✘Epílogo✘

1.1K 53 0
                                    

Coloco la última caja de adornos en la encimera de mi nuevo apartamento. Si Kail o Eyden me ven cargando algo me regañaran, pero me hace ilusión hacerlo yo, al fin y al cabo es mío y no es como si estuviera invalida.

Las cicatrices de mis brazos son un recordatorio constante de lo que pasó hace mes y medio, pero estoy mucho mejor. Salí del hospital hace unas semanas, la contusión en la cabeza solo duele si hago movimientos bruscos, las costillas están perfectamente y los morados y heridas superficiales están curados.

¿Qué es demasiado rápido para estar así de recuperada? Pues si, pero la madre de Kail tiene algunos dones que se trajo del cielo, muy útiles. No ha podido curarme por completo porque hacía mucho que no lo practicaba y no era tan fuerte. Pero oye, puedo moverme, eso es algo y dentro de un tiempo estaré perfecta.

Después de que Kail dejara pasar a la gente a mi habitación en el hospital el día que desperté, todo fue una locura. Mamá me arrestó por ser imprudente, ella misma se dio cuenta de lo sin sentido que era arrestarme por ser asaltada y levanto el castigo poco después, supongo que necesitaba enfadarse. Papá no recordaba nada de lo que pasó ese día y me alegré por ello, por lo menos él no tendría pesadillas durante las noches siguientes como las tendría yo. Alis me abrazó y hizo que se me saltaran las lágrimas por el dolor causado, Kail casi la lanza por la ventana. Eyden me dijo que me traería comida de verdad en cuanto pudiera y James se quedó en una esquina de la habitación en silencio.

Los días siguientes estaba paranoica cuando Kail salía del hospital para ocuparse de los amigos de Amelie. Pensaba que en cualquier momento alguien entraría y me llevaría, pero nada pasó.

Cuando Amelie fue a verme propuso la curación celestial y acepté, odiaba estar en ese sitio. Funcionó a medias, y tuve que quedarme unos días más para que mamá no sospechara.

Al salir me encontré con unas llaves en mi habitación. Kail había comprado un apartamento cerca de la universidad, nada barato. Intente devolvérselo, pero ese chico es tozudo. También compró el apartamento de al lado, vivirá con Eyden y Lia, han decidido ir a la universidad conmigo. Me alegra tenerlos cerca.

Faltan aún unos meses para que empiecen las clases, pero ya estamos decorando entre todos.

Las cosas con Kail van mejor que nunca, es más atento que antes y eso que no creía que se pudiera ser más atento de lo que ya era. Dice lo que siente sin pensarlo siquiera y eso me enamora cada vez más de él. Lo que pasó hizo que quiera decirme cada vez que puede cuanto me ama.

Mi padre ha dejado de beber y sospecho que Kail también ha tenido algo que ver, quedan muy a menudo a jugar billar y van a pescar.

Mamá está conociendo a un compañero de su trabajo y me alegro por ella. Se merece ser feliz.

Alis ha vuelto con Dan y van poco a poco. No se puede borrar lo que pasó, pero cuando hay amor todo se puede superar.

Eyden se a convertido en mi mejor amigo al igual que el de Kail. Está saliendo con Layla y está loco por ella. La chica solo tiene ojos para él.

Y Lia, bueno Lia sigue siendo Lia. Me he hecho muy amiga de ella. Aún no me ha contado que pasó con su gran amor Jay, pero lo veo cuando la miro a los ojos, lo pasó mal. Tenemos más cosas en común de lo que parece y ya da abrazos ¡Lia da abrazos!

Y bueno, aunque todo parezca en paz, todos sabemos que nada a acabado y seguimos alerta, no hemos olvidado lo que somos, pero intentamos recuperar un poco de normalidad. Esta vez estaremos preparados. Lucharemos por no perder las nuevas amistades que hemos hecho, por la familia y el amor. Porque no solo se trata de nuestras vidas, sino del mundo tal y como lo conocemos.

InfernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora