Capítulo 80

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"—¿Ella... ella está bien?

Sí amor, puedo ver su cabeza sonriópuedes pujar en la próxima contracción.

Amanda se colocó al lado de Olivia y tomó su mano.

Vamos Liv tu puedes alentaba la rubia.

Ella apretó con fuerza la mano de su amiga y comenzó a pujar, sus gritos se podían oír en todo el lugar, jamás pensó que algo así podría sucederle, las cosas pasaban demasiado rápido a su alrededor.

Lo estás haciendo muy bien Liv, continúa.

La puerta de su oficina se abrió y Patrick Reynolds ingresó con una sonrisa en el rostro. Esa sonrisa psicópata que ella no había podido olvidar y que la hacía temblar de miedo cada vez que aparecía en su mente.

No sabía que tendrías una linda bebé Olivia... felicidades."


—¡No! ¡Es mi hija y de Elliot! —gritó Olivia despertando de la horrible pesadilla que estaba teniendo— ¡No!

Se sentó en la cama y con rapidez llevó la mano a su entrepierna. No estaba mojada ni había sangre, su bolsa no se había roto como había sentido minutos atrás. Llevó ambas manos a su vientre tratando de protegerlo mientras jadeaba por aire a su vez que trataba de entender lo que acababa de vivir.

"Fue sólo una pesadilla, no sucedió realmente", pensó.

Casey abrió la puerta de su habitación de manera casi desesperada y corrió hacia ella.

—¿Qué sucede Liv? ¿Estás bien? —habló rápidamente sentándose a su lado en la cama.

—Mamá ¿estás bien? —preguntó Calvin preocupado desde el marco de la puerta.

Olivia solo asintió con un movimiento de cabeza y miró con ojos suplicantes a Casey.

—Cal, cielo, ella está bien. ¿Puedes traerme un vaso con agua?

—Seguro.

—Liv, necesito que te calmes, respires y me digas lo que sucede —dijo con calma acariciando sus brazos que rodeaban su vientre.

La morena hizo tres respiraciones profundas y logró regular su respiración, miró su abdomen y luego habló.

—Fue todo tan real por un momento... tuve un sueño que resultó en pesadilla —miró a su amiga con ojos empañados— él estaba ahí Cas, yo estaba dando a luz a mi bebé en medio de mi oficina y Patrick Reynolds estaba ahí, sonriéndome, felicitándome —cerró sus ojos por un momento y sacudió su cabeza tratando de quitar la imagen de su mente— estaba ahí para quitarme a Hope, lo sé —dijo en un susurro.

—Por Dios... —hizo una pausa y buscó las palabras correctas— él nunca podrá llevarse a tu hija porque él ya no existe cariño.

Calvin ingresó con el vaso y miró a su tía buscando alguna respuesta.

—Gracias hijo, vuelve a la cama por favor.

—Bien, descansen —les dio un beso en la mejilla a ambas y regalándoles una pequeña sonrisa salió de la habitación, con más dudas que respuestas.

—Lo sé —dijo la morena finalmente luego de beber un sorbo— sé que él no existe más y entiendo que fue todo producto de mi mente. Pero no puedo evitar sentirme insegura... esto me hizo pensar ¿sabes?

—¿En qué?

—En que no estoy libre de dar a la luz en la Unidad. ¡Dios, de solo pensarlo me dan escalofríos! No quiero eso, quiero algo especial y diferente junto a Elliot.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora