Don't Say You Love Me |Terminada|

Mi lugar favorito en el mundo

*Zayn Pov*

Sé que estoy siendo brusco, pero es imposible para mí contenerme, necesito tanto de ella como el aire que respiro. Pensar en lo que ha estado a punto de pasar me trae loco. Casi la pierdo. No puedo esperar más, siento que con cada minuto que pasa pierdo un tiempo valiosísimo que podríamos estar pasando juntos. Necesito ternerla ya, tenerla ahora. No puedo demorar más, se me acaba la paciencia. Me consume la espera. Cada beso que le doy es una droga para mí. Me declaro totalmente adicto a sus labios. Adicto a su aroma, a su sonrisa, a su mirada, a su "todo".

Necesito quitarme la ropa, me quema en el cuerpo, necesito quitársela a ella, me quema la vista. Su calor en mi piel. Nada calmará esta ansiedad que siento si no es de esta manera.

-Zayn -tiene sus ojos cerrados, y está empezando a dejarse llevar por la pasión. Ya no le molestan mis duros besos.

Cada vez que mi nombre sale de sus labios pierdo totalmente la razón y mi autocontrol se esfuma. Es tan erótico verla así, tan entregada a mí. Es en el único momento que me ofrece su total confianza.

-Necesito tanto de ti -digo mientras beso su cuello. Inclina su cabeza para que siga haciéndolo. Veo como todo su vello corporal se eriza cuándo paso la punta de mi lengua por su yugular.

Con mis manos busco el doble de su camiseta y con un ágil movimiento consigo sacarla por su cabeza. Es tan perfecta. Su vientre es tan plano y sus pechos tan hermosos y bien moldeados. Desabrocho los corchetes de su sostén y éste, casí sin esfuerzo, cae al suelo. Me tomo unos instantes para contemplarla. He descubierto que disfruta cuándo lo hago. Es preciosa.

Su pecho se eleva, su respiración es agitada y mi cabeza se desconecta, dejando paso al instinto. Estoy totalmente desbocado. Saco mi camiseta tan rápido como puedo, y en cuánto aplasto su pequeño cuerpo sobre el mío mi corazón y respiración se regulan con la suya, dándome la calma que necesito y haciéndome tomar de nuevo el control. Es un sensación increíble...

Mis manos recorren su espalda desnuda. Llego hasta sus muslos, y con un pequeño esfuerzo la tomo en brazos. Ella rodea mis caderas con sus piernas. Llegamos hasta la cama, pongo una rodilla sobre el colchón y la dejo caer lentamente. La cubro con mi cuerpo.

Jadea en mi boca, y creo que volveré a perder la razón. Sus manos tiran de la goma de mi pantalón, bajándolo con habilidad. Yo hago lo mismo con el suyo. Tengo que tomar varias bocanadas de aire para tranquilizarme. No quiero hacerle daño.

-Te necesito -susurra. Está tan pérdida como yo.

Su frase consigue hacerme vibrar, mi corazón palpita locamente y me coloco sobre ella. No puedo hablar, no puedo calmarla, solo quiero tenerla. Si espero más, me volveré loco. Sus manos aprietan mi espalda, sus uñas se clavan en mis hombros. Me quiere más cerca. Lo sé. Mis brazos la rodean con fuerza, dándole lo que pide. La penetro suavemente y ella arquea un poco la espalda. Luego de pequeñas embestidas, continuó con una mayor intensidad. Gotas de sudor y respiraciones acortadas eran todo lo que escuchaba. Tras varios minutos se sujeta de mis brazos, respira rápido y se estremece, una fuerte corriente recorre mi cuerpo, desde mi cabello hasta los dedos de mis pies. Me pierdo, siento que muero. Muero por ella...

La intensidad acaba conmigo, caigo sobre ella, apenas sin fuerza. Mi cabeza está en su pecho y sus manos en mi pelo. Respiramos juntos, mientras intentamos reponernos. Oigo los fuertes latidos de su corazón. Está viva y está conmigo. No puedo pensar en otra cosa. Casi la pierdo hoy tengo otra oportunidad y voy a aprovecharla. Levanto mi cabeza para mirarla. Está preciosa. Tiene el cabello despeinado, los labios rojos por mis besos y las mejillas ligeramente sonrojadas. Me sonríe.