Capitulo 4

344 32 3
                                    

- Yo soy el director financiero.

Él sonrió.

- Entonces vamos a vernos más a menudo.

Jungkook miró hacía las otras personas, sin duda harían cola por estar con él.

Park iría a trabajar al día siguiente y todos sabrían que solo habían hablado de negocios. Su pequeña fantasía se haría pedazos en un abrir y cerrar de ojos.

- ¿ No has salido de Corea?-. Le pregunto él.

- Nunca. Primero el colegio, después la universidad, y ahora el trabajo en Sactuary. Es lo que conozco.

Lo habían mandado a un internado a la edad de seis años. Seul era el hogar que conocía.

- Estás precioso, un ejecutivo eficiente y arrollador.

¿ Precioso? Las antiguas novias de Park asaltaron sus recuerdos y su sonrisa se nubló. Él nunca había sido su tipo.

- Somos lo que somos, Park.- le dijo en un tono triste.

- Bueno a veces no nos queda mas remedio que ser lo que se espera de nosotros.

Él lo miró desconcertado.

Aquel comentario se había acercado demasiado a la verdad. Él seguía sonriendo, pero sus ojos mostraban una gran agudeza. Jeon decidió seguir con aquel ligero flirteo.

-¿ Eso crees? ¿ Y qué se espera de ti JiMin?

Él se tomó un momento para responder, y cuando lo hizo sus ojos se iluminaron.

- Bueno, puedo ser lo que tú quieras que sea, Jungkook-. Le dijo con su sonrisa pícara.

Parecía haberse acercado más. Su fornido cuerpo le impedía ver el resto del bar. Era como si se hubieran quedado solos. Él bajo la voz  y Jungkook tuvo que acercarse un poco más.

-¿ Ah, sí?-. Le dijo él, bajando la voz también. Miró hacía sus compañeros, que seguían mirando. Volvió la vista hacia JiMin y se dio cuenta de que él también se había acercado un poco.
- Claro. ¿ Alguna sugerencia?

Jungkook no pudo evitar esbozar una sonrisa. Ya se le había ocurrido más de una idea, pero no podía decirlas en voz alta.

Aquel enamoramiento adolescente volvió a apoderarse de él en un instante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Aquel enamoramiento adolescente volvió a apoderarse de él en un instante. Park le había gustado; a ella y a todas las mujeres y hombres del mundo. Y a JiMin le gustaban tod@s. Excepto él. Él no había sido más que el chico que vivía en la casa de al lado; él chico que le había escuchado aquel día en el parque. Desde entonces no había sido capaz de mirarlo a la cara sin ponerse rojo como un tomate. Y eso era lo que estaba ocurriendo en ese preciso momento, ¿ Sugerencias? Sueños que siempre serían secretos.

-¿ Sabes en que estoy pensando?-. Parecía inspirado.

Una tentadora propuesta | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora