Capítulo 19:

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*Elliot Stabler*

"Las cosas pasaban tan rápido y a la vez tan lento. Parecía que no podía salir de allí, era una pesadilla; vivía todos los días pensando en que iba a morir pronto o que me iban a llevar para hacerme algo peor... ya... ya no quiero seguir recordando"

Ese relato de Calvin quedó dando vueltas por mi cabeza, jamás creí que ese pequeño iba a pasar por todo eso luego de que la madre se lo llevara.

Son las 4 de la mañana y no puedo dormir, fue un día complicado, y sin embargo no puedo conciliar el sueño. Calvin y su historia, la llamada desde el centro psiquiátrico, la reacción de Liv y sus ojos de preocupación... es demasiado. Y no puedo dejar de pensar en ello.

"Queremos avisarle que la paciente Katheleen Willson ya está en condiciones de irse a su casa, la crisis ha pasado y su estado es normal, pero debe seguir tomando sus medicamentos"

"Luego de la muerte de mis abuelos quedé solo, sin lugar dónde vivir. Un día... un señor en la calle me dio de comer, me dormí y desperté atado a una cama, me tuvo allí durante días..."

"Papi... ¿qué pasó con mamá? ¿Cuándo va a volver?"

"Tus hijos no son el problema, es ella! No quiero que arruine todo lo que hemos construído durante este año y medio Ell!"

"Cuando por fin me desató, colocó su arma en mi... mi cabeza y dijo que si no hacía lo que él quería lo iba a lamentar. Todos los días me pegaba fuertemente por la mañana, me llevaba a la calle y me obligaba a robarle a la gente. Si me negaba, él me quitaba mi "comida", un plato con agua y alguna verdura dentro. Me drogaba, y en ese estado me obligaba a consumir alcohol hasta que mi cuerpo no soportaba más, todos los días durante meses. Tenía miedo de irme porque sabía que me iba a encontrar y me iba a matar. Hasta que un día él... solo no despertó y logré escapar. Desde allí viví en la calle"

Al despertar ví a mi hijo durmiendo al lado mío, doy gracias de que él no tenga que pasar por cosas como las que pasó de Calvin. Beso tiernamente su cabeza y me levanto con cuidado de no despertarlo.

De camino al trabajo voy escuchando la radio, los locutores hablan de las cosas que pasan sin ser esperadas, y dicen que la felicidad como estado no existe, solo existen momentos felices. Algo me dice que esa frase es para este día.

Al llegar a la unidad veo a Olivia sentada en su lugar, mira hacia la nada, y muerde una lapicera, el recuerdo de cuando vi hacerla eso por primera vez llega a mi mente y no puedo evitar sonreír.

-Buenos días Liv! -me acerqué y bese tiernamente sus labios

-Buenos días cariño... -me sonríe y siento como un escalofrío recorre todo mi cuerpo- te traje a alguien!

Calvin viene caminando por el pasillo, concentrado en el alfajor que está a punto de comer.

-Ey! Hola campeón! ¿Cómo has estado? Pasaste la noche con mi chica, voy a tener que arrestarte por eso.

Los tres reímos y seguimos hablando de cosas sin sentido.

Pasaron las horas trabajando en un caso, Fin y Rollins trajeron a un sospechoso de homicidio. Con Olivia lo interrogamos pero parece que por ahora no vamos a poder sacarle nada.

Desde la máquina de café miro a mi chica trabajar entre sus papeles, tiene el cabello de costado, esa camisa celeste que tanto me gusta y unos anteojos que antes no había visto, pero que le quedan realmente sexis; Calvin a su lado juega con mi celular. Ella voltea y me mira, sus ojos brillan de manera especial, me regala una sonrisa... en este pequeño instante todo es perfecto, mi vida es perfecta. Pero no.

Mi vista se desvía rápidamente hacia la puerta de la sala de interrogatorios, el sospechoso de homicidio sale de ella corriendo. Todo sucede en un segundo, el mismo segundo en el que la sonrisa de Liv sigue en su rostro.

El hombre comienza a dispararnos, todos nos cubrimos rápidamente, veo a Olivia cubrir a Calvin con su cuerpo y quisiera ir a protegerlos a los dos, pero no puedo porque no tengo mi arma conmigo, no puedo cubrirme. Los disparos continúan, pero ahora es mutuo, él no va a salir de esto. Entonces escucho que grita:

-Ey perra! ¿Querías jugar? Ahora vas a tener tu lindo juego!

El último disparo que da va hacia el lugar donde están Olivia y Calvin, escucho un grito salir desde lo más profundo de Liv y veo cómo su cuerpo se sacude cayendo al piso. El disparo entró por su costado izquierdo, y rápidamente comenzó a sangrar.

Alguien derriba al asesino y yo corro hacia Liv, presiono su herida para detener la hemorragia. La miro a los ojos y trato de calmarla pero ni yo puedo calmarme, siento las lágrimas salir de mi.

-Todo va a estar bien, tranquila

Es lo único que puedo decir.

Puedo ver en los ojos de Olivia el miedo, nunca la había visto así, ni siquiera cuando Kathy la envenenó. Mis manos tiemblan y están cubiertas de sangre. Amanda y Fin están al lado nuestro y sus caras también son de miedo.

-DÓNDE ESTÁ LA AMBULANCIA! -grito desesperado

En ese momento Calvin cae al lado de Liv y comienza a llorar, la abraza y besa su pelo, mientras le dice con la voz entrecortada:

-No te vayas... por favor... mamá no te vayas...

Olivia le da una sonrisa de lado y cierra los ojos.

Esta escena rompe en mil pedazos mi corazón y no puedo evitar comenzar a gritar pidiendo por la maldita ambulancia. Entonces por la puerta entran dos paramédicos con una camilla, se acercan a mi mujer que yace en el piso, le toman los signos vitales y la suben a la camilla con mucho cuidado. Yo abrazo a Calvin con fuerza y lo dejo al cuidado de Fin y Amanda.

En el viaje hacia al hospital el aparato conectado al corazón de Liv comenzó a sonar rápidamente, el paramédico comienza a realizar la resucitación. Yo solo sujeto su mano con fuerza y ruego que luche como lo hizo toda su vida.


Continuará...

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora