Capítulo 20

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Karlie POV

Le gustó la idea, le encantaba, estaba de acuerdo y ella estaba llorando. Me abrace a su cuerpo sin poder dejar de sonreír, estaba lista para esto y era algo que venía pensando desde aquella vez en que Clare le había preguntado a Grace si tenía más hermanos.

¿Por qué no? ¿Por qué no tener otro hijo?

No estamos igual de jóvenes que antes pero tampoco es algo imposible.

— ¿Estás segura? —me pregunta de pronto y siento sus manos acariciar mi cabello.

— Claro que sí.

— ¿Por qué lo has decidido? ¿Fue por lo que te dije la otra vez?

— Tal vez —respondo y me incorporo un poco afirmándome de los codos—. Sabía que querías pero también... La otra vez Clare lo mencionó y... No sé... Sentí de pronto que quería hacer esto, agrandar la familia y si queríamos comenzar de nuevo, podemos hacerlo con un integrante más en nuestro nido de amor.

— A veces eres asquerosamente romántica —se ríe y me besa en los labios.

— Me gusta ser romántica —me río mientras dejo que me empuje sobre la cama y se ubica a horcajadas sobre mí.

— A mi igual —susurra tratando de quitar mi sujetador—, me recuerda a cuando me tratabas de encantar en la oficina.

— Eso sirvió bastante —me río y paso mis manos por sus piernas hasta llegar a su trasero, me detengo ahí y lo aprieto sacándole un gemido cerca de mis labios.

— Te diría que hiciéramos al bebé ahora mismo pero sabemos que eso es imposible...

Suelto una carcajada y vuelvo apretar su trasero. Esta vez más fuerte y la empujo contra mí.

— No me molesta que biológicamente no podamos, pero podemos practicar la teoría.

— Eres una idiota —se ríe tirando mi sujetador fuera de la cama y se acerca a mi pecho para besar y chupar con avidez.

Dejo caer mi cabeza sobre la cama, cerrando los ojos, disfrutando el placer de sentir su boca contra mis senos. Trago en seco tratando de contener algún ruido y mis manos ya comienzan a temblar en el puesto.

— Te estás tomando en serio lo de poner en práctica la teoría —susurro levantando la cabeza para mirarla.

Ella levanta la vista y me mira con sus orbes azules chispeantes de placer, sin despegar su boca de mi piel. La escena me excita más de lo que debiera y mi centro late de anticipación. Jadeo y aprieto mis dientes.

— Maldición...

— ¿Te sigo gustando como antes? —la oigo susurrar por sobre mi cara, pasando sus labios por mis mejillas, con sus manos enredadas en mi cabello.

— No te imaginas cuánto —respondo con la voz apretada.

Ella se mueve sobre mí y la humedad allá abajo no se detiene.

— ¿Segura? —interroga otra vez.

— Joder, Taylor... Me estás matando...

Mis labios se separan para recibir sus besos, mordiendo y estirando, lamiendo con pequeños sonidos de su voz haciendo eco en mi boca. No deja de tocarme ni de apretar.

— Te amo tanto... Me haces feliz —dice sin aliento, deteniéndose para fijar sus ojos en los míos.

La poca luz de la habitación ilumina perfecto lo que quiero ver, su cabello rubio cae hermoso sobre su cara y sus mejillas se tornan cada vez más rojas. Ella no ha cambiado nada y se que le preocupa sí ha dejado de ser la misma de antes, me entristece saber que fue por mi culpa el haberla hecho sentir así, y ahora será mi turno de hacer lo mejor que pueda para que no vuelva a tener esos pensamientos hacia ella. La amo tal cómo está, y siempre será así. Para mí Taylor jamás cambiará.

I Can't Survive Without You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora