15. Navidad

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Luego de horas de nerviosismo y de pasear por el departamento ya listo para bajar al encuentro de Alec, intento sentarme en el sillón y relajarme un poco mientras leo un libro. En mi defensa es lo mejor que puedo hacer.

5 minutos más y la singular señal de que Alec llego suena en la calle, bajo de forma rápida y en cuanto llego Alec me abraza y me da un largo beso antes de ayudarme con las cosas y abrirme la puerta para subir al auto.

— ¿Listo?

—Ni un poco.

—Tranquilo Mags, ellos no muerden solo... asustan un poco.

—Debes estar bromeando...

Arranca sin tomarse la molestia de contestarme y emprendemos camino.

En menos de una hora ya estamos frente a la casa de los Lightwoods, una casa elegante y bastante grande.

—Alec, yo...

—Estaré contigo todo el tiempo, solo respira.

Asiento y salimos del auto, yo llevo a presidente y una bolsa con regalos, mientras Alec lleva dos bolsas más.

— ¡Alec!

La voz de una mujer rompe el silencio y solo veo como se lanza a sus brazos sin importar nada y se cuelga de su cuello.

— ¡Iz! ¿Me extrañaste? — Besa su mejilla y la aprieta más contra él, mientras la chica ríe. —Ven, debo presentarte a alguien.

— ¿Magnus? — Pregunta y se suelta del agarre de para acercarse a mí— Alec no para de hablar de ti... ¿sabes? Me agradas... por cierto soy Isabelle — Me tiende una mano que yo recibo gustoso — La hermana de esta zopenco.

Río tras el apodo y veo como Alec se ruboriza.

—Me gusta tu estilo y tu maquillaje... creo que nos llevaremos muy bien. Vengan.

Con esto último tira de mi para entrar a la casa. Giro la cabeza solo para ver a Alexander sonreír y contagiarme de su sonrisa.

— ¡Magnus y Alec llegaron!

Todos en la sala giran para observarme y yo solo siento como toda la sangre se acumula en mis mejillas.

—Hola...

— ¡Hola! Toma asiento Magnus. Soy Maryse la madre de Alec, siéntete como en tu casa.

—Gracias...

Siento un par de manos sobre mi cintura y toda tensión se desvanece, volteo para encontrarme con esos hermosos ojos azules que brillan como si en ese momento fuera el hombre más feliz del mundo.

****

Para ser honestos creí que la velada iría mal, muy mal. Pero fue todo lo contrario, la familia de Alec resulto ser bastante agradable, primero nos sentamos en la sala junto con Jace y Clary, Simon e Isabelle y la madre de Alec, contaron historia, reímos y como no, no perdieron la oportunidad para que entre platica y platica me advirtieran sobre hacerle daño a Alexander. Alec siempre me tomo de la mano o me abrazaba y dejaba besos en mi frente o en mis manos.

Cenamos, me preguntaron sobre mí, me di cuenta de que en realidad Isabelle no mentía al decir que nos llevaríamos bastante bien, la verdad es que su gusto por la moda y maquillaje es asombroso.

Repartimos lo regalos, nos abrazamos y deseamos feliz navidad, luego de todas la felicitaciones Alec me toma de la mano y me lleva al jardín que actualmente está cubierto de blanca nieve que crea un paisaje maravilloso, me toma entre sus brazos y nos quedamos de esa forma, solo sintiendo, sin decir una sola palabra.

—Te tengo un regalo, solo quería dártelo en privado. — Se aleja de mí para sacar una pequeña caja de su bolsillo y me la tiende. — Anda tómala.

La abro en cuanto la tengo entre mis manos y lo que saco me deja sin palabras, lo que tengo en mis manos es un Omamori.

—Dicen que te trae amor y protección.

—Espero que haga su trabajo bastante bien. Gracias Alexander, es precioso.

—Yo mismo lo espero.

—Yo también tengo un regalo para ti. — Saco la pequeña caja de mi abrigo y se la tiendo.

No tarda más de 1 minuto cuando la pequeña piedra color azul brilla con la luz de la luna.

—Es un cuarzo, se dice que es para la salud, el amor, la relajación y de más cosas.

—Es hermoso Magnus. Gracias— de inmediato se lo coloca a forma de collar y yo lo amo por eso, y tal como lo imagine hace que sus ojos se vean más brillantes, más azules, más hermosos.

No resisto más y lo beso, un beso suave, lleno de emoción y amor. Porque ahora lo sé, esto que siento en el pecho cada que veo a Alec, cada que lo beso, que me abraza, que me cuida, no puede ser otra cosa más que amor.

Cuando terminamos el beso y me envuelve con sus brazos mientras observamos la nieve caer, no puedo evitar hacer la pregunta que ronda por mi cabeza desde que llegamos.

—Alec... ¿No mencionaste que tenías tres hermanos?

—Si...

—Ya conocí a Isabelle y a Jace... ¿Dónde está Max? — Siento como se tensa de inmediato y me abraza más fuerte. —Lo siento si la pregunta te incomodo yo... no debí.

—No, está bien... Max... bueno él.

— ¿Qué pasa?

—Él está en su habitación. ¿Te gustaría conocerlo?

—Por supuesto.

Avanzamos a la entrada de la casa pero antes de abrir la puerta Alec se gira y dice algo que no es fácil de asimilar.

—Antes, debes saber que Max... está enfermo, él tiene una enfermedad llamada Síndrome del corazón roto, hace unos meses nos anunciaron que él está muy grave y que no creen que lo logre, no un año más, su corazón está cansado y...

Me acerco a él y lo abrazo, rodeando su cintura con mis brazos y recostándome en su espalda. No estoy muy seguro de que decir, solo sé que un niño como Max no debería estar pasando por eso y su familia tampoco.

—Ven... tienes que conocer a Max, la alegría de la casa.

Alo de nuevo! Bueno vengo con las mismas intenciones que en "No Escape" Pero por si alguien de aquí no sigue esa historia lo digo de nuevo. Feliz Navidad y un próspero año nuevo! Espero que la pasen de maravillas con sus seres queridos y que disfruten mucho y que coman mucho y les den muchos libros o cualquier cosa que pidan.

Bueno para los que vienen de "Where's my love? " Muchas gracias por seguir aquí, por darle la oportunidad a esta historia que literal nació cuando estaba estudiando para un examen y pues... solo escribí en mi libreta y parece ser que lo demás vino solo y funciono. Muchas gracias por sus votos y comentarios, me alegran la vida, me emocionan, me hacen llorar, me siento como si yo no escribiera esta historia, como si solo fuera un lector más.

Gracias por todo, por hacerme ver que no solo escribo para mí, sino que también lo hago por y para ustedes y me alegra más saber que les gusta lo que escribo.

Este año, fue un año de cambios y uno de esos fue el empezar a escribir y estoy muy contenta de haberlo hecho. Sin más agradezco de nuevo por todo, por quedarse o por darle la oportunidad a la historia. Mil gracias. Los quiero y disfruten estas fechas.


PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora