Capítulo 51

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—Liv... Olivia —susurraba Elliot.

—¡Buenos días bella durmiente! —habló Patrick.

Stabler abrió sus ojos lentamente y distinguió la figura borrosa de un hombre parado frente a él.

—Era hora de que de despertaras y dejaras de soñar.

—¿Qué quieres Reynolds? Aún me tienes aquí, no has hecho nada conmigo, comienzo a aburrirme —dijo agotado.

Había estado en la misma posición por dos días, apenas había comido o tomado agua, además de la contusión que tenía en la cabeza. Se sentía débil incluso para hablar.

—¿Ves esto? —preguntó señalando las heridas que Elliot le había provocado días atrás.

El detective sonrió levemente.

—Recuerdo que te las hice. ¿Por eso estamos aquí?

—No completamente —lo miró fijamente— Olivia es la causa, me la arrebataste.

—Olivia no es un objeto, no te quité nada. Ella me eligió, es muy diferente.

—¡Sí lo hiciste! —gritó furioso— ¡Te interpusiste en nuestro camino y terminaste llevándotela!

—¡De qué camino hablas Reynolds! ¡Olivia no sabía nada de ti desde hacía años! ¿Pretendías que te buscara desesperada y se arrojara a tus brazos?

Al oír esto último el fiscal golpeó con su puño a Elliot en la naríz.

—No te conviene burlarte de mi —susurró mientras se acercaba a centímetros de su rostro— ¿Sabes lo que está pasando ahora? Justo en este momento Olivia debe estar pensando que la abandonaste —sonrió— que la dejaste y que no volverás por ella. Entonces me verá de forma diferente, finalmente no habrá nadie entre nosotros y podremos ser felices juntos.

—¿Crees que ella se fijará en ti? —escupió la sangre que llegaba a su boca desde su naríz— por favor Reynolds... es mucha mujer para ti —se acercó hacia él lo más que pudo— aún si yo jamás hubiese aparecido en su vida, ella no se fijaría en ti.

Patrick se apartó de él con odio en su mirada.

—Eso lo veremos —dijo antes de golpearlo con la culata de su arma en la sien izquierda.

Elliot quedó inconsciente por lo que Patrick aprovechó para poner un cinta sobre su boca, no quería que gritara cuando él no estuviera. Salió de la casa en dirección a la Unidad, en una hora debía estar en el juicio por el secuestro de Ramiro Ortega, tenía tiempo suficiente para poder hablar con Olivia, si las cosas salían como él deseaba en poco tiempo podría acabar con Stabler.

—Buenos días chicos —saludó la morena ingresando al precinto.

—Buenos días Liv —respondieron sus compañeros.

—Les traje esto —dijo dejando una caja de pancakes sobre el escritorio de Fin— me comporté horrible el lunes con ustedes y me siento mal por eso, lo siento —sonrió de lado.

—Está bien Liv —sonrió su amigo— sabemos que no todo es color de rosa. Podemos con eso y tu mal humor.

—¿Entonces me lo llevo? —preguntó en broma mientras tomaba la caja.

—Eso no —rió Amanda— es nuestra, tu lo dijiste.

—Gracias Sargento —agregó Sonny abriendo la caja.

—Gracias a ustedes... creo que los necesitaré más que antes a partir de ahora —dijo con voz apagada.

—¿Qué sucede? —preguntó la rubia.

Te amaré el resto de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora