38. Lo necesitamos

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N/A: Ya tienen nueva historia en el perfil! Por si les gustan los hombres lobo... pues puede que les guste :v jaja
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Entre Cat y yo arreglamos todo el lugar, me bañe, comí. Me sentía feliz después de días y eso me sentaba bien.

No le había dicho a que hora llegaría o la hora del vuelo, nada. Todo era muy sorpresa, así que me resigne a esperar y esperar.

A eso del medio día, decidí salir por un bocadillo. Mientras caminaba con los auriculares puestos, mi mirada se detuvo en un puesto de revistas y periódicos y como si de un iman fuera, mis ojos se detuvieron de inmediato en la revista color verde que mostraba en portada a mi "novio" besando a la protagonista de la banda, y debajo de ellos en letras grandes y brillantes.

«El final que todos esperábamos»

No soy consciente de lo qué pasa después de eso.

—Son perfectos juntos ¿no lo crees?

Una chica de pelo castaño, sonriente y completamente emocionada, me lo pregunta, completamente ajena a mi situación.

—Ya lo creo.

Me limito a contestar, compro la revista y me alejo lo más rápido que puedo a mi casa. Necesito estar solo.

*****
Con las maletas preparadas y ya puestas en el auto, presidente miau en mi regazo y mis amigos enterados de mi decisión, me dispongo a esperar a Alec en la sala de estar de su casa.

Le pedí a Cat que hablara con él y le pidiera vernos en su departamento, que inventara algo,  que su casa estaría ocupada o que tendría una visita o que simplemente regrese a lo que solía llamar mi hogar.

No me importaba. Solo que si armaría una escena, no seria en casa de Cat.

Luego de lo que parecen años, escucho la puerta abrirse. No se que esperaba Alec exactamente, probablemente una cena romántica, o que lo recibiera con los brazos abiertos y le llenara de besos, como solía pasar antes de todos los problemas.

Pues entra con una sonrisa tan sincera que en otro momento me hubiera derretido, la misma que en este momento me rompe el corazón. Pero no dura demasiado, en cuando me ve sabe que algo va mal y la sonrisa desaparece, dando paso a la incertidumbre.

—¿Magnus?

No pronuncio ni una sola palabra, solo tomo la revista junto a mi y la pongo en la mesita que adorna la sala.

Alec la toma lentamente y palidece al instante.

—Déjame explicarte.

—No. No quiero escucharte Alec.

—Esto no fue lo qué pasó.

—No me interesa saber qué pasó y en caso de que me interesara algo, sería saber porque no me llamaste y me lo contaste. ¿Porque esperaste a que me enterara de esta forma?

—Lo siento.

Suelto una risa amarga.

—Debes dejar de disculparte y comenzar a actuar Alexander. Parece que te estás quedando atascado.

El silencio se crea entre nosotros y no puedo estar más tiempo así o comenzaré a llorar y no quiero que me vea débil, no ahora.

Tomo las llaves del auto y las llaves de su departamento y alzo a presidente en mi otro brazo.

Cuando estoy frente a él, toco su mejilla y una lagrima escapa, bajo hasta su brazo, hasta llegar a su mano y la tomo. Dejo las llaves en ella y el me mira preocupado.

—No Magnus, no.

—Me voy a casa Alec.

Salgo del lugar y abro el auto para poner a presidente en el asiento de copiloto.

—¿Puedo verte mañana?

Cuando estoy a punto de subir lo miro y meneo la cabeza.

—No Alec, no lo entiendes. Me voy a casa casa, necesito estar lejos de todos o me voy a ahogar. No puedo con todo. Necesito pensar, necesito saber que voy a hacer y no puedo estar cerca de ti, no después de esto. Creo que ambos lo necesitamos ¿no crees?

Subo al auto antes de escuchar su respuesta y arranco.

Y solo entonces, empiezo a llorar.

PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora