Un don puede ser una bendición tanto como una maldición...
Premoniciones, empatía psíquica, hablar y sentir personas que ya fallecieron, ¿es todo esto posible?... un grupo de jóvenes viven una etapa complicada al llevar consigo grandes dones incontr...
Cuando llegaron a casa después de pasear y hablar por horas se dirigió al que solía ser su habitación para desempacar.
La casa estaba igual pero con más espacio y nuevos muebles, se notaba que allí vivía un hombre por lo neutro en sus colores, su habitación olía a cajas y había un nuevo juego de cuarto.
Se arrojó a la nueva cama y miró su techo pintado de galaxia, lo había extrañado, tenía recuerdos al llegar ahí.
—Hija—, tocó su padre detrás de la puerta —.Después de que te bañes baja para que pruebes algo que prepare.
—De acuerdo. —Le respondió del otro lado.
Cuando terminó se dirigió a la cocina y notó varios platillos con bocados de diferentes entradas y tres trozos de pastel. Su padre tenía un delantal y la cocina olía increíble.
—Necesito tu opinión —dijo mostrándole los platos y ella sonrió, después de haber probado todos no supo decidirse.
—¡Dios papá! Todo sabe grandioso, y este tocino con chocolate, primera vez que lo pruebo, me encantó —,el sonrió —,quiero llevarme este pastel —.Señaló con su dedo uno de ellos que estaba arriba de la mesa.
—Gracias y sabes que si, puedes llevártelo y presumirle a tu madre que cocino mejor que ella —rió la chica.
Al pasar las horas subió a su recámara y prendió su laptop.
Al conectarse por skype notó que Eiden estaba activo y como lo prometió decidió llamarlo.
** —¡Hola hola! —contestó alegre desde su cama con la computadora en su regazo, su pelo estaba despeinado pero lucía bien, como siempre —.¿Cómo estuvo el vuelo?
—Todo tranquilo, y ya todo está solucionado, hasta ahorita estuve hablando con mi padre y mañana vendrán mis amigos de visita.
—Me alegra oír eso preciosa. Y oír ese «preciosa» la alegró a ella también. —¿Te gustaría volver a huir de las personas conmigo?
—¿Como una cita o como una aventura?
—Pueden ser ambas.
—En ese caso, estaré ansiosa por regresar. —Respondió en una sonrisa de complicidad.
—Trato hecho.
—Quiero preguntar, ¿Cómo pudiste abrazarme hoy?
—Mañana meditaré y todo volverá a la normalidad. —Dijo confiado entre pequeñas risas.
—¿Meditar? ¿Normalidad?
—Verás, cuando agarro alguna energía de una persona es como si se abriera mi cuerpo—, ella asintió—, por lo que me lleno de lo que este a mi alrededor, personas, lugares, al meditar me concentro y vuelvo a la normalidad.
—O sea que... ¿activo tu poder? ¿Y se pone en marcha con todos?
—Tu nunca has sido el problema, siempre me transmites cosas buenas, pero sí, activas mi poder, y agarro lo que me transmiten otros, he ahí el dilema.
—¿Por qué yo? —dijo atenta.
—Por la intriga que tengo hacía ti, no lo sé, no puedo evitarlo...
Lo último fue casi un susurro y Melanie que oía su transparencia se quedó en silencio unos segundos para inmortalizar en su mente ese pequeño fragmento de tiempo. Luego se escuchó una puerta abrir y la voz de Williams haciéndose presente.
—¿Cómo se llamaba la aplicación de las calorías Eiden? Es que volví con el gimnasio y quiero llevar mi control alimenticio. —Dijo Williams desde el otro lado.
—¿Más control alimenticio Williams? —respondió Eiden agotado.
—ja ja—, dijo sarcástico Will y Melanie no pudo evitar reír —¿Estás hablando con alguien? —se acercó más a Eiden al oír la risa que provenía de su laptop.
—Se llama "MyPlate"—, le extendió la mano para que no se acercara como barrera de límite y espacio personal —.Ya puedes irte —lo corrió de su cuarto y Mel volvió a reír.
—¡Hey Mel! —como pudo se acercó Williams quitando el brazo de su hermano que impedía ver la pantalla y sonrió —¿Por qué no me agregan a su llamada? ¿Están tramando algo? —bromeó Will y se arrojó a un lado de la cama como un niño infante, Eiden puso sus ojos en blanco.
—¡Hola Williams! A que no adivinaras...
—Dime preciosa. «preciosa» sonaba igual que Eiden.
—Te llevo el mejor pastel que puedas comer en tu existencia y así lo juzgas como un crítico gastronómico.
—¿De verdad? —dijo alegre Williams y se arrimó más a la cámara entrando en confianza.
—Tráele uno de carne —dijo Eiden molesto e incomodo por ver al entrometido de su hermano robar la conversación con su chica.
—Ja ja ja, cállate —.Le dijo Williams a Eiden, Mel negó con su cabeza al ver la tonta pelea de niños que tenían —.Estaré ansioso por probarlo y hazme caso, no pierdas tu tiempo hablando con este.
Melanie volvió a reír y luego bostezo en una cara cansada.
—¿Tienes sueño? —dijeron ambos hermanos atentos y luego se miraron con reproche al notar que lo dijeron al mismo tiempo.
—Ustedes son uno, definitivamente.
—No cariño, soy más apuesto —dijo Williams bromeando.
—Estoy cansada e iré a dormir, fue un placer hablar con ambos —dijo Mel tallando su ojo y con un rostro amable.
—Adiós, sueña con los angelitos —dijo Will, luego Eiden lo empujó hasta que él se levantó y salió de su cuarto.
Se oyó la puerta cerrarse y Eiden volvió los ojos a la pantalla.
—¿Tienes que irte en serio? —dijo suplicando en su mirada.
—Si quieres puedo esperar —le coqueteo pero sonrió vacilante.
—No, si estás cansada no, duerme bien Mel.
—Tu igualmente. **
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La oscuridad de la noche hacía presencia, a pesar de no poder controlar su cuerpo podía moverse de acuerdo a como pensaba, se sentía una tierra húmeda en sus pies descalzos y arena entrometiéndose por el medio de sus dedos, el clima era frío y todo estaba en calma, no conocía el sitio pero se sentía sola, al acercarse a la claridad de una luz notó que provenía de una camioneta.
Venía manejando a toda prisa por un camino trazado antiguamente en la tierra, algunos arbustos pisados mostraban que ya habían pasado carros en algún momento, se hizo a un lado al notar que no se iba a detener y pasó por su lado en un viento que dejo de paso con el que casi la tumba de su sitio, cuando miró a su alrededor millones de girasoles se encontraban marchitados, de la nada se encontraba en otro ambiente y este daba miedo.
No pudo ver la camioneta, ahora había neblina, y al cabo de unos segundos escuchó un fuerte golpe de este chocando contra algo, el ruido de unas ruedas al frenar sobre el pavimento y de un golpe en seco, Melanie se asustó y su corazón comenzó a acelerarse, miró a todos lados para tratar de divisar el choque pero no lo encontraba por ningún lado, salió corriendo para intentar ayudar pero no lo encontró y se preocupó.