expresión se vuelve seria. -No pude verlo, pero salto desde mi ventana... No era humano.
-¿Tenías pensado contármelo? - pregunta.
-No quiero que te preocupes por algo así, ya te he dado bastantes problemas.
-No me has dado ningún problema. Los problemas que tengo los he elegido yo, los elegí cuando decidí quedarme a tu lado. - dice cogiéndome de la mano. -Cuando algo de esto vuelva a pasar, llámame inmediatamente, por favor.
-Lo siento... - digo intentando mantener las emociones a raya. No sé como digerir lo que ha dicho, me esperaba que se enfadara, no esto.
-Shhh - me hace callar tirando de mi y besándome la frente. - No tienes que disculparte, solo no me ocultes cosas.
La vuelta a casa fue silenciosa, Kail estaba demasiado absorto en sus pensamientos, con el ceño fruncido.
-Eyden ya está aquí. - dice mientras aparca en la entrada de mi casa.
-¿Cómo sabes...? - pregunto, porque no ha llamado y recibido llamadas en todo el camino.
-Lo sé. - yo asiento en respuesta, sus habilidades son realmente asombrosas. Me acuerdo de cuando supo que Lia estaba en casa, creo que siente cuando hay otros demonios cerca.
-He quedado con Alis en su casa, necesita noche de chicas. Al parecer Dan ha vuelto a buscarla. - no me acordaba ya de que había quedado con mi mejor amiga.
-Eyden te llevará y montará guardia, yo te recogeré mañana.
-Vale. - no sé que más decir, después de contarle lo de la visita extraña que tuve anoche ha estado pensativo. Él parece notarlo porque me sonríe y me acaricia la mejilla.
-Todo va a estar bien. - dice. -Yo me voy a encargar ¿vale? Confía en mi.
-Confío en ti, pero... - cierro los ojo, lo que menos necesita es que le diga que estoy aterrorizada por su seguridad. - Ten cuidado.
-Lo tendré. - me da un beso casto en los labios y me deja ir.
Entro en casa y lanzo el bolso al sofá. Mi móvil vibra en mi bolsillo.
"Cariño, ya encontrarás el sitio ideal, no te estreses. Nos vemos mañana por la tarde, te quiero❤."
Tecleo una respuesta rápida a mamá y me dirijo a la cocina donde sé que encontraré a Eyden. Y no me equivocaba, está sentado en la mesa con un enorme sándwich en la mano.
-Dios mío, no tienes un estómago, tienes un maldito agujero negro. -digo con fingido horror.
-En cuanto termine con esto te llevo con Alis. - dice llevándose la comida a la boca.
-Oye Eyden ¿has sabido algo de Dan? - pregunto sentándome en la silla a su lado.
Él se toma un momento para tragar. -Supongo que te refieres a si sé algo de él con Reese, ¿cierto?
-Eso es otro modo de decirlo, sí.
-Reese ha desaparecido, es imposible que se haya seguido viendo con Dan. Sé que es eso lo que te preocupa.
-Claro que me preocupa, es Alis quién está en medio.
-Si supiera que se siguen viendo sería el primero en alejar a Dan de Alis, también es mi amiga, Dana.
-Lo sé.
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Inferno
Novela JuvenilTodo era aburrido, demasiado normal, hasta que llegó él. El caos. Está aquí para cambiarlo todo, para enseñarme a vivir y hacerme sentir morir, para hacerme sentir un amor que es más que amor. Trilogía Inferno. #1 Inferno. #2 Abismo. #3 Perdición.