Capítulo 3

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Grace POV

No puede ser... Respira Grace, lo sabes hacer muy bien. Ignora... Vamos, ignora a todo el mundo.

Mi respiración se escucha tan fuerte en mis oídos, el sonido de mi saliva pasando por mí garganta es desesperante y el sabor salado de mis lágrimas es desagradable totalmente. Levanto la vista y me arrepiento de haberlo hecho. Muchos ojos me miran e intentan descifrar lo que pasa por mi cabeza. Los ruidos se hacen cada vez más fuertes y aprieto con fuerzas mi lazo entre mis dedos.

Entro a la escuela y me seco las lágrimas rápidamente, tomando una postura totalmente diferente a la que tenía hace un momento.

Miro el suelo y miro mis zapatos, la suciedad en ellos es tan evidente que me doy cuenta, han estado en un lugar donde claramente yo no he estado. Quizá mamá los puso en un lugar diferente, odio que haga eso.

¡Grace!otra vez no— ¡Eh Grace! —no volteare— ¡Grace espérame!

Hace como una semana que esa niña llegó a la escuela y al parecer nadie la ha tomado en cuenta más que yo y fue solo para decirle en qué página del libro de literatura íbamos.

Sigo caminando para llegar hasta mi casillero y rápidamente guardo mis cosas dentro de él antes de sacar el libro de historia. Me miro en el pequeño espejo que cuelga en el interior y me sorprendo al ver mis ojos tan rojos por haber llorado.

— ¿Estás bien?

— Hola Millie —la saludo porque ya no me queda de otra, está casi encima de mí.

— Estuviste llorando —dice preocupada y la miro.

— No lo había notado —contesto seria cerrando el casillero y camino rápido por el pasillo.

— ¿Por qué odias a todo el mundo? —cuestiona mientras me viene casi pisando los talones.

— No los odio —entro al salón—, si los odiara a todos sería un sentimiento hacia ellos y no siento nada, así que no es odio.

No sé por qué le respondo.

— ¿Y entonces qué es? —no se rinde.

— Simplemente no me importan —me siento finalmente y Millie se sienta junto a mí.

Que insistente por Dios.

— ¿Me odias a mí?

— No.

Empezaré a odiarla si me sigue hablando.

— ¿En serio? —está sonriendo.

— ¿Quieres que te odie?

— ¡No! Por supuesto que no —frunce el ceño. Es una monada después de todo.

— ¿Qué quieres Millie? Me vienes siguiendo desde hace dos días... ¿Te medicas?

— ¡Claro que no! —exclama y saca su cuaderno y libro del bolso—. Mamá me dijo que tengo que hacer amigos.

— ¿Tú madre siempre te dice qué hacer?

— No —responde seria y hojea su cuaderno—. En la escuela anterior no tenía amigos así que... Quiere que cambie eso ahora...

— ¿Quieres que sea tu amiga? —me estoy riendo—. Yo no tengo amigos y prefiero que se quede así... La gente es estúpida...

Ella me mira y en mi cabeza todo trabaja de forma inmediata y rápida. Tiene restos de galletas en el pecho y ni siquiera se ha dado cuenta, es muy despistada. Debe de tener hermanos... Una hermana... Es menor que ella, su mano está rallada con plumón rojo, pero es la mano derecha y ella es diestra así que no pudo haber sido ella misma. Su falda está arrugada en el costado, no tiene nana y su madre no plancha su ropa, ella tampoco lo hace... Todos son unos despreocupados. Espera... Analizo su cabello... Tiene restos de labial en el costado de su cabeza, es muy consentida a pesar de todo...

I Can't Survive Without You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora