Don't Say You Love Me |Terminada|

Z + L = X

*Zayn Pov*

《Este horrible dolor de cabeza va a acabar conmigo 》, me digo mientras me masajeo las sienes con las yemas de los dedos. Ayer me pasé con la bebida, pero necesitaba anestesiar mi alma. Todas las malditas imágenes de aquel día volvieron a mi mente cuándo descubrí que el recorte no estaba en la página correcta. Eran tan frescas que parecía que todo estaba ocurriendo en ese momento. Tomo mi teléfono y marco el número de Dinah. Estoy tranquilo.

—Hola, bombóncito, me acabo de romper el coxis. ¿Cuándo podrás atenderme? —está mujer está como una cabra. Pero me cae bien.

—Hola Dinah, te he dicho que aún no soy doctor, pero mi amigo el doctor Mahone está disponible, demás está a punto de jubilarse y estará encantado de atenderte.

—¡Uh! ¡Qué milagro! Acaba de soldarse solo. Creo que fue bueno tomar calcio en el desayuno —no tengo más remedio que reírme. Es la comedia en persona.

—¿Cuanto te queda para llegar a casa? —tuve que salir antes que Dinah llegara, y no me gusta la idea de que Lauren esté sola.

—Estoy cerca, ya estoy saliendo del atasco.

—De acuerdo. Déjame una llamada perdida para saber que ya estás con ella.

—Lo haré —cuelga.

Mi cabeza vuelve a torturarme. Cierro fuertemente los ojos y mi ceja protesta. Toco despacio mi herida. No se con que diablos me golpeé ayer, pero debió ser algo muy duro, me duele hasta el hueso. Tengo inflamación alrededor y está empezando a ponerse morado. Mis clientes no paran de mirar mi ojo y preguntarme preocupados por lo ocurrido. A todos les digo lo mismo. «Me di con el pico de la mesilla al darme vuelta en la cama». La misma excusa que usaba mi pobre madre. Si alguien sabía como esconder los malos tratos era ella. Pobrecita. Lo que tuvo que pasar con ese loco. Y ahora estén pensando en dejarlo absuelto de todo cargo. No me lo explico...

Ariana me ha pasado el teléfono de los abogados que trabajan para su padre en uno de los bufetes más importantes de la zona. Habló con ellos por mí, y parece que están dispuestos a quedarse con el caso. Últimamente, se está portando genial conmigo y me está ayudando mucho. Después de todo, no es una mala persona. Solo un poco egoísta.

Espero que esos abogados consigan revocar la decisión del juzgado y descubran qué es lo que pasó. Según me informaron alguien pagó una gran suma de dinero para que dejaran absuelto a mi padre, y necesito saber quién fue. No entiendo que haya una sola persona en este mundo que lo esté ayudando, después de lo que hizo.

Una llamada perdida de Dinah me saca de mis pensamientos. Ya está con ella y eso me relaja. La puerta se abre y una de mis empleadas entra a la oficina.

—Buenos días, Señor Malik —sonríe tímidamente.

—Buenos días, Jade. ¿Cómo estás hoy?

—Algo mejor, pero todavía duele —dice con su mirada baja.

La semana pasada también vino. Tiene más o menos la misma edad que Lauren. Hay varios moretones en su cara y marcas nuevas en su cuello. Su muñeca está rota, y voy a tener que enviarla a casa a descansar. La fractura que tiene está muy fea y está en mal sitio.

Por lo poco que he tratado con ella sé que no es una persona conflictiva, más bien asustadiza. Lo que me hace saber que no se va metiendo en peleas por ahí. Estoy seguro, por desgracia, que es otra víctima de malos tratos. Tengo un radar interno muy desarrollado para estos casos, y cuando se dispara casi siempre acierto.

—¿Te has vuelto a caer, Jade? —soy directo, no me ando con rodeos para que no les de tiempo de pensar. Necesito que ellas mismas se den cuenta de que no tienen excusa.