Se detuvieron justo delante de la puerta de la habitación de Peter. Con una rápida habilidad Andra introdujo su mano libre en el bolsillo delantero de los pantalones de éste, que en esos momentos dejaba caer todo el peso de su cuerpo en los hombros de Valentina y de su hermana. Había bebido demasiado, tanto que hubo perdido en seguida la cuenta de las copas que llevaba encima. Al final Andra no tuvo más remedio que llevárselo de la fiesta en el deck del hotel para acostarle porque ni siquiera se mantenía en pie. Con la cabeza agacha pues de verdad sentía como si el mundo le diese vueltas intentó ayudar un poco a las dos chicas que lo sujetaban para que no tuviesen que cargarlo demasiado, pero cuanto más intentaba hacer fuerza con las piernas más se mareaba.
La española suspiró.
—¿La encontrás?— preguntó Valentina, asomando la cabeza por el brazo que Peter tenía sobre sus hombros.
Andra se mordió el labio inferior, sacó la mano del bolsillo delantero de los pantalones de su hermano y pasó a rebuscar en los traseros. Peter en seguida sonrió y soltó una carcajada lo suficientemente sonora como para que el segundo pasillo del Hotel se despertase.
—Pará boludo— le llamó en seguida la atención Valentina —No te rías.
—Esto es...— Peter frunció el ceño, intentó encontrar la definición correcta, pero todas las palabras se descolocaban en su cabeza, quitándole todo el sentido posible. —...cesto.
—Incesto, estúpido— le corrigió su hermana —Ya te gustaría. ¿Dónde narices tienes la llave de la habitación?
El chico de pelo de color se encogió de hombros inocentemente.
—¿Y si se la dejó dentro?— aquella pregunta por parte de la castaña la puso aún más nerviosa, pero continuó con la búsqueda de la maldita tarjeta para poder abrir la puerta de la habitación de Peter y así acostarlo. Comenzaba a sentir el hombro bastante cargado por el peso, pero sabía que si lo soltaba de su agarre tanto él como la argentina podrían caer al suelo.
—Conociéndole no me extraña que se la haya metido en las pelotas— gruñó Andra al probar suerte en el otro bolsillo.
—Prueba a mirar— la desafió divertido Peter, riéndose de manera escandalosa justo después.
Ignorando el comentario de su hermano pues sabía que estaba demasiado borracho como para participar en su juego, Andra introdujo más la mano en el bolsillo trasero de los pantalones de éste, llegando a rozar con la yema la tarjeta de la puerta de su habitación. Se volvió a morder el labio y estiró más el brazo para cogerla.
Cuando la cogió por fin soltó un suspiro de victoria que provocó una sonrisa en Valentina. Con los músculos algo cansados porque quizás ella también había tomado bastante alcohol y se sentía pesada, acercó la tarjeta a la ranura de la puerta hasta introducirla en el interior. Esperó varios segundos a que la lucecita se encendiese en color verde para poder entrar, pero en lugar de mostrarles ese color se puso de uno rojizo. Andra con el ceño fruncido agarró el pomo de la puerta e intentó abrir igualmente, pero estaba completamente cerrada.
—No se abre— comunicó la española, provocando de nuevo las risas de su hermano.
—¿Cómo que no se abre?— preguntó Valentina con los ojos muy abiertos.
Andra desesperada negó con la cabeza. Probó a sacar la tarjeta y volver a introducirla en la ranura, pero de nuevo la luz roja era la única que se encendía, por lo tanto la puerta continuaba completamente cerrada. Repitió el proceso varias veces, hasta que cansada le dio una leve patada porque era absurdo intentarlo. No iba a abrirse. Algo estaba fallando. Y no le extrañaba, muchas cosas fallaban en ese Hotel.
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Ven hasta aquí, dentro.
FanfictionFanfiction basado en la telenovela argentina "Las Estrellas". Muchos de los personajes que aparecen en ésta historia no me pertenecen. El resto y parte de las tramas son inventadas. #SupportLGBT