Big deal II

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*Lauren Pov*

Oigo a alguien hablar a mi lado e intento despertarme. Me pesan demasiado los párpados, estoy agotada y tengo sueño, pero quiero saber por qué hay gente en mi habitación.

—Ya está despertando —dice la voz de una mujer.

—Lauren —ahora es Zayn quién habla. Noto cómo se apoya en la cama—. Lauren despierta —termino de abrir los ojos y les veo.

Zayn está sentado sobre la cama, muy cerca de mí. La mujer levanta uno de mis párpados y una luz brillante me ciega. Me molesta y trato de quitar mi cara de su mano. Cierro fuertemente los ojos.

—Tranquila, joven —dice la voz de la mujer de nuevo—. Solo voy a mirar tus pupilas.

《¿Quién es esa mujer y qué hace en mi habitación?》, me digo. Como si Zayn oyera mis pensamientos, me explica.

—Lauren, quién te está hablando es la doctora Cyrus, es mi médico de cabecera —abro los ojos asustada—. Has sufrido un desvanecimiento y le he pedido que viniera con algunas cosas de hospital. También te hará una pequeña revisión —trato de incorporarme. Todavía estoy algo aturdida—. Quiero un segundo diagnóstico  para estar seguros de que el mío es correcto.

—¿Me desmayé? —pregunto. No estoy segura de haberlo oído correctamente.

—Sí —dice—. Me has dado un buen susto. ¿No recuerdas nada? —trato de hacer memoria.

—Me sentí mareada —le digo—. Y mis piernas quedaron sin fuerza. ¿Por qué me desmayé?

—La doctora y yo coincidimos en lo mismo. Parece que la falta de nutrientes te ha producido una hipoglucemia. Tu azúcar en sangre es bastante bajo. Y si a eso le añadimos una buena dosis de estrés emocional como el de las últimas semanas... —estira su brazo y toma un vaso de zumo de la mesita—. Toma. Tienes que beber esto, enseguida te sentirás mejor.

—¿Entonces solo tengo que cuidar mi alimentación para recuperarme? —bebo varios sorbos.

—Exacto, joven —dice la doctora—. Ahora, si no te importa, me gustaría terminar haciéndote unas preguntas.

—Claro —le digo. Zayn se retira de la cama y se sienta en ella.

De cerca parece mayor. Debe tener al rededor de unos cuarenta años. Acomoda sus grafas sobre el tabique de la nariz y pasa una hoja a su libreta. Tomo otro sorbo del zumo y lo suelto en la mesita de nuevo.

—Bien. ¿Alérgica a algún medicamento?
—me mira.

—Que yo sepa no —respondo. Apunta en su libreta.

—¿Alguna enfermedad importante?

—No, creo que ninguna —Zayn nos mira atento. Está de pie con sus brazos cruzados y las piernas entre abiertas.

—¿Tomas suficientes líquidos?

—Normalmente sí, pero está semana quizás no ha sido suficiente —le digo—. He vomitado bastante.

—¿También has estado vomitando? —pregunta Zayn.

—Sí. Tengo una gran bola de nervios en mi estómago, he estado bastante angustiada estos últimos días —bajo la mirada—. Por eso apenas he podido comer —le miro y veo culpabilidad en sus ojos. Sabe que él ha tenido algo que ver.

—¿Cuántos días lleva así? —vuelve a preguntar la doctora llamando mi atención.

—Unos cuatro días más o menos —respondo.

—¿Cuándo tuviste tu último período? —Zayn se tensa y carraspea nervioso. Las dos le miramos extrañadas.

—Me toca ya —le digo—. En teoría esta semana debería estar aquí. Ya tengo síntomas premenstruales. Mis pechos duelen y mi barriga está hinchada. No debería tardar.

Don't Say You Love Me  |Terminada| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora