— ¡Tengo emparedados!
— ¿De dónde los sacaste? — Mi mirada viaja de los emparedados a Alec.
—Clary los saco de la cocina y tienes que probarlos, porque juro que son la cosa más deliciosa que jamás probé.
Tomo un emparedado del plato que Alec coloco en medio de nosotros y tiene razón esas cosas son deliciosas o es que de verdad moría de hambre. No lo sé, en este momento lo único que importa es que el bocadillo que estoy llevando a mi boca es perfecto.
—Esto... esto es delicioso...
—Te lo dije.
Comemos hasta que el plato y los vasos de jugo quedan vacíos y ahora que tenemos el problema del hambre resuelto, simplemente nos quedamos sentados demasiado cerca del otro observando la ciudad.
Los únicos sonidos que nos acompañan es el de la ciudad y la música de fondo que emite el celular de Alec y no puedo pedir más porque esta es una memoria que se quedara gravada en mi cabeza para siempre.
—Tienes que conocer a mi familia — Suelta Alec de pronto.
— ¿Yo?
—Si tú... quiero que te conozcan.
—No estoy seguro de que sea buena idea... ni siquiera nos conocemos nosotros dos... quiero decir... bien.
—Bueno... podemos resolver ese problema ahora mismo. — Se levanta de un salto y se dirige a una esquina del edificio yo solo le observo de forma divertida. — ¡Tu ve a la otra orilla!
— ¿Por qué? —Digo entre risas que se escapan de mis labios de forma involuntaria.
— ¡Querías que nos conociéramos! ¡Eso haremos, preguntaremos cada uno algo y cada que respondamos nos acercaremos un paso más al otro!
— ¡Eres un demente! ¡¿Lo sabes?! — Y ya camino a la otra orilla del edificio.
— ¡Me lo han dicho! ¡Vamos empieza tú!
Me quedo pensando durante un momento. ¿Qué me gustaría saber de Alec? En realidad la respuesta es todo, pero no sé por dónde empezar, así que empiezo por lo más básico.
— ¡Sé que ya lo mencionaste antes pero... ¿Cuántos hermanos tienes y dónde están?!
— ¡Esas son dos preguntas! —Solo me encojo de hombros y le sonrío. — ¡Son tres, Jace , Isabelle y Max. Todos viven en Nueva York, Jace vive con Clary, Iz con su novio Simon y Max es el más pequeño por lo que aún vive con mamá! — Avanza dos pasos — ¡Mi turno! ¡¿Dónde están tus padres o con quien vives?!
— ¡Mis padres viven en Ohio pero no hablamos mucho, aquí vivo con tres amigos Catarina, Ragnor y Raphael! —Avanzo dos pasos y el me mira como si hiciera trampa— ¡Fueron dos preguntas! ¡Mi turno, ¿En que trabajas?!
— ¡Soy pianista y bueno... trabajo en donde tenga la oportunidad! ¡—Un paso más — ¡¿Qué es lo que más deseas hacer?!
— ¡Deseo ser un gran diseñador, que la gente conozca mi ropa, mis ideas, me encantaría tener mi propia marca! —Cuando lo digo en voz alta llega a sonar algo imposible, avanzo un paso más — ¡¿Cuál es tu mayor sueño?!
— ¡Quiero tener mi propio club de Jazz, tocar para gente, que la gente la pase bien en ese lugar que será más mío que cualquier otra cosa! — Un paso más y noto que cada vez estamos cerca el uno del otro, tanto que ya no resulta tan necesario gritar. — ¡¿Por qué no dejas el café y sales en busca de tu sueño?!
— ¡Yo... bueno... necesito el dinero, no es tan fácil vivir cuando no tienes a nadie que te apoye y los gastos no se pagan solos! — Un paso más cerca y esta vez ya no grito. — ¿Por qué me buscaste el otro día?
—Necesitaba verte... lo que paso el día de la fiesta... simplemente no podía dejarlo pasar. ¿Por qué dejaste a tu ex?
La pregunta me hace trastabillar un momento.
—No estaba seguro de querer estar con ella, no podía. ¿Qué es lo que más te gusta?
Intento cambiar el tema desesperadamente.
—Tocar el piano, la noche, las estrellas, la luna, dormir y comer, un buen café sin importar la hora del día, un buen libro. ¿Por qué no estabas seguro?
Creo que no dejara el tema, así que no tengo más remedio que responder.
—Creo que... me estaba enamorando de alguien más y no era justo para ella ni para mí. ¿Por qué tanta insistencia en el tema?
Para cuando pregunto esto ya estamos muy cerca el uno del otro, como la noche de la fiesta o como en el elevador hace unos momentos y noto que me gusta esta cercanía.
Alec desliza una de sus manos sobre mis brazos, creando pequeños escalofríos con el contacto.
—Porque quiero saber si la persona que me ha quitado el sueño las últimas semanas corresponde a lo que siento, quiero saber si está dispuesto a arriesgarse por esto — Nos señala con una mano — sea lo que sea.
—Tiene sentido — Una de mis manos viaja hasta estar en su nuca, acariciando su cabello de forma tierna y amorosa. — ¿Quién es esa persona?
Sus ojos azules me miran como si intentara gravar en su memoria cada expresión, como si conociera de mucho tiempo, como si hubiera esperado por esto.
—Creo que está más que claro de quien hablo. —Se inclina un poco y rosa mis labios con los suyos.
—No lo sé. Me gustaría escucharlo. —Lo estoy tentando, lo sé... pero quiero escucharlo, lo necesito.
—Tú.
Dicho esto se lanza sobre mis labios en un beso dulce y apasionado. Nuestro primer beso.
Sentir los labios de Alec es mucho mejor de lo que imagine, es la cosa más maravillosa, cierro los ojos desde el primer momento y solo me dejo llevar por la sensación que me recorre, nos movemos como si nos conociéramos, como si todo este tiempo nuestros labios estuvieran destinados a encontrarse. Suspiro intentando encontrar el aire pero sin querer romper el beso y es cuando Alec aprovecha y desliza su lengua por mi labio como si intentara pedir permiso y yo sin duda se lo concedo.
Esto. El beso, sus brazos abrasándome, intentando reducir el espacio entre nosotros, mis manos en su cabello, sus mejillas sonrojadas, la noche estrellada, la luna y la ciudad de testigos... no puedo imaginar una mejor escena.
Es esto por lo que estaba esperando y aunque en este momento no sabemos que es, mi corazón y mi alma me gritan que es el amor que estuve buscando durante tanto tiempo.
Nos separamos por falta de aire y cuando nuestras frentes se unen ambos sonreímos.
Alec me envuelve en un fuerte abrazo que busca protegerme del frio de la noche. Nos quedamos así durante varios minutos mientras yo me aferro a él y Alec traza círculos sobre mi espalda.
—Creo que es hora de volver
—Puede... pero no quiero hacerlo.
—Entonces quedemos hasta que salga el sol... ¿Qué dices?
—Me encanta esa idea.
Y es verdad porque quiero pasar todo el tiempo posible junto a este hombre que llego a poner de cabeza mi vida.
Quiero estar con Alec, quiero enamorarme de Alec, quiero amarlo y volverme adicto a cada uno de sus besos.
Quiero hacerle millones de promesas y quiero cumplir cada una de ellas.
—Deja de pensar tanto Mags.
—Entonces distráeme.
—Encantado.
Y nos volvemos a fundir en otro hermoso y maravilloso beso.
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Promise
FanfictionUna historia. Mil promesas. Mil formas de decir te amo. Un solo amor ante las estaciones del año. Diciembre 2018 - 11# Música