*Lauren Pov*
Espero impaciente a que salga. Estoy realmente nerviosa. ¿Qué es lo que pudo haberle puesto así? Mil imágenes pasan por mi cabeza. ¿Tendrá que ver Camila en esto? 《Dios mío, que no haya echo daño a nadie que él conozca》, me digo. Camino nerviosa por la habitación. ¿habrá pasado algo en su família? Dijo que la llamada era de Francia. Con cada minuto que Zayn pasa ahí dentro mi corazón se altera más y mis paranoias aumentan. Trato de escuchar a través de la puerta. Sigue con náuseas. No entiendo que es lo que puede haber ocasionado esto a Zayn. Él es realmente fuerte.
—¡Trou du cul! (pendejo, gilipollas) —grita. Me asusto—. ¡Ivre! (Borracho) —vuelve a gritar en francés. Y un golpe retumba en la habitación.
No puedo más. Necesito saber qué está pasando y tengo que entrar para calmarlo. Abro la puerta lentamente y está sentado en el suelo de espaldasa la pared, tiene sus rodillas dobladas, y con sus manos sujeta su cabeza. Está temblando. Otro impacto hace vibrar su cabeza con la pared.
—Zayn —le digo y rápidamente me mira. Tiene los ojos muy rojos y su mirada está perdida.
—Sors d'ici! —me grita y señala la puerta. Le miro extrañada, no entiendo que dice—. ¡Vete de aquí! —vuelve a decir cuándo se da cuenta.
—No voy a ir a ningún sitio hasta que no me digas qué pasa. Estoy empezando a asustarme —le digo sincera.
—¡Déjame solo! ¡Vete a otra habitación! —intenta decirme con más calma, pero no puede disimular su estado.
Al ver que no me muevo, se pone de pie. Toma mi brazo con fuerza y me saca del baño.
—Zayn, no voy a ir a ningún sitio. ¿Qué está pasando? —le vuelvo a preguntar. Esta muy alterado. Entro de nuevo
—¡Qué te vayas! —cierra su puño y golpea el espejo que tiene delante. Cientos de cristales saltan en varías direcciones. Pone una mano a cada lado del lavabo, agacha su cabeza y veo cómo su espalda sube y baja con su fuerte respiración. Sigue temblando.
Varios hilos de sangre caen al suelo. Se ha cortado en los nudillos. Sus ojos están cerrados con fuerza, como intentando controlarse, pero no lo consigue. Otro puñetazo golpea la mampara de cristal que tiene a la derecha, y la hace añicos.
—¡Para! —grito mientras sujeto su brazo. No quiero que se haga más daño.
Se gira hacia mí, pero no le reconozco. Sale del baño casi empujándome para abrirse paso, y comienza a lanzar cosas. Toma una de las mancuernas de diez kilos que hay colocadas en una estantería y la lanza con el gran espejo del gimnasio como si no pesara, y lo hace trizas. Uno de los trozos llega hasta mí, provocándome un pequeño corte en el cuello. Llevo rápidamente mi mano a la zona adolorida y compruebo que sangro. Es poco, pero no quiero mancharme la ropa. Saco un pañuelo de mi bolsillo para limpiarme, cuándo Zayn se da cuenta.
—¡VETE! ¡VETE! ¡MIERDA! —grita como un loco. Toma uno de los taburetes y lo lanza contra la pared, también se rompe—. ¡VETE DE AQUÍ!
Mi corazón va a mil. Estoy realmente asustada. Solo oigo golpes por todas partes, Zayn sigue lanzando cosas en todas direcciones y gritando palabras en Francés que desconozco, destrozando todo lo que toca. Mis ojos se llenan de lágrimas. Está escena es tan desgraciadamente familiar para mí. Todos mis malos recuerdos se agolpan en mi cabeza.
Me pego a uno de los rincones de la habitación y me dejo caer hasta sentarme en el suelo. Tapo mis oidos con mis manos y me hago un ovillo 《Él no me golpeará después》
—¡Zayn! —oigo una voz conocida. Levanto con cuidado la mirada y veo que Brad está en la puerta.
—¡Llévate a Lauren de aquí! —le grita Zayn. Respira agitadamente —. ¡Largo! —vuelve a gritar.
—Vamos, señorita Lauren —dice mientras me saca de allí.
Cierra la puerta cuándo salimos, y los golpes vuelven a sonar. Mi corazón se encoge.
—Brad, por favor, haz algo. Haz que pare, se va a hacer daño —lloro.
—Tranquila, señorita —me dice mientras saca su teléfono y marca un número—. Jeremy, soy Brad, ¿puedes venir al gimnasio? Zayn está descontrolado —cuelga y tira de mi brazo para que le siga—. Vamos, esto se solucionará pronto —me dice.
Antes de que salgamos del pasillo veo como Jeremy viene corriendo. No nos saluda, ni siquiera nos mira, simplemente entra a toda prisa en la habitación.
************************************
Han pasado cuatro días desde el incidente en el gimnasio y todavía no he visto a Zayn, ni he tenido noticias de él, he intentado subir un par de veces a su piso, pero la puerta está cerrada. Llamo y nadie me abre. Le mando mensajes y no contesta. Estoy desesperada. No puedo parar de pensar en qué puede haberle afectado tanto.
Le he preguntado a Brad y dice no saber nada. Pero sé que me está ocultando cosas. ¿por qué? No lo sé. Me tumbo en la cama tratando de buscar explicación cuándo la puerta suena, sobresaltándome.
—Lauren, abre. Soy yo —es la voz de Zayn.
Mi cuerpo se tensa rápidamente y me pongo nerviosa. Abro.
—Hola... —le digo.
Está visiblemente afectado. Sus ojos siguen tan rojos o más que la ultima vez que lo vi, su cara esta desmejorada y su barba, descuidada. Juraría que ha perdido peso si no fuera por qué solo han pasado cuatro días.
—Vengo a hablar contigo ¿Puedo pasar? —dice sin mirarme a los ojos.
Un escalofrío recorre mi espalda. No me gusta la sensación que tengo.
—Es tu casa —le digo—. No necesitas permiso —veo que a sus pied hay una maleta. Mi corazón late tan fuerte que puedo oirlo.
—Tengo que irme unos días —sigue sin mirarme cuándo me habla—. Han surgido problemas que tengo que solucionar.
—Zayn ¿Qué es lo que pasa? ¿realmente es tan grave como para que yo no pueda saberlo? —pregunto angustiada.
—No es nada que te pueda afectar —dice fríamente.
—Si te afecta a ti, también me afecta a mí — le digo preocupada.
—Lauren... —su voz no suena igual, y el escalofrío que me recorre ahora es más grande—. Tenemos que terminar esto.
—¡Qué! —casi grito—. ¿A qué te refieres con esto? — está asustándome.
—Creo que tenemos que hablar sobre lo que sea que tengamos.
Algo se rompe dentro de mi. Si digo una sola palabra sé que lloraré. 《¿Acaba de insinuar lo que creo?》. Tengo que aguantar el nudo que tengo en mi garganta. Si hablo, me derrumbaré. Asiento. No puedo hacer otra cosa.
Veo como su mirada se alza hasta mi cuello y se para en el pequeño corte que me hizo el cristal en el gimnasio. Aprieta fuertemente su mandíbula y cierra sus ojos. Toma aire y se vuelve a dirigir a mí.
—No te mereces lo que está pasando —le miro esperando una explicación, pero no lo hace—. Tengo que irme—traga saliva—. Quédate en el hotel y espera a que regrese. Tenemos que hablar con más calma. Ahora mismo no soy dueño de mis palabras y puedo decir cosas de las que luego me arrepienta —vuelve a tragar.
—Por lo que deduzco, poco tendremos que hablar ya... —consigo decir.
—Es lo único que te pido —me mira por un segundo, pero rápidamente vuelve a bajar su mirada—. Jeremy ya está avisado. Sólo tienes que decirle cuándo quieres ir a ver a Justin y él te llevará. Brad también está al día y, como siempre, procurará que no te falte de nada.
—Podre arreglármelas. No te preocupes —le digo con dolor.
—Lauren —pone sus manos en mis hombros. Ahora si me mira fijamente—. Necesito estar tranquilo allí y saber que no te pondrás en peligro. Sólo serán unos días más ¿De acuerdo?
—Por lo que veo, esa parte ya debería darte igual —digo con sarcasmos y frunce su ceño—. Pero tranquilo, según se han puesto las cosas no me queda más remedio que aceptar tu petición. De momento, no tengo opción —suspira aliviado.
—En una semana estaré de vuelta —toma su maleta—. Cuídate, mientras tanto —y sin más, se marcha.
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Don't Say You Love Me |Terminada|
FanfictionTenía la vida perfecta, la mujer perfecta, los amigos perfectos, el trabajo perfecto, pero no lo supe valorar. solo me pedía un hijo para completar nuestra Unión, teníamos las condiciones para traer a un bebé al mundo pero igual se lo negué. le neg...