Está mal.

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*Zayn pov*

No puedo parar de besarla ni de acariciar su larga melena. Necesito tener contacto físico con ella, como sea. Es la única forma como me siento algo mejor.

—Malik —la puerta se abre—, ¿puedo fiarme de ti y dejarte aquí solo? Tengo que irme.

—Tranquila, Cyrus. Gracias por hacerte cargo —digo sincero.

—Está bien. Me encargaré de avisar a su familia. Imagino que no estás en condiciones de hacerlo tú.

—La verdad es que no —le apunto varios números de teléfono en un papel, algún Jauregui tiene que contestar, se lo guarda y se marcha.

Las horas pasan y no quiero moverme de su lado. Ni un solo avance. Me desespero. Sus padres ya deben estar en la planta de abajo, pero hasta mañana no creo que los dejen entrar, Justin hizo un vuelo de emergencia de América del Sur hasta Miami. «Debería salir a hablar con ellos», me digo. Pero el simple hecho de pensar en que tendría que alejarme de ella me echa para atrás en la idea. Finalmente decido que tengo que ir. Lauren así lo querría.

—Vuelvo en nada, cariño. Voy a hablar con tu familia —la miro durante unos segundos.

Cuando estoy apunto de de venirme abajo de nuevo niego con mi cabeza. Tengo que mantenerme fuerte, por los dos. Salgo al pasillo, y no he dado ni dos pasos cuando algo viene a mi cabeza: «¡Camila!». Mis ojos se abren cuando pienso en ella.

Con todo lo ocurrido no he sido capaz de centrarme. Necesito saber que ha pasado con esa hija de puta. Saco mi móvil del bolsillo, quiero saber si le ha localizado. Lo tenía apagado para que no interfiriera en los aparatos de la habitación. Cuando la pantalla se enciende un montón de llamadas perdidas aparecen en ella. Hay varias de su familia y otras tantas de Jeremy. Marco su número.

—¡Gracias a Dios, Zayn! —lo coge al primer timbre—. ¿Cómo está? Dame buenas noticias, por favor —está muy afectado—. No puedo parar de pensar en lo que ha ocurrido —su voz se rompe.

—Está muy mal, Jeremy —las lágrimas vuelven a mis ojos—. No tienen muchas esperanzas de que despierte. Pero yo confío en ella. Sé que encontrará la manera de volver conmigo.

—Zayn, lo siento mucho. Yo... No la vi —dice angustiado, y parece que está llorando.

—¿Qué es lo que ha ocurrido, Jeremy? —su frase me altera—. ¿Como ha podido hacerle esto si tú estabas con ella?

—¡No sé por qué coño bajó a la calle antes de la hora! —casi grita, nervioso—. No esperaba que estuviera allí. Si llego a saber que salía jamás me hubiera apartado de ella. Estaba en el coche mirando mi teléfono cuando ocurrió todo. Pasó a escasos metros de mí, Zayn. Pude haberlo evitado —solloza—, y no la vi —se culpa. Estoy seguro que varios fantasmas de su pasado le están atormentando.

—¿Bajo sola? —eso me extraña—. ¿Por que iba a bajar si no le había avisado? —algo dentro de mí se activa en ese momento.

—No tengo idea, no lo entiendo. Siempre insisto en que no se mueva hasta que yo le avise.

—Está bien, Jeremy. Hablaremos de esto más tranquilos —confío en él, sé que es un gran profesional y no me mentiría en algo así—. Necesito que me digas si han dado con Camila.

—No lo sabes, ¿verdad? —mis ojos se abren.

—¿El qué debo saber? —pregunto extrañado—. Dime que la tienen —mi corazón se acelera.

—Sí, la tienen —siento placer por lo que acabo de oír, pero sé que hay algo más que no me cuenta.

—¿Dónde la tienen? —unas increíbles ganas de acabar con su vida se están apoderando de mí.

Don't Say You Love Me  |Terminada| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora