Capítulo 22

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Taylor POV

Desde ese día en Navidad, supe que Karlie iba a ser capaz de cualquier cosa por mí, por hacer que esto funcionara, por hacerme feliz.

Estoy ansiosa hoy porque ambas habíamos tomado la decisión para año nuevo, de que la primera semana de Enero, íbamos a comenzar a hacer los trámites para que Karlie pudiera tener a nuestro segundo bebé.
Los exámenes habían salido estupendos, Karlie tenía una excelente salud, era completamente fértil, así que no había problema para que no pudiera estar embarazada.

Aún sigo en nuestra habitación, esperando a que ella esté lista y salga pronto del baño. Miro sobre el mueble donde tengo mis joyas y perfumes, y no puedo evitar sonreír cuando veo la bola de cristal que Karlie consiguió para mí.

Ella sabía lo de mi padre, y siempre supo el deseo que yo tenía de poder conseguir una bola de cristal igual a la que tenía de niña. No sé dónde la consiguió y nunca me lo va a decir, siempre dice que las sorpresas no serían sorpresa si me dijera como la obtuvo.
Bueno, y aunque me dijera, de todas formas para mí sería la mejor sorpresa de todas. Nadie podría arruinar algo como eso.

Volteo a mirar la hora en mi móvil, son las nueve de la mañana y nuestra cita con el doctor es a las nueve y media.

— Karlie... Cariño, date prisa.

— Estoy casi lista... Un segundo —la oigo murmurar las últimas palabras algo incómoda.
Me acerco a la puerta del baño y golpeo despacio.

— ¿Estás bien?

— Sí... —su voz temblaba.

— Karlie, abre la puerta.

— Taylor, estoy bien... Espera —espeta y escucho el agua del grifo correr rápido.

Bien, ya me había preocupado. Voy hasta el mueble y abro el primer cajón donde siempre guardaba reglas metálicas, tijeras y demás. Cojo la tijera y me acerco a la puerta, intento mover la perilla del seguro y con algo de fuerza, logro moverla para dejar abierto.

Cuando entro, Karlie está con la cabeza gacha sobre el lavabo, voy hasta ella asustada y la tomo de la cintura.

— Dios mío ¿Qué pasa?

— ¿Cómo has entrado? ¡Estaba cerrado! —exclama mirándome a la cara. Estaba llorando pero aún así consiguió sonreírme.

— ¿Por qué lloras? ¿Qué sucede? Karlie, dime qué está pasando... —le habló en un tono autoritario porque si le hablo más calmada quizá no me responda nada.

— Es estúpido —se ríe—, te burlaras si te lo digo.

— Prometo que no —me quiero reír pero me voy a contener.

— Estoy completa y absolutamente muerta de miedo.

— ¿Qué? —solté una risita y ella rodeo los ojos— ¡No espera! Lo siento...

— Qué insensible, Taylor... —me dice mientras cierra el grifo y se seca la cara con una toalla—. No sé en qué momento me ha entrado el pánico... Soy demasiado cobarde cariño.

— ¿Qué te asusta? —le pregunto y ella se sienta en el borde de la bañera.

— No sé... Tal vez ni siquiera es miedo, tal vez... Solo debe ser ansiedad y Dios mío... Estoy muy nerviosa.

— Awww —me río por lo adorable que se ve y me acerco para abrazarla—. Todo estará bien, te lo prometo.

— ¿Y si no funciona? ¿Y si funciona y yo no pueda...? —murmura apoyando su cabeza en mi abdomen.

I Can't Survive Without You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora