Capítulo 8

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Había visto la mirada de sus ojos y probado la sed de sus labios.

Si él hubiera sido honesto con él, lo habría echo una y otra vez.

Pero las cosas habían resultado de otra manera y a él le sobraban candidatos.

Con las mejillas encendidas, Jimin guardaba silencio.

- Nos vemos, Jungkook- le dijo sin más.

Jeon lo vio reunirse con su compañero y entonces supo que no podía dejar así las cosas. Él había pasado del flirteo más abrasador a la frialdad más cruel en un abrir y cerrar de ojos, pero tenía parte de razón,  aunque él no hubiera querido utilizarlo para presumir ante otro hombre.

Si no se hubiera llevado una sorpresa tan grande se habría echado a reír ante algo tan absurdo.

Pero ya era cautivo de sus besos y no podía dejar que pensara mal de él.
Al principio no había sido más que puro teatro, pero en cuestión de segundos,
había caído preso de su mágico hechizo, como siempre. Y aunque fuera increíble él había respondido con pasión, tal y como hacía con sus ligues.

Cuando sus labios le habían besado, todo había dejado de importarle. En ese momento había descubierto lo que se había perdido durante tantos años. Siempre había sentido algo por Park Jimin.

El instinto le decía que fuera tras él.
Y así lo hizo, sabiendo que su cara le delataba.

- Park, por favor, no era otro hombre.

Él guardó silencio.
Jeon respiró hondo.

- Eran unas compañeras de trabajo. Las oí esta tarde hablando de mí. Hablaban de mi inexistente vida amorosa- le dijo, sin atreverse a mirarlo.

- Admito que fue muy agradable que me vieran hablando con un hombre como tú y... eh- lo miró a los ojos por fin.

-¿Un hombre como yo?- le preguntó él,  arqueando las cejas.

- Sí- le dijo Jk, levantando la barbilla y recuperando el valor-. Ya sabes, Park.
A las mujeres y hombres les basta con mirarte una vez para saber que lo pasaran bien contigo. Y ahora sé porqué.

Jimin lo miró con una expresión divertida.

- Me lo tomare como un cumplido.

Jeon le devolvió la sonrisa. Era un alivio ver que no estaba enfadado. Quería hacer las cosas bien.

- Sí que sabes como besar- aquellas palabras se escaparon de su boca.

Una tentadora propuesta | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora