Capítulo 57

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"—Te amo Olivia Margaret Benson y amo a nuestros hijos, por esa razón pude mantenerme con vida, por esa razón estamos aquí ahora.

—Eres lo mejor que me pudo haberme pasado... No me dejes nunca más Ell... —dijo antes de ceder ante el cansancio.

—Jamás lo haré, te lo prometo."


Se habían quedado abrazados en silencio sin darse cuenta del tiempo que había transcurrido. Estar así era todo lo que les hacía falta, lo único que necesitaban era tenerse uno al lado del otro, sentirse cerca, saber que estaban bien más allá de cualquier cosa que sucediera entre ellos.

Afuera, en la sala de espera, Calvin esperaba que alguien le dijera que podía pasar a ver a sus padres. Desde hacía días cruzaba por su mente la posibilidad de que Elliot lo hubiese abandonado a él, a Liv y a su hermanito o hermanita, pero cada vez que tenía ese pensamiento intentaba concentrarse en otra cosa, no quería creer que eso fuera cierto. Y ahora, sentado en las sillas duras, solo podía pensar en que estuvo a punto de perder todo lo que tenía, estuvo a punto de perder su familia por un maldito psicópata que se había hecho pasar por un amigo. Así que se negaba a moverse de donde estaba, saldría del hospital con sus padres aunque tuviera que esperar meses. Megan no quería separarse de él, notaba lo preocupado que estaba a pesar de que le habían dicho que tanto Olivia como Elliot se encontraban fuera de peligro. Amanda obviamente se quedó junto a ellos, no iba a dejarlos solos, hubiese deseado llevarlos a casa a descansar y volver temprano al otro día, pero sabía que no era posible. El resto del equipo se había ido a continuar con el caso, había mucho papeleo que hacer y querían retrasar cuanto pudiesen la llegada de Asuntos Internos. Solo Casey, que se había retirado para poder hablar con el Fiscal del Distrito y manejar el caso de sus amigos, había vuelto al hospital en plena madrugada para saber de ellos, ya que no estaba cuando la doctora informó. No sabía quiénes eran los chicos que estaban junto a la Detective Rollins pero entendía que no podían ser lo hijos de Elliot ya que no se parecían a él en nada.

—Hola... —dijo acercándose tratando de no despertar a la niña dormida en los brazos de la rubia.

—Hola, Casey ¿cierto? —respondió Amanda.

—Así es —miró a los chicos y sonrió levemente.

—Soy Calvin y ella es Megan —extendió su mano para saludar a la abogada, tratando de recordar dónde había visto ese rostro antes— Tú...

—Lo siento, debí presentarme mejor —estrechó la mano de ambos chicos sonriendo— soy Casey Novak, una vieja amiga de Olivia y Elliot, acabo de llegar a la ciudad después de un par de años —tomó asiento al lado de Calvin.

—Un placer —respondió él— lamento conocernos en estas circunstancias.

—Lo mismo digo.

—Creo que llegaste en el peor momento —dijo Amanda.

—Al parecer... Todavía no puedo creerlo, hablé con Liv hace unos días y parecía estar bien, solo se veía cansada.

—Siempre está cansada —sonrió de lado Calvin— aunque ella no quiera admitirlo necesita bajar el ritmo.

—Es cierto —susurró la rubia.

—Quizá ahora logremos que se quede tranquila por unos meses —agregó Megan.

Casey quería preguntar qué eran esos niños de Olivia y Elliot pero no se animaba, sentía que no era el mejor momento ni lugar.

—Ya... ¿Ya tienen alguna noticia de ellos? —preguntó la pelirroja con cierto temor a la respuesta.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora