Capítulo 41

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Elliot había despertado temprano, era lunes y se suponía que debían regresar al trabajo, pero él había hablado con Cragen el día anterior y le había pedido la mañana para que Olivia pudiera descansar. Ella seguía profundamente dormida, pero ahora estaba recostada sobre su lado izquierdo, él movió un mechón de pelo pegado a su frente y la observó unos segundos, dormida o despierta era la mujer más hermosa que había visto. Se levantó sin hacer ruido y tomó una ducha, se puso unos joggins y una camiseta liviana debido a que el frío comenzaba a irse de la ciudad, luego se dirigió a la cocina a preparar un abundante desayuno para todos. Unos panqueques de chocolate, fruta, jugo, cereales, té, moría por un buen café pero no quería enfermar a Olivia.

-Buen día papá -saludó Maureen dándole un beso en la mejilla a su padre-.

-Buen día cariño, ¿dormiste bien?

-Claro que sí, el olor me despertó -sonrió y tomó un pedazo de manzana-.

-Asi que huele bien eh.

-Como siempre.

-Eso quería oír -ambos rieron pequeñamente-.

-Lo sé, iré a durcharme mientras se levantan los demás.

-De acuerdo, dentro de una hora saldremos para el colegio -ella asintió mientras ingresaba al baño-.

Elliot ingresó a su habitación para despertar a Liv, no quería hacerlo pero sabía que ella se molestaría si la dejaba dormir mientras el resto desayunaba.

-Buen día mi amor -dijo besando su frente, ella se revolvió en las sábanas y se tapó hasta la cabeza- despierta que hice panqueques de chocolate para desayunar.

-Buen día -sonrió y se destapó- sabes cómo despertarme de buen ánimo -besó sus labios-.

-Quiero complacer todos tus antojos -sonrió sobre sus labios y volvió a besarlos- Ahora arriba.

Ella se levantó con toda la pesadez del mundo, pero ansiosa de sólo pensar en el desayuno que comería. Entró a la cocina todavía en pijama y vio a su hombre poniéndo las cosas sobre la mesa, ella se acercó lentamente y besó su hombro.

-Veo que desayunaremos muy bien -dijo Liv sentándose a la mesa-.

-Claro que sí, los chicos tienen que ir a la escuela, pero pensé que después de dejarlos podríamos volver a la cama y mirar una película o ir al parque -se acercó a ella- lo que quiero es que descanses un poco -acaricio su mejilla-.

-Me gustarían las dos cosas cariño -suspiró cansada- realmente me siento agotada, pero quiero pasar tiempo con Cal y contigo -bebió un poco de jugo de naranja- ¿A qué hora debemos ir al precinto?

-Entramos a las 2pm -sonrió y bebió del vaso de ella- yo me encargaré de todo hoy, ¿De acuerdo? -besó fugazmente sus labios-.

-De acuerdo -asintió devolviéndole la sonrisa-.

Los chicos se sentaron a desayunar muy animadamente, Maureen y Dickie no estaban felices de regresar a la escuela pero sí lo estaban por pasar tiempo con su familia. Mientras Elliot los llevaba, Calvin y Olivia dejaron limpios los platos del desayuno.

-¿Elegimos una pelicula y luego de eso vamos al parque? -preguntó Liv mientras se estiraba para guardar el último vaso-.

-¡Claro! -contestó Cal apoyándose en la mesada- Quería decir... -hizo una pausa buscando las palabras correctas-.

-Dime -se acercó a él-.

-Es solo que -soltó el aire retenido- sé que lo primero que hice al salir del Hogar no facilitó mucho las cosas, pero era algo que debía hacer porque ellas se conviertieron en mi familia también -habló rápidamente- no quería hacerles daño a ustedes, no quiero, no quiero causar más problemas, lo juro, pero todo se salió de control.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora