10|¿Qué te detiene?

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La fila para comprar parecía estar más larga que en cualquier otro día, la luz del medio día parecía alumbrar por los ventanales del cafetín dando un aspecto tibio aún cuando era tan frío el ambiente, parecían todos esperar algo grandioso, Stella se había adelantado ya que Melanie siempre tardaba guardando sus pertenencias en el bolso.

—¿Están regalando comida? —pregunto Melanie al ver más repleto el comedor estudiantil.

—Hay algo nuevo en el menú, y yo, adoro la lasaña. —Decía emocionada para comer.

—Que curioso, anoche soñé que comía lasaña.

—Bueno, se te hizo realidad.

Todo estaba más full por ser el tercer día de escuela, a lo mejor ya permanecían todos los alumnos faltantes de los primeros días, había mucho murmullo y olores, risas y tropezones comunes de cuando caminabas de un sitio a otro.

Las últimas horas fueron interminables, el profesor de ciencias era un señor mayor que se extendía más de lo debido, no dejaba de hablar pero no hacia la clase interesante más que hacer escribir a los alumnos en 3 páginas al derecho y al revés, se podía notar que nadie prestaba atención, la mayoría usaba el teléfono en tono bajo, habían tres en la parte de atrás que dormían, incluso Eiden -que parecía estar en todas las clases con Mel- hacía un dibujo en su cuaderno, o eran rayones ya que no dejaba de mover el lápiz encima de la hoja, Melanie ya estaba desesperada por querer irse a casa.

Al finalizar las horas de clases Melanie caminaba con dirección a la salida, al llegar a las afueras un ave negra voló frente de ella haciéndole causar un gran susto, a ella y a un joven que la acompañaba en una corta distancia, en el intento de espantar al dicho animal el chico se tropezó un tanto con Melanie.

Era trigueño de suéter blanco y cabellos cenizos, lucía algo asustado ya que las palomas no eran de su agrado.

—Lo lamento —.Se disculpó mirándole a la cara —.Wow, ¿viste esa ave?

Ella volvió su vista y notó que volaba sin cesar en el mismo lugar, ellos se apartaron pero parecía herida, al final se quedó parada en un solo sitio y luego dirigió su vuelo a otro lado, yéndose tan lejos que se volvía diminuta hasta ya no verla más.

—Qué locura. —Mencionó Mel pasando el susto y el asintió.

Ella sintió algo extraño de parte de él al tocarlo, como si su vibración asomaba algo que no podía ver.
Melanie estaba acostumbrada a presentir a las personas pero en este lugar era como si su destino era estar ahí para cada uno. No sabía quién era él pero tenía que conocerlo.

—¡Logan! Vamos amor, no tengo tiempo —le llamó una chica apresurada a unos pasos de distancia, él le sonrió a Mel y se fué.

—Vamos, ya mi papá está esperando.

Stella apareció tomándole el brazo a Melanie y en medio del ajetreo iba jalándola mientras ella tropezaba con más alumnos. Nadie pedía disculpas era común un alboroto en la salida.

De un momento a otro no logró notar que se había tropezado con Williams, le había dado con su hombro y Will lanzó un pequeño alarido, cuando cayó en cuentas de que había sido él no dudó en pedirle disculpas pero el joven se adelantó con un tono brusco.

—Fíjate por donde caminas.

Se retiró antes de que pudiera decir algo y quedó atónita a su reacción, miro perdida a Stella a quien también le había sorprendido su humor, cada vez más parecido a Eiden en personalidad difícil de entender.

Se retiró antes de que pudiera decir algo y quedó atónita a su reacción, miro perdida a Stella a quien también le había sorprendido su humor, cada vez más parecido a Eiden en personalidad difícil de entender

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