Capítulo 1

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Por tercera vez en esta semana esperaba pacientemente que me pasaran a la oficina del director, y por pacientemente me refiero a que no tengo otra maldita opción, mi mejilla arde un poco por la cachetada con la que inicio la pelea, aun no puedo creer que se subiera a una silla para golpearme, lo último que quería era terminar aquí de nuevo, pero no pude reprimir mis ganas de estrangularla.

-Esto es tu culpa, fenómeno -Le escucho quejarse, gire mis ojos -Maldita rara.

-Pulga retrasada, mi nombre es Kendall.

-¡Que dijiste!

-También sorda, sorda, pulga y retrasada -Sujeto su mochila para luego estamparla contra mí, logre defenderme sujetándola también.

-¡Suéltala, estúpida! -Se la arrebate lanzándola atrás del escritorio de la secretaria.

Antes de que ella pueda reaccionar la secretaría hiso acto de presencia -Pueden pasar -Me puse de pie, no logre dar ni un paso sin que ella intentara hacerme caer dándome un empujones -¡Basta! -Me dio un último empujón para luego ir a recoger su mochila y entrar de una vez por todas a la oficina del director.

-Qué extraño verlas aquí de nuevo -Dijo cuando tomamos asiento frente a él, su sarcasmo era evidente.

-Fue culpa de ella -Me señalo volviendo a acusarme, claro la niña estúpida nunca hace nada, bufe.

-Señorita Contreras, sé que usted tiene igual de culpa que ella. -ja perra, se formó una sonrisa burlona en mi rostro -Es la tercera vez que están aquí en la semana, otra de sus absurdas peleas, ¿Cuál es la excusa esta vez?

-Ella empezó de nuevo a insultarme, me arrojó su estuche de maquillaje a la cabeza mientras escribía.

-¿Porque hizo algo así?

-Porque no soporto que me ignoren y mucho menos esto -Dice señalándome.

-Tanto te importa mi atención estúpida -Una enorme fuerza sobre humana evitaba que la matara frente al director.

-Me importa un carajo tu atención solo quería el libro que te habían pasado idiota no solo era para uso tuyo.

-¡Basta! No puedo seguir tolerando discusiones de niñas pequeñas que se van a los golpes, quedan expulsadas de la institución -Suspire, tratando de no soltarle un puñetazo a ella y al director -Salga señorita Turquía, usted se queda -Le dijo a ella.

Salgo de dirección con ganas de bajarle cada uno de sus perfectitos dientes, la ventaja de esto es, que no la veré por un par de días, no es que me importara mucho la expulsión, solo el hecho de que mis padres me mataran. Al llegar a mi casa como es común mis padres no se encuentran, pero esta vez fue la excepción, los encuentro esperándome con el ceño fruncido, claro el director ya les llamo para contarles la extrovertida noticia.

-Hola, que extraño verlos a esta hora -Digo con una sonrisa inocente.

-Siéntate Kendall -Me pide mi padre -Nos llamó el director para contarnos tu espectáculo, ¿nos quieres explicar?

-Me expulsaron -Dije tragando en seco -Me peleé con la idiota de la popular, porque tiro su estuche de maquillaje a mi cabeza.

-Tres veces en la semana -Suspire.

-Las demás fueron por otras cosas absurdas provocadas por ella misma, ¡Solo me defendí!

-Estas castigada Kendall, quiero tus llaves te quedaras aquí encerrada sin salidas y sin celular.

Las arroje en la mesita de la sala -Y piensas que salgo algún sitio o que tengo amigos, me conoces tanto papá -Digo en tono sarcástico, subo las escaleras casi corriendo hacia mi habitación, queriendo escapar un poco de todo esto.

(...)

Bajo hacia la estancia alrededor de las 7 pm, me encuentro con mi padre en la sala hablando por teléfono mirando con el ceño fruncido los papeles regados por la mesita.

