Don't Say You Love Me |Terminada|

El principio del final

*Lauren Pov*

Han pasado seis meses desde mi compromiso con Zayn, las cosas entre nosotros cada día que pasa se ponen mejores, tenemos discusiones como cualquier pareja, pero nada fuera de nuestros limites.

-Buenos días, princesa -dice Zayn mientras sujeta mi cara y besa tiernamente mis labios-. ¿Cómo has dormido?

Antes de que pueda responder, sus labios están otra vez en los míos. Creo que está nueva etapa empieza a gustarme demasiado.

-Cómo un bebé -le respondo sonriendo. Sus ojos brillan de jna manera especial cuándo me mira.

Mil mariposas revolotean en mi interior. 《¿cuánta felicidad más podre aguantar? 》 Zayn está poniendo mi mundo de cabeza, me ha echo superarme como persona.

Hoy iremos por separado a cumplir con la última fecha de nuestras agendas, Zayn me pasará a dejar por el lugar donde sería el evento y ahí estaría mi auto esperando por mi para mi regreso, luego de nuestra última fecha de trabajo nos tomaremos unas vacaciones para después llevar a cabo nuestra unión. El agente Earle aún se encarga de nuestra seguridad, y se ha tomado el día libre. Algo lógico, ya que lleva noches sin apenas dormir, y debe estar agotado. Además nadie sabe que hemos ido sin protección, por lo que no debería haber problemas. Zayn en cambio está extrañado. Parece que Earle no es de tomar días libres, según Zayn el sabe sacar tiempo para descansar, y según le ha confesado que ha quedado con alguien. Desde que Zayn le conoce, es la primera vez que hace algo así.

El agente es un hombre joven, y bastante atractivo, además. Un par de años mayor que Zayn. Moreno, corpulento y bien formado. Tiene ojos azules que podrían quitar el hipo al instante. Pero por su manera de comportarse y su responsabilidad podría parecer mayor. Quizás esa sea la razón por la que no tiene novia. Con esa seriedad debe asustar a las chicas.

Agente Jeremy Meeks Earle.

El camino hasta el teatro donde sería mi último show se me hace corto. Vamos escuchando músicas y charlando de nuestras cosas. Poco a poco, Zayn se va abriendo más a mí y me va dejando conocerle cosas que antes no sabía. Le gusta el mismo tipo de música que a mí, pero eso ya lo había notado hace tiempo. Le encanta el deporte, siempre que no sea de riesgo. No es para nada adicto a la adrenalina. No le gustan las alturas, y aunque vivimos en un edificio no suele mirar por la ventana. Tampoco le gustan los lugares oscuros y cerrados. Reconoce ponerse nervioso incluso en el ascensor.

Cuándo ve que me asombra eso de él, porqué en ningún momento lo había notado, me confiesa que simplemente ha aprendido a disimularlo, por esa misma razón. No quiere que nadie lo sepa. Recuerdo, en ese momento, que en la universidad nos dieron una charla sobre los miedos en la edad adulta. En ella, explicaron que se debían a sucesos traumáticos, casi siempre ocurridos en la infancia. Al preguntarle cuáles cree que son las razones para haber desarrollado el suyo descubro un leve gesto de dolor en su rostro y, como en algunas ocasiones, cambia rápidamente de tema.

-¿Has pensado en una comprar una camioneta? -dice mirando al frente-. No me hace gracia que volvamos separados.

-Si -le digo-. Jeremy se ha encargado de eso.

Los minutos siguientes, hasta que llegamos a mi destino la pasamos en silencio. Un ambiente raro se ha instalado entre nosotros desde mi desafortunada pregunta. Definitivamente lo mío no es preguntar.

Bajo del auto y Zayn hace lo mismo, se asegura que llegué segura hasta los camerinos, me observa por un momento con una mirada de arrepentimiento. Se acerca a mi, me abraza y me deja un beso para luego retirarse a su evento.

Al finalizar el show me dirijo a buscar mi auto, mi equipo me indica dónde han aparcado mi coche y me llevan hasta él. Aunque está relativamente cerca, no quieren que algo relevante me ocurra.

Subo y aspiro el olor a nuevo que tanto me gusta, el equipo espera hasta que salga para romper la barrera que me divide de los fans. Ya puesta en marcha me dirijo al edificio, necesito dormir, últimamente no me he sentido bien, cuándo ya llevo 30 minutos de camino recibo la llamada de Zayn, mis ojos se desvían rápidamente al retrovisor y veo que está detrás de mi. No quiere perderme de vista. 《Qué protector es》, me digo mientras sonrio.

-¡Hola, guapo! -le digo-. Cuánto tiempo son saber de ti -río.

-Ya te estoy echando de menos -le oigo reír a él-. ¿Porqué no pones el manos libres y vamos conversando durante el trayecto? -me dice-. Así me sentiré menos solo y abandonado.

-Me parece buena idea -contesto.

Coloco mi móvil y como ha propuesto, vamos charlando y riendo sobre cosas que ambos vemos. Conductores que entorpecen, motoristas arriesgados... Zayn me riñe varias veces por mi velocidad, obligándome a ir más lenta. Pongo mis ojos en blanco cada vez que lo hace, aprovecho que no me ve. por el retrovisor veo un Pegasus azul adelantado a Zayn. Se coloca entre los dos, haciéndome aumentar la velocidad, porqué se pega demasiado a mi parachoques trasero.

-Cariño, ten cuidado con ese gilipollas -le oigo decir a través del teléfono-. Lleva detrás nuestro desde que salí de mi show, y a mi ya me ha echo un par de cosas extrañas.

-Tranquilo -le digo-. Tendré cuidado...

Intento darle paso, apartándome ligeramente para que me adelante, pero extrañada descubro que no es su intención. Acelero un poco más y compruebo por el retrovisor que acelera tan rápido como yo. 《Qué raro》, me digo. No puedo ver si es un hombre o una mujer quien conduce, ya que el sol del atardecer pega de lleno en su luna delantera y consigue deslumbrarme.

Intento bajar la velocidad para ver si él también reduce, y al comprobar que viene como un loco hacía mí no tengo más remedio que aumentarla para evitar la colisión. Mis alarmas se disparan.

-¡Carajo! -grita Zayn nervioso por el manos libres-. ¿¡Éste tío es idiota o qué¡?

-Tranquilo -le vuelvo a decir. No me gusta la idea de que se altere conduciendo.

Veo como Zayn intenta adelantar al pegasus, y este, con un rápido movimiento, le obliga a maniobrar bruscamente casi sacándole de la carretera.

-¡Dios mío, Zayn! ¿Estás bien? -grito preocupada.

-¡LAUREN! -grita histérico-.¡ACELERA, CARIÑO! ¡ACELERA COMO TU SABES HACERLO! ¡ES CAMILA!