Capítulo veintiocho.

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—No, no. De verdad que no— Jazmín volvió a negar con la cabeza. Dejó sobre la barra la cerveza que se estaba tomando y agarró de la mano a Valentina. Florencia tiraba de la otra mano y entre las dos la arrastraban hasta el pequeño escenario del local, donde un par de micrófonos, butacas e instrumentos descansaban esperando a los siguientes participantes en la noche de micro abierto. —No, por favor— volvió a decir la castaña, intentando zafarse del agarre de ambas —No se me da bien cantar. Basta.

   Intentaba hacer fuerza con los pies, rezando interiormente para que se clavasen al suelo. Pero no. Eran dos contra una.

   Desde la barra, los españoles, Damián y Carla observaban la escena divertidos.

    En un primer momento, Jazmín le había propuesto a Florencia que subiese a cantar con ella, pero ésta se había negado alegando que no tenía voz para ello y que además, no estaba lo suficientemente borracha como para hacer el ridículo de esa forma. Inmediatamente después, Andra ofreció a Valentina, quién también se negó. Pero ésta no podía alegar nada pues la ayudante de cocina sabía muy bien que cantaba genial.

—Pará, boluda— repitió la castaña, intentando recular, pero era imposible.

—Cantás re lindo—la animó Jazmín.

    Florencia hizo más fuerza en su agarre pero sin llegar a hacerle daño. Lo cierto era que le apetecía mucho escucharlas cantar juntas. Si la pelirroja pensaba que su amiga cantaba bien, entonces era verdad. Y algo así seguro que era digno de ver.

—Dale, te vamos a apoyar desde la barra igual— añadió la Estrella en un intento por hacerle aflojar.

—Cantá vos— contestó.

—Felpa insistente— escupió.

—Bueno, ya fue— dijo de repente la pelirroja, parándose en seco pero sin soltar la mano de Valentina. Florencia la imitó. —Soltala Flor— y lo hizo. Después fue la propia Jazmín la que la soltó también.

   Valentina suspiró victoriosa, sacudiéndose las manos tras de sí. Se dispuso a darse la vuelta para volver a la barra con el resto, pero repentinamente la pelirroja la agarró, echándosela al hombro de manera ágil y fuerte. Sorprendida y asustada a partes iguales, la joven intentó bajarse de donde estaba, pero le fue aún más imposible porque en apenas segundos se encontraba en el escenario junto a su amiga, a la cual le dio un pequeño empujón por haberle hecho aquello.

    Florencia, con las manos aun tapándose la boca porque jamás se habría imaginado que Jazmín tendría tanta fuerza pese a que Valentina era una chica muy delgada y baja, sonrió divertida por lo que la ayudante de cocina acababa de hacer. Después, cuando el público aplaudió, ella también colaboró, marchándose mientras tanto a la barra con el resto de sus amigos.

   Jazmín agarró rápidamente la guitarra y se sentó en una de las butacas. Esperó con paciencia a que su amiga también lo hiciese, y aunque ésta se veía con ganas de salir huyendo, sabía que una vez arriba, no le quedaba otra que colaborar. Así que al cabo de unos segundos Valentina se sentó también en la butaca de al lado, agarró el micrófono, regulando la altura de éste hasta que quedó frente a sus labios. La pelirroja la imitó, después se acercó a su oído y le susurró el nombre de la canción que pensaba cantar con ella. La chica asintió, dándole a entender que la conocía y que además también se sabía la letra.

—Hacen una linda pareja— comentó Damián, sin conocer para nada la historia de ambas y obligando a Peter a darle un pequeño codazo en el brazo para que se callase la boca. —O no— se corrigió él inmediatamente.

—Fanático de las tortas— escupió Florencia sin poder contenerse de nuevo, haciendo reír a su hermana.

   Andra dio un largo trago a su bebida, después la dejó encima de la barra, apoyó sus codos sobre ella y centró la mirada tanto en Valentina como en Jazmín. Más en la primera que en la segunda. Parecía nerviosa, y desde su posición podía observar cómo ésta intentaba controlar sus temblores. Entonces le hizo una señal con la cabeza, acaparando toda la atención de la castaña, que la miró directamente a los ojos. La española le sonrió, le dijo mediante gestos con las manos que se tranquilizase y ésta asintió.

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