VIII.- Recuerdame de nuevo que significa "demasiado cerca"

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Tom se detuvo afuera de la habitación de Bill y miro a través de los barrotes. La habitación estaba a oscuras, era algo muy común, pero lo estaba más después de que el sol se había escondido.

Tom trató de curiosear en el interior, no podía ver mucho, pero parecía como si Bill no estuviera dentro. Tal vez estuviera en el baño; se podía ver una luz saliendo por debajo de la puerta del baño, pero no se escuchaba ningún sonido provenir de esa habitación.

Encontró la llave en su cinturón y abrió silenciosamente las dos cerraduras de la celda de Bill.

Abrió la puerta lentamente, casi temiendo hacer ruido y perturbar el silencio.

Una luz plateada entro a la celda desde el pasillo, iluminando la pared del fondo. Tom casi sintió que el alma le salía del cuerpo al ver una figura parada al lado de la ventana, su rostro estaba en sombras pero podía sentir su mirada sobre él.

—¿Quieres dejar eso?— suspiró, tratando de no hacer tan obvio lo cerca que había estado de un ataque cardíaco.

La figura de Bill inclino la cabeza, haciendo una señal con el dedo para que se acercara.

Tom caminó vacilante hacia delante, entrecerrando los ojos, tratando de distinguir sus rasgos en la oscuridad, así se vería menos como un personaje de una película de terror. La única cosa que faltaba es que empezara a contorsionarse y a caminar hacia atrás lentamente, con la televisión parpadeando.

…Mierda.

—¿Hola?—Preguntó, su voz golpeó contra las paredes haciendo eco.

El prisionero inclinó la cabeza hacia el otro lado y volvió a hacer la señal con su dedo.

Ven aquí.

Escalofríos le recorrieron lentamente la columna vertebral, no despegaba los ojos de la sombra como si temiera que de repente le fuera a saltar encima. Se detuvo cuando estaba a un brazo de distancia de él.

Se quedaron así por un momento, solo mirándose el uno al otro, Tom de nuevo sintió que casi su alma salía de su cuerpo cuando Bill se decidió a hablar.

–Deberías de ver tu cara, es divertida.

Luego, dio un paso hacia la luz con una sonrisa en su rostro.

–Parece como si hubieras visto un fantasma.

Tom volteó los ojos, pero en secreto se alegraba de que Bill hubiera salido de la oscuridad. Parecía que Bill estaba intentando sacarle un susto y Tom no podía demostrarle que estaba funcionando.
—¿Tienes hambre?— Tom preguntó. –Te he traído un sándwich…

Anne se lo había dado antes de que partiera, diciéndole que le podría encontrar un buen uso, si es que el no lo quería, y Tom había entendido la indirecta.

Bill se mordió los labios mostrando una sonrisa de regocijo.

—¿Me trajiste comida?

—Uh….tipo de,— admitió Tom, sonriendo tímidamente.

Bill levantó las cejas pero no dijo nada. Se sentó a la mesa y extendió la mano, Tom saco de la bolsa el sándwich y se lo entregó.

—Ahora que tienes la amabilidad de traerme comida,— dijo Bill abriendo el sándwich y examinado lo que tenia adentro. Cuidadosamente saco el pedazo de lechuga de entre el queso y el jamón y lo puso sobre la mesa. –Creo que deberíamos empezar a llamarnos por nuestro nombre de pila. ¿Eh Tom?

— Umm.

—Sabes mi nombre, ¿no? Sé que escuchaste la conversación con la mujer de la cafetería.

PRISIONERO 815 (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora