Se apoyó en la encimera de la cocina y ojeó una por una las fotografías que había hecho y que le habían pasado con el bebé. Después de un día sin él continuaba sintiéndose rara; como si le faltase algo. Era raro de explicar y aún más raro de asimilar y entender. Quizás ni siquiera había explicación. El amor era algo que se sentía, te arrasaba y ya. No se paraba a darte tiempo para nada más.
Ese bebé le había llenado de una manera que hasta le daba vértigo. Cuando Servicios Sociales se lo llevó notó como si le hubiesen arrancado una parte de ella que ni siquiera sabía que estaba ahí; pero estaba. Y ese pequeñajo fue el causante de despertarla.
Jazmín había intentado contactar con Servicios Sociales hacía un par de horas para saber del bienestar del bebé, o para saber al menos donde se encontraba o cuál sería su futuro. Pero las respuestas eran nulas y vacías. Al no tener ningún tipo de relación con el pequeño o al no tener intenciones ni posibilidades de adoptarlo, Servicios Sociales se limpiaba las manos por completo, por lo que en aquel momento, el bebé se encontraba en paradero desconocido para ellas. Sin embargo, no podía sacárselo de la cabeza.
Esperaba que con el tiempo fuese mejor. Era consciente de que habían sido unos momentos muy intensos y de que por lo tanto no se borrarían así como así, pero el sabor que le dejó era otro totalmente distinto. Y debía aprender a lidiar con eso.—¿Seguís como alma pena por el asunto del bebé?— preguntó Carla, que apareció tras ella, asustándola. Le sonrió y se acercó a la nevera para tomar un vaso de agua.
—Si— se limitó a responder, suspirando.
Su hermana apretó los labios y se sentó en frente de ella. Apenas había tenido tiempo para pasar un rato con ese bebé, ni siquiera lo tuvo en brazos durante más de cinco minutos, pero en parte entendía perfectamente el gran cariño que Florencia le había cogido.—No podía estar siempre en el Hotel— se encogió de hombros —No es lugar para un bebé.
—Igual no tenés que hablarme como si fuera una niña pequeña— le recordó haciendo una mueca con la mano —Yo supe bien lo que iba a pasar.
—Pero te sentís como derrotada.
—Fue un bebé lo que tuvimos al cargo, Carla. No un…— intentó controlar el tourette —…vibrador— escupió.
—Alta comparación.
Florencia suspiró, negando a su vez con la cabeza.—Es que es un ser vivo, viste. Una personita. ¿Cómo querés que esté?
—Bien— contestó como si fuese lo más obvio del mundo —Seguro que va a estar mejor de lo que estaba con esos que lo abandonaron. Ahora va a tener la oportunidad de que lo adopten personas que quieran hacerse cargo de él. Tenés que alegrarte y seguir con tu vida.
—Obvio que voy a seguir con mi vida— soltó —Pero yo no soy como vos. Yo tengo sentimientos.
—¿Ah, ahora resulta que no tengo sentimientos?— preguntó haciéndose la ofendida. Florencia rodó los ojos. Lo cierto era que no tenía ganas de discutir con nadie, y mucho menos con Carla.
Por suerte Jazmín entró en la cocina ya con el uniforme puesto mientras se abrochaba los últimos botones de la parte de arriba. Con el ceño fruncido tardó poco en notar la tensión allí dentro. Le preguntó con la mirada si debía dejarlas solas, pero Florencia negó con la cabeza, mostrándole su indiferencia respecto al tema de Carla.—¿Todo bien?— preguntó la pelirroja extrañada. No hacía falta haber escuchado la conversación para saber por qué ambas estaban así.
—Sí, todo bien— se apresuró a responder Carla, que con las mismas se levantó del taburete para irse. Tenía cosas que hacer y poco tiempo que perder con aquel tema. Así que después de despedirse de las dos abandonó la cocina tal y como había entrado.
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Ven hasta aquí, dentro.
FanficFanfiction basado en la telenovela argentina "Las Estrellas". Muchos de los personajes que aparecen en ésta historia no me pertenecen. El resto y parte de las tramas son inventadas. #SupportLGBT