Don't Say You Love Me |Terminada|

Dinah II

*Lauren Pov*

Salgo del baño y Dinah está esperándome con los brazos cruzados.

—No preguntes —digo sonriente. Sé a dónde va a ir a parar.

—Con la cara que sacas no hace falta que pregunte nada —el timbre suena y las dos miramos en dirección a la puerta.

—¿Quién podrá ser? —susurró mirando a Dinah.

—No tengo ni idea... voy a ver.

Camina decidida hasta la puerta. De tres largos pasos consigo atajarla.

—¿Pero qué haces? —algún día su impulsividad nos saldrá cara.

—Cotillear —se gira hacia mí y ríe. Pongo mis ojos en blanco y tengo que volver a perseguirla.

—Dinah —susurro para apagar mi grito, pero no hace caso.

Llega hasta la puerta y pone su ojo en la mirilla. Hace señales para que yo también miré. Mis ojos se abren sorprendidos al descubrir de quién se trata.

—¡Es Ariana! —digo extrañada. Dinah me mira con cara de sorpresa.

—Está es la perrita de Zayn, ¿no? —asiento confirmándolo.

No me da tiempo ni de pestañar cuándo Dinah abre la puerta y me encuentro con Ariana de frente.

—Vaya, así que ya has conseguido meterte en su casa. ¿Qué será lo siguiente? —pregunta con su falsa sonrisa.

Dinah sale detrás de la puerta para dejarse ver.

—Hola —dice agradablemente—. ¿Quién eres?

—No creo que a ti te importe eso —escupe Ariana con tono de desprecio.

—Yo creo que sí —responde Dinah tranquila—. ¿Eres la que venía a unirse a la orgía? —la cara de Ariana cambia, y rápidamente dirige su mirada a mí. Busca información para lo que acaba de oír.

Con mucho disimulo, piso el pie de Dinah con el mío para que se calle. Me temo que esto va a acabar mal.

—Yo no vengo a unirme a ninguna orgía —dice Ariana furiosa.

—Uff, que susto me habías dado —suelta Dinah—. Ya me extrañaba a mí. Zayn me dejo bien claro que no quería tetas made in China. Las prefiere naturales como estas —sujeta sus pechos y los mueve violentamente—. El plástico no le va, y tú pareces estar envuelta en él.

No puedo creerme lo que acaba de hacer. Giro mi cara hacia ella y hago un gesto de desaprobación.

—Muy graciosa —responde Ariana, aún más cabreada—. Veo que Zayn todavía no ha llegado.

—Ha ido a comprar juguetitos —dice de nuevo Dinah, y vuelvo a pisar su pie.

—Qué pena. Traía noticias sobre algo que le interesa —sonríe triunfante—. Pero viendo que no hay vida inteligente en la casa a quien poder dejar el recado tendré que llamarle después —se gira y se marcha haciendo ruidos con sus tacones. Camina totalmente recta.

—Ten cuidado, reina, esa tensión acumulada puede hacer que se te explote algún globo —golpeo su hombro con mi puño.

—¡Auch! —dice pasando su mano por el brazo.

—¿Eres tonta? —le digo cabreada. Pero segundos después no puedo aguantar más y río a carcajadas. Dinah rompe a reír conmigo.

—¿Viste eso? —dice con lágrimas en sus ojos—. Casi es capaz de gesticular por el enfado, aún teniendo un camión cisterna de bótox inyectado en su cara —estallamos en carcajadas de nuevo.