Capítulo 37

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El promedio de tiempo que soporta la zona B debajo del agua es de cuatro minutos y veinte segundos, algunos aguantamos más de seis minutos y otros apenas llegan a los dos minutos, pero lo máximo que alguna vez soportamos antes de hoy todos juntos debajo del agua fueron apenas tres minutos y algunos segundos. Los más capaces en este sentido somos los cuatro de ataque y los ocho guardianes. Dejando de lado ese tecnicismo, lo llamativo para los resultados fue que una vez que terminamos de guardar nuestra pelota, tomamos aire y nos sumergimos otra vez, para sumar los últimos minutos que pudiéramos soportar los treinta bajo el agua, superamos nuestro promedio y, al mismo tiempo, nuestras marcas individuales con gran ventaja, sumando otros siete minutos y treinta y siete segundos.

Estos fueron los resultados de la prueba de Agua:

Zona B, jugamos diecisiete minutos y ocho segundos más que los últimos, la Zona C, sumando 1028 segundos de ventaja; Zona D, jugó ocho minutos y cincuenta y nueve segundos más que la Zona C, sumando 539 segundos de ventaja; Zona A, jugó seis minutos y cincuenta y seis segundos más que la Zona C, sumando 416 segundos de ventaja; Zona C, no sumó ventaja.

Y ésta es la tabla de posiciones actual:

1-Zona B: 1238 segundos.

2-Zona D: 923 segundos.

3-Zona A: 807 segundos.

4-Zona C: 298 segundos.

Si alguien me preguntara cómo hicimos, no sabría qué decirle. No recuerdo todo, no me parece que haya sido tanto tiempo; siete minutos no son nada, pero siete minutos sin respirar puede costar la vida y los treinta lo hicimos, juntos, al mismo tiempo. Siete, casi ocho minutos, increíble. Recuerdo que nos tomamos de las manos y que estuve casi todo el tiempo con los ojos cerrados. A veces creí escuchar que me hablaban o hasta incluso siento que podían ser los pensamientos de mis compañeros lo que escuchaba, eran tan parecidos a los míos. Todos coincidimos en que en un momento dejamos de percibir el entorno del mismo modo en que lo hacemos siempre, como si se nos hubiese despertado otro tipo de sensibilidad.

Rompimos nuestra marca y cualquiera anterior en este terreno, somos los reyes del Agua, somos los peces que nadan en ella. Ahora nos falta poder volar, pero para eso falta un poco todavía.

Algo parecido a la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora