Las semanas pasaron rápido, estar con Alec era probablemente una de las cosas más maravillosas que me habían podido pasar en la vida. Se dedicaba a mimarme, besarme, abrazarme, quererme y no recuerdo haberme sentido así de querido por alguien en mucho tiempo.
Todas las mañanas me recogía para ir al trabajo, recorríamos el camino desde mi departamento hasta el trabajo entre risas y cantos. Aunque debo admitir que la forma de hacerlo era la más graciosa para mí pero la más ruidosa para Cat.
¿Qué a que me refiero?
Pues bien, cada día de la semana a las 7:30 am Alec llegaba en su antiguo pero no por eso menos hermoso Sedan 1951 y tocaba el claxon hasta que me encontraba con él. Repito, para mí un gesto de lo más romántico, para el vecindario no tanto.
A 10 días de que llegara la Navidad, tuvimos aquella plática que pone tenso a cualquiera que recién comienza con una relación.
—Y bien... ¿Con quién pasaras la Navidad?
—Yo, supongo que solo en casa, Ragnor ira con su familia en Los Ángeles y Cat la pasara con su familia en California.
Paramos frente a la cafetería y con su mira es como si intentara descubrir la mentira en lo que acabo de decir.
— ¿Bromeas cierto? No puedes pasar la Navidad solo, eso... no es agradable, además creí que tendría que preparar los pañuelos porque me dejarías para visitar a tus padres.
—Mis padres. — Suelto una pequeña risa que refleja más tristeza de la que pretendía. —Esa no es una opción Alec, digamos que las cosas no van de maravilla con ellos y no creo que quieran que pase la Navidad con ellos, tengo años de no hacerlo.
Veo como mi mira, en su rostro solo se refleja sorpresa.
—Antes de que digas algo, no es una novedad que pase la Navidad con mi gato, al contrario se ha vuelto algo... común. Mejor tú cuéntame ¿Con quién pasaras la navidad?
—Con mi familia, nos reuniremos todos en casa de mamá.
—Eso suena de maravilla. — Lo beso de rápidamente pues ya voy 5 minutos retrasado al trabajo. — Me tengo que ir pero... nos vemos más tarde ¿Cierto?
—Claro. Te quiero.
—Yo también te quiero.
Bajo del auto y entro a mi trabajo.
****
El día va bastante bien y mejor aún más cuando me percato de que dos hermosos ojos azules me observan desde una de las mesas, preparo un café negro y coloco la taza en su mesa, mientras me siento junto a él... Ari puede atender la poca gente que queda en el local.
—Creí que nos encontraríamos hasta que saliera.
—Tenía ganas de verte.
—En ese caso, no me molesta.
Nos besamos de forma lenta y aun con el local lleno de gente que no se interesa en nosotros.
—Mags...
— ¿Mhm?
—Sobre la conversación de esta mañana...
—Vamos Alec no lo tomes tan en serio, de verdad es algo que no me importa, ya estoy acostumbrado y además esta Navidad será distinta; ¿Sabes? Debo comprar un regalo más. — Le sonrió y tomo su mano por debajo de la mesa.
—No quiero que pases solo la Navidad.
—Alec...
— ¿Qué opinas de venir a casa, conmigo?
— ¿Qu-que...? ¿No crees que sea demasiado pronto?
—No.
Lo miro anonado. ¿De verdad acaba de preguntarme eso? No. No puedo.
—Mira de verdad lo agradezco pero, estaré bien, además no puedo dejar a presidente solo, así que... estaremos bien.
—Voy a fingir que no escuche nada de lo que acabas de decir.
—Pero...
—No aceptare un no por respuesta, no cuando ya tienes un novio que desea pasar la navidad con la persona a la que quiere y cuando puedes pasar estas fechas acompañado.
—Pero Alexander...
—Fin de la conversación.
Suspiro porque sé que de verdad es el fin de la conversación. Y no tengo más opción que aceptar. Pero aun así no puedo evitar sonreír porque por primera vez en años noto como le importo a alguien, y me fascina ese sentimiento.
—El pianista no es malo, pero no se... falta algo.
Se de inmediato que se refiere al chico que toca el piano en el lugar de vez en cuando.
—Toca tú, estoy seguro de que a la gente le encantaría.
—A mí no me interesa que le guste a la gente, solo me interesa que le encante a una persona.
—Entonces deberías tocar para saber si a esa persona le encanta. — La sonrisa no se borra de mi cara, soy tan feliz con Alec.
—Debería. Pero hoy no, hoy solo quiero pasar tiempo contigo.
Deja un beso en mi frente y acaricia con su pulgar la mano que sigue entrelazada a la de él, mientras bebe de su café.
Definitivamente debo agradecer por el hombre que la vida puso en mi camino.
ESTÁS LEYENDO
Promise
FanfictionUna historia. Mil promesas. Mil formas de decir te amo. Un solo amor ante las estaciones del año. Diciembre 2018 - 11# Música