Después del día de ayer, en el que, además de comer y ver los videos de la pileta mientras lo hacíamos, sólo nos dedicamos a descansar para estar con energías hoy, estamos listos para la última prueba. Mañana vamos a subir a la nave quedemos en la posición que quedemos. Estamos tan cerca de conocer finalmente nuestro destino que eso, un poco, me asusta. Ayer estuvimos muy tranquilos y a gusto, el grupo está unido como nunca, tenemos una fuerza mucho mayor que para la primera prueba. Lo que pasó en la pileta es algo que nos sorprendió a todos y que nos llenó de confianza y entusiasmo. Nos falta ganar.
Nuestra situación mental es de lo peor de todas formas, estamos conscientes del cambio que va a darse en nuestras vidas, de que podemos morir o vivir en otro planeta, de que como mucho podemos esforzarnos para que el cambio sea el mejor, pero no podemos evitar el cambio en sí, de que la vida que tuvimos ya no existe y para colmo no vamos a volver a besar, ni abrazar, ni conversar con nuestra familia en la intimidad. Y tenemos que tratar de no caernos.
La prueba de Aire es básicamente igual a la de Tierra salvo el terreno, por supuesto. Un camino larguísimo con obstáculos hasta el centro de la pista, para terminar tenemos que llegar todos, por reglamento nos podemos ayudar, pero los obstáculos en el aire son suficiente para uno solo y es difícil dar ayuda; considerando además que al principio del camino cada sendero está tan lejos del próximo, sólo es probable la ayuda exitosa entre los participantes en los últimos metros del camino, cuando no es necesaria. En resumen, nos podemos ayudar por reglamento, pero es imposible que nos ayudemos.
Espero estar cerca de 5999 y de mi hermano para saber cómo vienen. No sé si faltará una hora o cinco minutos para que salgamos, me quedé un poco en la vida de la otra noche, qué hubiera sido si... pero la vida de la otra noche no es la nuestra, fue una excepción entre todas nuestras noches, un simulacro de cómo podríamos haber vivido si... de todas formas estoy con la cabeza en la prueba, no pienso dejarme estar en este momento tan decisivo sólo porque pude saborear por un momento una vida diferente. Somos lo que somos, competidores, y sólo tenemos que hacer una cosa: competir... y en lo posible, ganar.
5271 se me acerca y se sienta al lado mío en la cama. Me pregunta si todo está bien y le cuento rápidamente, en dos frases, lo que me pasa. Entonces me dice: "Numeral, a mí también me pasó ver algo diferente y hermoso la otra noche, no creo que haya uno solo de nosotros que no lo haya sentido, pero nuestro acá y nuestro ahora son otros, a mí también me costó... me cuesta". Después de usar tan bien las palabras, como siempre hace, se toma unos segundos para agregar: "Nos quedan menos de veinte minutos para salir".
Tendremos que hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Algo parecido a la lluvia
Science FictionEn un futuro lejano, distópico y post-apocalíptico, el mundo presenta un clima arbitrario y peligroso y, en él, la sociedad se encuentra organizada de un modo muy diferente al de nuestros días, dividida en cinco comunidades separadas. Un grupo reduc...