Don't Say You Love Me |Terminada|

Voy a ser papá

*Jeremy pov*

8 meses después.

Las cosas con Dinah han estado un poco mejor que antes, al menos ahora me dirige la palabra y conversamos como gente adulta. Ha estado muy rara conmigo. Se que me oculta algo. La tengo de frente y solo me provoca besarle la carita.

Estábamos en una guerra de miradas, cuándo suena mi móvil, miro a la pantalla y veo que es Cameron... raro. Contesto.

—Jeremy, soy Cameron.

—Hola, Cameron. ¿Como va todo? –cameron ahora se ocupa de la seguridad de los niños y de Lauren. Yo me encargo de la de todos en general.

–Tengo noticias. ¿Puedes hablar?

—A medias. Te escucho, cuéntame –entiende que no estoy solo y empieza a hablarme.

—Ariana está en California –mis ojos se abren–. Ha conseguido entrar al país con un pasaporte y nombres falsos. Se han dado cuenta dos días después, por lo que no tenemos ni idea de dónde está. Estamos seguros de que busca venganza. No hay otra opción para que se arriesgue de esa manera. La familia que estamos protegiendo está en peligro.

Trato de escuchar todo lo que Cameron tenía que decirme, cuelgo.

—Deberías verte la cara –dice Dinah–. ¿Pensando en matar a alguien? –ríe.

—No vas desencaminada –silencia su risa al oír mi tono serio.

—¿Qué te ocurre? –me presta más atención.

—Ariana está en California

—¿Qué? –sus ojos se agrandan.

—Lo que oyes. Tengo que avisar a Zayn cuanto antes. Es posible de que tenga intención de hacerles algo. No se hubiera tomado tantas molestias para nada.

—Dios mío... –pone las manos sobre su rostro.

Marcó el número de Cameron varias veces y no obtengo respuesta.

—Mierda. Debe de tenerlo en silencio.

—¡Corre! ¡Ve a decírselo! –me empuja para que salga de la habitación.

—¿Podrás con todo eso sola?

—Iba a hacerlo desde el principio, no te preocupes. Tienes que informarles –asiento y camino rápido por el pasillo. Tomo las mochilas cuando paso por recepción y una vez que las cargo en el auto conduzco hasta el hospital.

Cuando estoy a punto de entrar a la habitación, veo a Zayn sacando un par de cafés de una máquina expendedora.

—¡Hola, Jeremy! –dice cuando me ve llegar–. Te estaba esperando. ¿Quieres un café? No es muy bueno, pero calienta el estómago –sonríe, pero su sonrisa se apaga pronto. Frunce el ceño y me mira con más detenimiento–. ¿Pasa algo?

—Sí –digo serio–. Acaban de comunicarme que Ariana está en California.

—¿Han conseguido detenerla? –sé que es lo que más desea. Conseguirá relajarse completamente cuando eso ocurra. Literal, todo un escuadrón protege a Lauren y a sus hijos.