Llegamos a un pequeño local, pero con ambiente en grande.
Un grupo de jazz toca en el escenario como si tuvieran auditorio lleno, con toda la pasión que alguien puede poner a lo que hace.
Alec pide una cerveza y yo solo una soda. Nos quedamos en silencio durante un largo rato, solo escuchando la música, dejando que inunde cada uno de nuestros poros y que embriague nuestros sentidos.
—Esto es Jazz, esto es música real.
—Bueno, debo admitir que esto suena realmente diferente a lo que estoy acostumbrado.
— ¿A qué te refieres?
—Ya sabes, yo crecí con la idea de que el Jazz solo era usado como ambientación en las fiestas elegantes. — Al ver que niega con la cabeza agrego— Alec... crecí con una estación llamada Jazz 103.3 ¿Qué esperabas? Ese es el tipo de Jazz que yo conozco.
—Ese es el problema, la gente, las generaciones, matan al Jazz, están logrando que desaparezca. Mags lo que tu escuchabas está lejos de ser Jazz. El Jazz real relaja, te hace sentir bien, alegre. No como lo que logra el Jazz actual que es... hacerte dormir.
—Vamos... no puede ser tan malo.
—Lo es... quiero que observes a los músicos en el escenario. — Dejo de verlo a él para centrar mi vista en el grupo. — Todos llevan su ritmo, pero todos le ponen su toque, improvisan... observa al saxofonista, está en su mundo, dando todo en su pieza, luciéndose. Todos lo sienten y hacen que sea contagioso....
¿En qué momento deje de observar al grupo para centrar mis ojos en Alec? No lo sé. Pero viéndolo intentando explicarme lo que más ama con tanta pasión, intentando que lo comprenda, puedo notar que lo que empiezo a sentir no es solo un capricho tonto... y tengo que resolver muchas cosas antes de hacer algo al respecto.
****
Luego de varias canciones, me dirijo al baño, reviso mi teléfono antes de regresar a la mesa con Alec cuando veo una llamada perdida, la regreso de inmediato.
—Si... él habla... ¿Qué?
Salgo del baño brincando de emoción y me dirijo a Alec, al cual con unos pequeños golpes en el hombro le indico que me encuentro detrás de él.
Cuando me regresa la mirada no puedo esperar y lo suelto de repente.
— ¡Me dieron una segunda muestra de bocetos!
— ¿Bromeas? — Y me sonríe como si sintiera la misma emoción que yo siento en este instante.
—No... no puedo creerlo, tengo que preparar todo para mañana.
—Sonaste idéntico a esa película del Diablo Viste a la Moda, donde la asistente tiene que tener todo listo— Hace cosas muy graciosas con sus manos al decir eso.
—Claro...
— ¿No sabes cuál es cierto?
—No... — Y esta vez no puedo evitar hacer una mueca de pena.
—Estas bromeando... ¡es un clásico! Tienes que verla... la estarán pasando en Village East ya sabes por los clásicos y esas cosas. ¿Te gustaría verla?
—Claro.
—Mañana a las 9:00, ¿está bien para ti?
—Perfecto. — Y esta vez sonrío porque me siento el hombre más feliz del mundo.
Minutos después, estamos fuera del lugar, nos despedimos y acordamos de nuevo la hora para el día siguiente y sin más nos alejamos en direcciones diferentes.
No puedo evitar voltear solo para saber si el me ve, pero cuando giro mi cabeza lo único que veo es a un Alec alejándose y aun así no me siento mal, solo me hace pensar en lo feliz que me siento, en que es como si estuviera conociendo a una persona que llevo años esperando, en que fue a Alec a quien le conté de mi segunda muestra de bocetos en lugar de Camille y que no siento ni un poco de culpa por salir con él en lugar de con ella.
El frio de New York se cuela bajo mi abrigo haciendo que camine más deprisa, pero la vista hace que camine de forma normal, hace que lo disfrute y hace que la idea que ronda por mi cabeza desde que observe a Alec, desde que hable con él, se sienta más firme que nunca y se quede en mi cabeza como un letrero luminoso.
Me estoy enamorando de Alexander.
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Promise
FanficUna historia. Mil promesas. Mil formas de decir te amo. Un solo amor ante las estaciones del año. Diciembre 2018 - 11# Música