Eran las 2:00pm y Melanie estaba sentada en unos bancos del colegio, el único ruido audible era el de la naturaleza misma o su respiración, no habían voces, ya pasadas dos horas desde que salió de clases y se encontraba agotada de tanto esperar, estaba aburrida de mirar a el mismo jardín, releer un afiche sobre el alcohol y las drogas que permanecía en una cartelera a su lado, estaba sentada de piernas flexionadas como un indio, apoyaba un codo en una pierna y la mano de ese brazo sostenía su cara, observaba su móvil que pronto dejaría de tener batería.
Una llamada entrante la hizo abrir los ojos, era de Stella.***
—Dime —Contestó Melanie.—Mel, te iba a decir mañana pero creo que no aguanto más—, decía como si no lograba tener autocontrol en sus palabras.
Caminaba en círculos desde su habitación.—¿Ocurre algo? —Se activó su sentido alerta.
—Antes de irme en el colegio, hace un rato, Williams me dijo que no nos conviene andar con él, se disculpó por sonar grosero en la mañana, pero que en parte estaba bien, algo así. —Decía moviendo sus manos varias veces en el aire como para explicar.
—¿Qué? —era tan extraño para ella como para Stella.
—¡Si! Lo mismo dije, no entendí, pero interrumpiste y luego no dijo nada más, hasta que me sostuvo y siento que quería que te lo hiciera hacer saber. —Hablaba un poco de prisa.
—Es extraño, nisiquiera lo conozco tanto.
—No se que me dejo peor, si lo que dijo porque es una cosa sin sentido, o que me sostuvo y me hizo sentir rara y a la vez encantada.
Melanie arrugó las cejas desde el otro lado de la línea; otra brisa helada pasó como si anticipasen algo y Mel se abrazó a sí misma.
Un sonido de auto acaparó su atención para que levantara su rostro, miró el carro de Williams y Eiden, se extrañó y no apartó su vista para confirmar a quienes bajaban.
Eran ellos que caminaban riendo y bromeandose entre ambos, tenían otra ropa, su cara de felicidad se detuvo hasta llegar y mirar a Melanie.
—Te llamo luego —.Dijo Melanie al verlos.
—De acuerdo baby.
***—¿Melanie? ¿Qué haces aún aquí? —cuestionó Williams ya frente a la chica.
Aún no se explicaba lo que acababa de oír pero trató de no mostrarse aturdida o confundida.
—Espero a mi mamá que salió de su trabajo hace dos minutos de hace una hora —fingió una sonrisa mostrando sus dientes sin gracia y volvió a su cara aburrida a otro lado.
—Que triste que... —iba a comenzar a reír cuando interrumpió una profesora que desconocía.
Era su segundo día de clases no sabía con cerción quienes eran todos los docentes de la escuela.
—Williams Thorne, llegas tarde jovencito —sonrió y lo llamó, él asintió y abrió sus palmas para que lo esperaran, la siguió.
Eiden giró sus ojos a Melanie quien se lanzaba en el banco acostada y con sus piernas dobladas, colocó su antebrazo en el rostro mientras se quejaba, era mucho que procesar con el estómago vacío, no estaba acostumbrada a saltar horas de comida.
—Tengo hambre —colocó su mano en el abdomen mientras pensaba en voz alta.
Williams que regresaba con un cartón en su mano la oyó rechistar.
—Tengo comida en el carro —dijo deteniéndose ante ella.
Melanie apartó su brazo y lo miró con ojos de lástima. Realmente comería lo que sea.
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SON EXTRAORDINARIOS
Misteri / ThrillerUn don puede ser una bendición tanto como una maldición... Premoniciones, empatía psíquica, hablar y sentir personas que ya fallecieron, ¿es todo esto posible?... un grupo de jóvenes viven una etapa complicada al llevar consigo grandes dones incontr...