Capítulo 21

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*Olivia Benson*

Han pasado 6 meses desde que me dieron el alta, fue complicado reincorporarme a la unidad pero lo logré, lo logramos. Estoy acostumbrándome a vivir con Cal, desde hace 3 meses asiste al colegio y eso lo pone bastante nervioso a veces, pero tratamos de manejarlo.

Es casi verano, el trabajo es cada vez más intenso o será porque yo estoy cada vez más cansada. Temprano recibí un mensaje de Elliot, hace dos días no lo veo y ya lo extraño:

"Buenos días cariño! Quiero que desayunemos juntos, será un largo día y necesito empezarlo viendo tu sonrisa"

Realmente amo a este hombre.

Así que, me bañé y me vestí con un pantalon negro y una camisa celeste, me maquillé un poco y preparé la comida de Calvin; mientras él desayunaba tranquilo yo estaba muy nerviosa, como si fuera la primera vez que iba a tener una cita con Ell. Luego de que Calvin terminara su comida, salimos, él hacia el colegio y yo hacia el café.

Al llegar lo vi sentado en la última mesa, al lado de la ventana, a ambos nos gusta ese lugar; cuando nuestras miradas se cruzaron sentí un escalofrío y sonreí, me acerqué y me senté frente a él, sólo nos miramos, sin decir nada, hasta que él rió y comenzamos a hablar. Desayunamos y fuimos a trabajar, era la mitad de la mañana cuando el jefe salió de su oficina con mala cara, nos reunió y dijo:

-Tenemos un asunto importante. Un caso requiere toda nuestra atención. Una mujer fue atacada y violada por un hombre en el callejón que da al bar La Aurora. Varios testigos la vieron entrar al bar y coquetear con un hombre llamado Jackson, luego el presunto violador golpeó a Jackson y salió con nuestra víctima por la puerta que da hacia el callejón.

-¿Qué debemos investigar jefe? -preguntó Fin

-Es el 3 caso en este mes con las mismas características. Fin, Munch, trabajaran desde aquí. Olivia, Elliot, los quiero de encubierto ésta noche.

-¿De encubierto? ¿Ésta noche? -preguntó Elliot- ¿Qué se supone que haré?

-No tengo que decirte cómo hacer tu trabajo -contestó Cragen- tú cumplirás el papel de Jackson y Olivia el de una posible víctima que coquetea con él.

-Eso no va a ser difícil -dije y varios rieron.

-Por eso mismo -me dijo el capitán- quiero que te vallas bien producida. Te doy hasta las 8 de la noche, comprate un buen vestido, unos zapatos y ve a la peluquería. Cuando estés lista ven aquí, Amanda te llevará.

Yo quedé boquiabierta, nunca antes Cragen se había preocupado por la ropa que usaría en un operativo de encubierto. Miré a Elliot y él rió, se acercó a mi y me tomó de la cintura.

-Aquí no Elliot! -dije saliendo de sus brazos

-Tranquila.. nadie nos está viendo, solo un beso

-No!

-Vamos! Por favor -dijo y me miró suplicante.

-Ay! Está bien, solo porque con esos ojos me puedes -le contesté acercándome y tomando su cara entre mis manos.

Le di un profundo beso y eso me puso nerviosa, no sé por qué, pero lo estaba, asi que decidí irme a comprar la ropa para el operativo de esta noche.

Conseguí un vestido animal print que enloquecería a Elliot, unos zapatos con un buen taco alto; en el pelo me hicieron unas ondas, me gustaba, creo que empezaré a usarlas. Después de maquillarme ya estaba lista.

Miré mi reloj, eran casi las 8, estaba entrando a la unidad cuando escuché la voz de Amanda:

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Miré mi reloj, eran casi las 8, estaba entrando a la unidad cuando escuché la voz de Amanda:

-Pero capitán! No quiero perderme de nada, si me quedo en el auto hasta que Olivia entre me perderé todo!

-No todo, no te quedarás en el auto toda la noche!

-Pero sí me voy a perder la mejor parte -protestó ella.

Entonces entré, no entendía nada de su conversación y mucho menos por qué me involucraba a mi, o mi junto con el operativo.

-Ya cállate Rollins! -le dijo Cragen cuando me vió entrar

Ella volteó hacia mi con sorpresa y dijo:

-Olivia! Qué linda te ves! Muy sexy eh -dijo en tono gracioso.

Yo reí, pero no podía dejar de pensar en su conversación, algo pasaba y no querían que me entere.

Amanda me llevo hasta el bar La Aurora, habló tanto durante el camino que me sacó las ganas de preguntarle por su conversación con el jefe. Al llegar bajé del auto y ella se estacionó a un costado.

A medida que iba caminando hacia la puerta del bar sentía cómo mi corazón se aceleraba, estaba nerviosa, sentía que algo estaba mal, algo no iba como siempre. Respiré profundo y abrí la puerta y... SÍ que me llevé una gran sorpresa.


Continuará...

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora