I Can't Survive Without You

Capítulo 30

Grace POV

Despierto sabiendo que ya es de día, la luz pega fuerte contra la ventana y me arden los ojos. Miro a un lado de mí, mamá está durmiendo en la silla, afirmando su cabeza sobre mis piernas.

La veo y me siento terriblemente mal al darme cuenta que es mi culpa de que estemos así.

Anoche mamá me preguntó si la otra chica aún seguía aquí y yo le respondí que sí.

Pero era mentira.

Aunque en cierta forma, no estoy segura, simplemente ya no la escucho, ya no siento que esté... ¿Pero y si sólo se está escondiendo?

He pasado toda la noche aquí, me siento mucho mejor y no entiendo por qué aún no nos vamos a casa. Me doy cuenta que mis madres no han descansado bien por estar preocupadas por mí. Quisiera ser normal para ellas.

Mis sentimientos son tan confusos ahora mismo, están revoloteando en mi pecho sin poder decidirse en cómo me debo sentir ahora. Pienso en mí y no sé si sentirme triste, alegre u odiarme. Pienso en mamá y no sé si sentirme alegre, triste o miserable. Y el bebé... Pienso en él y realmente no sé me viene ningún sentimiento.

La puerta suena y veo que mami entra. Cierro los ojos haciéndome la dormida, no sé por qué lo hago pero de todas formas, creo que es porque no quiero hablar con nadie aún.

— Cariño —le habla a mamá—, despierta...

— Mmm...

— Vamos a casa, te iré a dejar.

— ¿Qué? ¿Y Grace? —susurra mamá. Entre abro los ojos un poco y logro verlas a ambas.

— Hellen se quedará con ella, luego volveré yo... Necesitas dormir.

— Pero ya dormí —espeta—, estoy bien...

— Karlie, por favor.

— No me quiero ir, Taylor —siento que me toma de la mano, me está mirando—. No quiero dejarla.

— Está bien —suspira mami—. Karlie... Ya le tomaron una muestra de sangre a Hellen por lo del trasplante, debemos esperar como dos horas para obtener los resultados.

— ¿Estás molesta por eso?

— No —¿De qué trasplante hablan?—. Ella se ofreció a penas se lo mencioné... Pero estoy preocupada ¿Y si tampoco es compatible? —susurra bajito.

— No pienses en eso ahora, esperemos a tener los resultados —abro los ojos un poco más y veo la reacción de mami.

— No quiero pedírselo a él... —ella me mira—. Cariño estás despierta —y por un momento sus ojos se abrieron tan grandes. Estaba asustada.

Mamá voltea para mirarme también, no sé qué responderles.

— ¿Cómo te sientes? —me sonríe mamá—. Estás más rosada, te ves bien hija...

Mami no cambia su cara de espanto. Las miro a ambas. Sudor, preocupación, nerviosismo, pánico, miedo.

— ¿Por qué tía Hellen tiene que hacerse un examen?

Ambas se quedan tensas... Oh por Dios... ¿Trasplante?

— ¿Es para mí? —cuestiono espantada.

Mamá baja la vista y aprieta mi mano un poco más. Quiere que no sienta miedo, pero es demasiado tarde.

— ¿Por qué? —insisto preocupada.

— No están... tus riñones no están funcionando bien, hija —responde mami.