—Colegas, estuvo tan extraño durante la cena de hoy. Deberían haber estado allí para verlo.
Tom levantó la vista rápidamente del informe que estaba leyendo y la dirigió hacia Georg.
—815, ya sabes— dijo cuando se dio cuenta que Gustav y Tom lo miraban con signos de interrogación en el rostro.
—Hoy si vi lo atemorizante en él — sacudió la cabeza dramáticamente, estremeciendoce un poco, lo que hizo que Tom luchara por no rodar los ojos.
—Parecía molesto y se mantuvo mirandome. Fue espeluznante, yo no se porque estaba mirandome. Me pregunto que le pico en el trasero. Por lo general se ocupa de sus asuntos, frunce el ceño a su plato y esas cosas, pero estaba atemorizando a la habitación entera mas de lo normal— Georg parecía menos que emocionado cuando contó su historia.
—Está loco, no tiene que haber una razón para que actué de esas forma— dijo Gustav de manera desinteresada.
—Ya lo se, quiero decir, ¿no escuchaste del ataque que le dio ayer?
—Si fue una locura, hombre— Gustav parecía mucho mas interesado ahora y Tom frunció el ceño a los dos —Me hubiera gustado verlo.
—Lucy dijo que la había amenazado con matarla, ya no se atreve a subir al cuarto piso.
—Pobre chica— dijo Gustav con simpatía.
—Escuché que la agarro del cuello e intento estrangularla.
—Yo escuché......
Tom había oído suficiente. se puso de pie golpeando el escritorio con las manos.
—¡Dios, cállense!
Gustav se volvió hacia el a mitad de la frase con los ojos muy abiertos.
— No hablen de cosas que no saben nada— gruñó Tom, mirando a ambos a la vez—Así es como los rumores estúpidos comienzan, en primer lugar.
—¿Qué sabes tu lo que es rumor y lo que no?— preguntó Georg acusador— Es interesante, solo estamos hablando.
—Es una persona— continuo Tom— No se merece que hablen así de él.
—Una persona loca— Georg se cruzo de brazos— y de nuevo ¿Qué sabes tu lo que es un rumor y lo que no? Hace un tiempo ni siquiera sabias quien era el 815.
—Sé lo suficiente para saber que todavía tiene sus dientes intactos, no trato de ahorcarse, y absolutamente no trato de estrangular a la chica de ayer.
Georg y Gustav se miraron.—¿Como...?— comenzó Georg, pero Gustav lo interrumpió.
—Tom, has... ¿has hablado con el?
Georg resopló, pero luego su rostro se puso extrañamente blanco por unos segundos.
—Cada vez que has desparecido...— dijo lentamente— Cada vez que te hemos visto bajar del piso de las celdas...
Oh, mierda.
El corazón de Tom golpeo contra su pecho y sus manos comenzaron a sudar. Miró a su alrededor, desesperado por encontrar una solución.
—Uh...— balbuceo— no, yo.... yo solo ...— suspiró.
Era muy mal mentiroso para poder salir de esta, así que al final volvió a suspirar. Debería de acabar de una vez. Georg y Gustav eran peores que ancianas cuando se trataba de chismes y esparcir rumores. Puede ser que sea mejor escuchar la verdad de el, en lugar de andar especulando y chismeando cosas que no son ciertas.— Su nombre es Bill— dijo, sin atreverse a mirar a sus colegas a los ojos— Bill Kaulitz.