Capítulo 32

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El pesado brazo de Elliot envolvía el cuerpo desnudo de Olivia bajo las sábanas, ella despertó y despegó sus ojos lentamente, sentía su cuerpo más cansado de lo normal, una sonrisa apareció en su rostro al recordar la noche anterior.

"-Los amo

Respondió él acariciando su mejilla mientras sentía una lágrima correr por el rostro de Olivia. Ella acarició su espalda con suavidad y deseo, y él la sentó sobre la mesada acariciando su cintura.

-¿Por qué lloras cariño?

-No lo sé, deben ser las hormonas. Te extrañaba -confesó finalmente y siguió besándolo-.

-Yo a ti muñeca -dijo sonriendo-.

Ell la tomó en sus brazos y la llevó a la habitación con cuidado de no golpearla.

-Se quemará la comida -dijo Olivia sentada en el borde de la cama-.

Él la miro fijo y dijo sonriendo

-Eso no importa ahora"

-Liv... Liv cariño -Elliot la sacó de sus pensamientos-.

-Buen día amor -dijo con voz ronca sin moverse de debajo de los brazos de Elliot-.

-¿Cómo te sientes? ¿Dormiste bien? -preguntó besando su cabello-.

-Muy bien ¿y tú? -dándose vuelta y quedando frente a frente-.

-Muy bien también -besó sus labios con suavidad mientras acariciaba su vientre- ¿Tienes hambre?

-No estoy bien.

Ell la miró fijamente.

-Vamos Liv, anoche no cenamos debes comer algo.

-Está bien -dijo sin ánimos de discutir, al fin y al cabo él tenía razón, no podía ir a trabajar sin comer nada, su cuerpo se lo reclamaría fuertemente-.

-Entonces por qué no vas a ducharte mientras yo preparo el desayuno, luego iré yo, tenemos dos horas antes de irnos -dijo fijándose en el reloj sobre la mesa de noche-.

-De acuerdo amor -respondió besándolo por última vez-.

Luego de dos años de estar juntos todavía sentía la necesidad de pegar sus labios a los de Elliot todo el tiempo que pudiese, como si fuera a perderlo en cualquier momento o como si fuera a despertar de un largo y hermoso sueño. Tomó la sábana instintivamente para cubrir su cuerpo, más por el frió que sentía que por vergüenza, y se dirigió al baño. Elliot se vistió y fue a la cocina a preparar el desayuno, sabía que Liv no soportartía el café, asi que preparó un té para ambos con panqueques de frutas. Quince minutos más tarde la morena salía del baño con solamente la ropa interior y una camisa blanca de Elliot, lo que provocó cierto nerviosismo en él.

-Creo que sí tenía hambre -dijo riendo pequeñamente luego de morder el primer bocado de panqueque-.

-Te lo dije -respondió él sonriendo y tomando un sorbo de su té-.

-Estuve pensando en lo que me dijiste ayer -Ell la interrogó con la mirada- me refiero a buscar una casa, vengo ahorrando desde hace algunos años para comprar mi propio auto, pero quiero que la usemos para esto. 

-Espera, no sabía nada de eso.

-Nunca te lo dije, lo siento -ladeó la cabeza y bajó la mirada- lo que tengo nos alcanzaría para prácticamente una casa -levantó la vista y se encontró los sorprendidos ojos de Elliot-.

-¿Planeabas decirme? -dijo sonando más enojado de lo que estaba-.

-¿Eso es un problema ahora? -preguntó algo molesta por la reacción de él-.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora