24|Arrepentido

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El día siguiente mientras Melanie veía historia una notita en un papel arrugado cayó arrojado en su puesto, levantó la mirada mirando a varios sitios para buscar al proveniente, entre todos los estudiantes que veían a sus cuadernos o al pizarrón o...

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El día siguiente mientras Melanie veía historia una notita en un papel arrugado cayó arrojado en su puesto, levantó la mirada mirando a varios sitios para buscar al proveniente, entre todos los estudiantes que veían a sus cuadernos o al pizarrón observó a Eiden haciéndole gestos no tan notables a la vista del profesor hacia Melanie.

Estaba en otra fila pero volteaba su cabeza atrás para que viera, hizo un gesto como si desenvolviera un regalo invisible con sus manos para indicarle que abriera la nota, ella agarró la hoja echa bolita que había caído en dirección a su cuaderno y se la mostró mientras señalaba con el dedo de su otra mano, era una pregunta con respuesta obvia pero quería asegurarse, él le asintió para que lo leyera y así hizo.

«Hola, aún puedo ser tu profesor si planeas entender física :)»

Ella lo miró de ojos entrecerrados para descubrir su juego y le negó con la cabeza haciéndole una sonrisa, él le respondió con la misma mirada pero más traviesa.

Su letra era legible y separada, ella agarró su lápiz y respondió del otro lado de la hoja, luego se aseguró de que el profesor no estuviera viendo, no lo hacía ya que escribía sin cesar en la pizarra, arrojó la hoja con deseo de tener buena puntería y cuando cayó en su puesto sonrío por el logro.

«Ya no usas tu célular? Pues quiero saber física, pero aún no tengo su horario profesor»

Él sonrió al mirar la nota y luego saco su teléfono del bolsillo, el que había sentido vibrar, lo tenía en su regazo a escondidas del profesor, ella que observaba sus gestos notó que cambio su cara al ver la pantalla, supo que había sido un mensaje pero el muchacho se levantó de su asiento, pidió permiso para retirarse una vez que llego cerca del profesor y salió del aula.

Melanie se extraño de su salida repentina, ¿tenía que seguirlo?
no sabía si fue urgencia o un juego para que ella lo acompañara pero no le hizo un gesto, simplemente se fue.

—Disculpe profesor pero necesito ir al baño, ¿podría? —le dijo también una vez que se levantó y se acercó a él, al principio creería que diría que no por ya haber dejado salir un alumno, pero él accedió y ella aprovechó la pequeña mentira para ver qué había ocurrido.

Al salir, Eiden estaba afuera de otro salón del mismo pasillo, caminaba en círculos y al notar que ella se dirigió cerca le asombró.

—Melanie, ¿que haces aquí afuera? —dijo firme y asustado.

—Dime tú, me preocupe por ti, estabas riendo y de la nada saliste... —él dio una sonrisa por parecerle emotivo pero cayó en cuentas de la realidad.

—Hey no puedes estar acá, todo está bien, Will me dijo que saliera pero no te puede ver. —Dijo y cuando le señaló el camino se abrió la puerta abruptamente.

Saliendo de ella Williams con un aspecto muy preocupante y un gran ajetreo detrás de él, se asomó sosteniendo el marco de la puerta flexionándo la mitad de su cuerpo adelante con intensiones de vomitar, una mano sostenía su estómago en desagrado y trataba de apoyarse lo más posible de todo lo que estuviera a su alcance, su cara palidecía de asquerosidad y repudio, parecía haber visto lo más grotesco en su vida y estar en su lecho de muerte.

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