23. Cantando

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— ¿En qué piensas?

Despertar abrazado a Alec luego de pasar la noche haciendo el amor, es algo para lo cual no tengo palabras.

Solo sé que llena mi pecho de una alegría desconocida hasta ahora.

—En nada interesante.

—Tú siempre piensas en algo interesante.

Me volteo para poder quedar frente a él, tan cerca, que soy capaz de ver todo a la perfección.

Veo como sus rizadas y largas pestañas canturrean cada que parpadea mientras me observa, dejando ver esos profundos ojos azules, las pequeñas arrugas que se forman en sus ojos cada que sonríe, sus labios, rojos e hinchados por lo que pasó hace unas horas y su cabello negro revuelto, haciendo que luzca más joven de lo que en realidad es.

Intento grabar este momento en mi memoria. La gente suele hacer eso y no porque no cuenten con una cámara, es solo que, cuando uno graba cada detalle de un momento como este, es más sencillo recordarlo, porque cuando lo haces, la imagen aparece en tu memoria tan fresca y nítida como el día que te dedicaste a grabarla en tu mente.

Cuando las sombras de la noche y las estrellas aparezcan — Canturreo mientras subo mi mano a su cara hasta tocarla y acariciarla lentamente. —  Y no allá nadie allí para secar tus lágrimas — Alec cierra los ojos ante mi contacto y besa mi palma con dulzura. — Te podría abrazar durante un millón de años para hacerte sentir mi amor.

— ¿Adele?

Asiento mientras una lagrima escapa y mi sonría aparece.

No cambiaría por nada este momento, estar con Alec de esta forma, es lo que siempre soñé.

No es necesario hablar para expresar lo que se siente, en ocasiones las palabras, la música o las acciones son lo único que necesitamos.

Entrelazó mi mano con la suya, y la presionó contra mis labios.

Lo sé desde el momento en el que nos conocimos. Sin duda, perteneces a mi mente.

Alec se coloca sobre mí, limpia las lágrimas que lograron escapar, acaricia mis mejillas, mis labios y mi cuello, pero no de una forma sexual. Se trata de algo lleno de cariño y amor, como si hiciera lo mismo que yo hace unos momentos, guardar mi imagen en su mente.

Yo lo observo embelesado, por mi podría quedarme de esta forma toda la vida, porque esto es lo que quiero para todos mis días.

A Alexander Lightwood.

Yo podría hacerte feliz, hacer tus sueños realidad. Nada que no hiciera, ir a los fines de la Tierra por ti. Para hacerte sentir mi amor.

Esta vez es Alec quien canta antes de besarme profundamente, demostrándome cuánto me ama.

Diciéndome que esto, nosotros, no iremos a ningún lado.

Que no importa lo que pase, nosotros siempre nos levantaremos y lucharemos por esto, porque un amor como el nuestro, no se encuentra fácilmente y porque si lo tienes debes luchar por el con uñas y dientes, sin importar nada.

Porque ambos creemos en las leyendas y porque sabemos que estamos unidos por ese hilo rojo llamado destino, que puede enredarse, torcerse, pero que jamás se romperá. Porque somos uno y nos pertenecemos y no podemos huir de eso... no queremos huir de eso.

Porque lo amo y el me ama y eso es todo lo que necesito saber.

PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora