Capítulo 35

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-Tranquila Allison, yo sé que esto es algo duro para ti -dijo Olivia sosteniendo una de las manos de la chica- pero eres una sobreviviente, haz luchado duro para seguir con vida, fuiste valiente al denunciarlo, eres valiente al estar aquí. Ahora es nuestra oportunidad de encerrarlo un largo tiempo por todo lo que te hizo.

-Lo sé... -respondió Allison con la voz quebrada-.

-Entonces, por favor, sube al estrado y declara -agregó con suave voz- debes hacerlo.

La chica tomó una gran bocanada de aire y miró a Liv.

-Lo haré -dijo firme y se puso de pie-.

La Sargento asintió y se puso de pie también, acompañó a Allison dentro de la sala y se sentó a su lado. Eran las 09:00 am, el juicio avanzaba bastante bien como era de esperar, la fiscalía tenía todo a su favor.

-La fiscalía llama a la señorita Allison Marshall a declarar -solicitó Patrick-.

Olivia le sonrió levemente a la chica y asintió demostrándole su apoyo, ella caminó hasta el estrado y se sentó, frotaba sus manos una y otra vez, los nervios la consumían.

-De acuerdo Allison -comenzó Patrick- ¿puedes decirnos dónde te encontrabas cuando ocurrió el hecho?

-Claro, me encontraba esperando el metro en la 96°.

-¿Recuerdas lo que te pasó? -preguntó teniendo cuidado con los sentimientos de ella-.

-S-si -respondió con un nudo en su garganta- lo recuerdo.

-¿Puedes decirnos lo que sucedió?

Olivia estaba muy atenta a todo, era la primera vez que veía a Patrick llevar adelante un caso en la corte, quería que todo saliera bien y no era por la estadística de casos cerrados, sino porque sabía que era la única manera de llevar algo de tranquilidad a Allison. De pronto todo comenzó a verse borroso, cerró y abrió sus ojos con fuerza tratando de aclarar la visión pero no había resultado alguno, cada vez se sentía más mareada "Maldición ahora no" pensó, se puso de pie sujetándose con fuerza del banco, para su suerte había elegido sentarse en la hilera final al lado de la puerta, a los lejos podía oír a Allison relatar con voz quebrada todo lo que el hijo de perra de Meyers le había hecho. Abrió la puerta y salió, el policía que se encontraba allí cerró la puerta y le preguntó si se sentía bien, ella asintió "Soy una mujer grande, puedo perfectamente sola" se dijo a sí misma. Se sentó en el banco del pasillo donde una hora antes había estado hablando con Allison, cerró sus ojos, apoyó los codos en las rodillas y respiró profundo varias veces, aún se sentía dentro de un carrusel cuando sintió una mano apoyarse en su hombro.

-¿Estás bien Liv? -preguntó Patrick-.

Ella levantó su rostro lentamente.

-Eso creo -fingió una sonrisa- ¿qué haces aquí fuera?

-No te ves nada bien, ¿Quieres algo?

-Dije que estoy bien -enfatizó con sus manos- no respondiste que haces aquí, deberías estar adentro enviando a la cárcel a Meyers.

-Tranquila, estamos esperando el veredicto, por eso estoy aquí. Además te vi salir de allí y me preocupé.

"¿Ya están con el veredicto? ¿Cuánto tiempo estuve aquí?" pensó la morena.

-Oh... ¿Y Allison? ¿Ella está bien? -preguntó alarmada, se había ido en medio de su declaración y no pudo apoyarla como hubiese querido-.

-Ella estuvo perfecta, ahora está con su madre -sonrió ante la preocupación de Liv, le encantaba ver la dedicación que tenía por las víctimas- ¿Segura que no necesitas nada? -preguntó poniéndo una mano en su espalda-.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora