Don't Say You Love Me |Terminada|

Propuesta

*Lauren pov*

Con cada día que pasa, Zayn se vuelve más loco por sus hijos, nos hemos mudado, otra vez, a una casa en las afueras de Beverly Hills. Zayn sale con Jeremy todas las mañanas a correr para recuperar su forma física y yo aprovecho para pasar tiempo de calidad con Dinah, quien a veces también  viene para ayudar con el pequeño Zayn. Los pequeños son demasiado trabajo incluso para dos personas. La puerta se abre y Zayn aparece tras de ella. Su respiración es agitada y trae la camiseta empapada y pegada a su cuerpo.

—Deberían arrestarte –digo mientras cierra la puerta y me mira, extrañado–. Debe de ser delito de ser tan sexy –sonríe y niega con la cabeza. Se dirige a la habitación de los niños y dilata en él unos 20 minutos.  Al salir, camina hacia mí y rodea mi cintura con sus brazos–. Voy a tener que comprarte un par de burkas (velos islamicos). No me gusta la idea de que toda esta carne –agarro sus nalgas y abre los ojos sorprendidos –hagan disfrutar visualmente a otras –ríe.

—¿Celosa? –muerde mi cuello con delicadeza.

—¿Debo estarlo? –respondo con los ojos cerrados y dejándome llevar por sus besos.

—Por supuesto –levanta su cabeza para mirarme y ríe pícaramente–. Jeremy lleva dias empeñado en seducirme –carcajeo. Están insoportables con ese tema.

—¡Acabas de estropear el momento! –digo entre risas, y trato de apartarme. No lo permite y me aprieta más fuerte contra él.

—Tendré que enmendarlo, entonces –pasa la lengua por mi hombro y todo mi cuerpo reacciona. Sabe lo sensible que es esa zona para mí–. Ven conmigo a la ducha –susurra y el calor de su aliento me transporta a otro lugar. Antes de que vaya a ver la habitación de los niños, sus labios besan los míos y sus fuertes brazos me levantan.

Cuando llegamos al baño vuelve a dejarme en el suelo y comienza a quitarme la ropa. Roza con sus labios cada parte de mi cuerpo que descubre y me dejo llevar. Cuando estoy completamente desnuda comienza a quitarse la suya. Me quedo inmóvil viendo cómo lo hace. Cada músculo de su anatomía es una obra de arte digna de admirar. Toma mi mano y tira de mí hacia el interior de la ducha. Estamos tan cerca que puedo sentir su calor. Mis ojos quedan a la altura de una cicatriz de infancia, y como si se diera cuenta, abre el grifo y varios chorros de agua caliente comienza a caer por nuestros cuerpos, tapando sus cicatrices y haciendo que me olvide de ellas. Estoy segura de que sabe cómo me siento cada vez que le veo alguna.

Se pega a mí y comienza a besarme de nuevo. Su mano rodea mi cintura y acopla su rodilla entre mis piernas. Paso mis brazos por su cuello y disfruto de sus caricias. De pronto me levanta con sus dos manos, y me penetra de golpe, nuestros gemidos golpean las cuatro paredes y se mezclan con el sonido de la caída del agua del grifo, me sostiene fuertemente mientras besa mi cuello y prosigue en lo suyo. Con una de sus manos acaricia mis piernas y besa mi boca. Comienza con las embestidas más rápidas, estamos siendo uno solo. Empiezo a sentir mis paredes contraerse y mis piernas tiemblan, Zayn continúa con sus constantes embestidas, empiezo a sentir la llegada del tan esperado climax, y me apego más a su pecho.

—¡Oh, Dios! –había llegado.

Zayn reduce la intensidad de sus embestidas y empieza a perder la fuerza en sus brazos. En un último intento me sostiene y da tres embestidas y también llega al climax. Recuesta su cabeza en mi pecho, y luego me besa.

Aparta el cabello de mi rostro y empieza a besarme, toma con una mano mi cintura y con la otra sostiene mi rostro. El ambiente empieza a encenderse otra vez...

—¡MIERDA! –digo cuando oigo su teléfono sonar y se aparta de mí.

—Tengo que cogerlo –pone una toalla alrededor de su cintura y sale a buscarlo. Estoy harta de interrupciones, quiero que nos dejen un rato a solas. Necesito estar con él.