-Kendall, ven aquí -Me senté a un lado del mientras termina su llamada, husmeando algunos de sus documentos tratando de distraerme -Tenemos que hablar -Le miro confundida -Recuerdas la fundación de la que te comente -Asentí -Tenemos una chica, la cual hemos estado tratando durante un mes, su caso es bastante delicado, es hija de narcotraficantes, ha estado viviendo en la casa común.

-Los arrestaron -Asintió.

-Así es, por lo cual la vamos a sacar de ahí.

-¿Le buscarás otro hogar? -Negó.

-La traeremos a casa -Fruncí el ceño -No me mires así, necesita ayuda.

-Vale -Respondí desganada -Donde dormirá -Sonrió de lado -Ah, ah, no, nada de eso, sé muy bien lo que estás pensando -Dije con el ceño fruncido.

-Se quedará en tu habitación -Dijo mi madre haciendo acto de presencia -Elige, ¿el gimnasio desaparece o se queda en tu habitación? -Gire mis ojos cruzándome de brazos.

-Puede dormir en la cochera -Sugerí.

-Hare que tu duermas en el jardín -Señalo.

-No pueden pasar mi gimnasio a mi habitación -Ambos negaron -Ya que -Dije encogiendo me de hombros molesta -¿Cuando viene?

-Mañana -Les mire sorprendida.

-Una noche antes se les ocurre informarme -Nunca me toman en cuenta.

-Hija, hasta hoy logramos arreglar los últimos documentos -Dijo el con una sonrisa tratando de disculparse -Espero una buena actitud de tu parte -Gire mis ojos, a nadie le importa una mierda mi comodidad.

Luego de la reveladora conversación con mis padres, cene mientras miraba la TV ellos estaban muy distraídos que no se dieron cuenta de que estaba violentando mi castigo. Mi padre aun ordenaba documentos con mi madre, al parecer les preocupa bastante que esa misteriosa chica salga de la casa común, me incomoda esta situación ya tuve suficiente para un día con la pulga fresita, mis padres son buenas personas, les sobra dinero para ayudar a ese tipo de organizaciones, pero no comprendo la tontería de acoger a una desafortunada en la casa.

(...)

Alrededor de las 8:00 am, bajo las escaleras hacía la cocina, mi madre al parecer ya se iría a trabajar, no veo a papá por ningún lado.

-Te hice el desayuno y el almuerzo, solo lo calientas -Me regalo una pequeña sonrisa.

-Gracias -Dije mientras bostezaba un poco sentándome en un banco de la isla.

-Quiero tu mejor actitud esta tarde Kendall -Fruncí el ceño de nuevo la charla, ¿Es en serio? giré mis ojos -¿De acuerdo?-Preguntó.

-Vale -Dije en tono desganado.

Mi día transcurre sin novedad alguna, normalmente los sábados salgo a dar un pequeño paseo por el parque me gusta ir a observar a los patinadores callejeros aparte del aseo de la casa, excepto cuando mis padres deciden salir desde el sábado a nuestra cabaña en el bosque, mi lugar preferido, mis padres normalmente rompen rutina los domingos, mi madre le llama "Domingos en familia" a los viajes a casa de mis abuelos, a los almuerzos en algún restaurante o los viajes a la playa, mis padres son una mezcla de todo, a veces gruñones o a veces divertidos, mantienen su imagen de empresarios dueños de la cadena de hoteles "Turquía INC", reconocida a nivel nacional.

No vivimos en una mansión, pero si en un barrio residencial de alta clase, mis padres se centran en gastar su dinero en ayudar a los necesitados, a pequeñas organizaciones sin ayuda del gobierno, de esto se compone la familia Turquía.

Lentamente abrí mis ojos al escuchar como golpeaban la puerta de mi habitación con fuerza.

-Kendall baja -Escucho el grito de mi madre.

-¡Genial! llegaron -Murmure con desgano incorporándome del piso lentamente, camine hacia la sala casi arrastrando los pies, al llegar me paralice de golpe.

-Kendall, ella es Verónica.

¿Odiarla o amarla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora