29|Prepararse para lo inminente.

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La mañana siguiente mientras Eiden comía no podía sacarse algo de su cabeza, le parecía irrisorio pero ese algo lo inquietaba.

Williams estaba en el mueble frente del televisor pero no veía la programación, observaba la pared con sus ojos perdidos, y demasiado hundido en sus pensamientos.

—¿Andas visualizando algo hermanito? —preguntó Eiden vacilante en sus palabras, al ver lo poco presente que estaba Williams.

Él lo miró y pareció reaccionar al rato, brindó una sonrisa de lado pero no le había prestado atención a lo que parecía ser una acusación disfrazada.

—¿Qué dijiste? —preguntó Will.

—¿En quién piensas? —se le enfrentó Eiden con sus brazos cruzados.

—¿Por qué preguntas "quién" y no "qué"?

—Intuición supongo. —Soltó y elevó un hombro para restar importancia.

—No me asustan tus intuiciones.

Eiden rió y por unos segundos se desafiaron en miradas entrecerradas, en busca de verdades.

Eiden no se resistió y se abalanzó a tocar su mano con los ojos cerrados, la apretó y al momento que Williams reaccionó quitándosela el volvió a enderezarse.

—Lo supuse. —Dijo Eiden insignificante.
Al descubrir lo que ya sabía, con una respuesta que le brindaba la razón.

—¿Qué? Oye, no uses tus poderes telepáticos y psicometría conmigo, sabes que no te hace bien...

—¿Bien? Ya soy experto —dijo luciéndose pero sonando gracioso.

—Oh si claro, sabes que yo también puedo sentir cosas ¿o se te olvida? —dijo a la defensiva.

—No de la misma manera —siguió retándole Eiden por diversión, sabía que su hermano le gustaba ser el principal y saber que otros podían hacer cosas que él no, lo ponía en una situación exasperada.

Al terminar su juego de "quién era mejor" Williams fue a entrenar dejando a Eiden solo en casa, encendió una vela y notó en su almanaque que estaba a solo unos días de comenzar febrero, suspiró inevitablemente y se sentó como indio en el piso de madera.

Al terminar su juego de "quién era mejor" Williams fue a entrenar dejando a Eiden solo en casa, encendió una vela y notó en su almanaque que estaba a solo unos días de comenzar febrero, suspiró inevitablemente y se sentó como indio en el piso de m...

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Observó calmadamente la llama de la vela, dejando llevar su mente a la paz, a concentrarse en solo una cosa para así no pensar en más nada.

Muchos dirían que aquel muchacho era tranquilo pero en realidad solo tenía mucho autocontrol, cuando parecía callar gritaba, cuando parecía reír solo lloraba, cuando parecía estar en paz era porque guardaba ira, nunca mostraba lo que en realidad sentía, no sabiendo el daño que podría causar a otros, jamás lastimaba a nadie, jamás usaba malas palabras, el sabía que con estas podía así como construir, romper.

Necesitaba olvidar, necesitaba poner todo en orden con el parpadear de sus ojos, cerró sus párpados al concentrarse para empezar a meditar.

Y prepararse para lo inminente.

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