4|Nocturne op 9 no 2.

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De la imaginación a la realidad no había tanto espacio como el que se cree verdaderamente, eso lo comprobaba una vez más aquella joven.

Él también traía sus manos en los bolsillos, sacó una e hizo un saludo después de la presentación sin decir palabra, ellas les correspondieron con el mismo semblante.

Melanie tenía que despegar su mirada de aquel chico que parecía una revelación milagrosa, y obligada a esto bajó su rostro al piso e ignorando sus disturbios mentales carraspeó para fingir normalidad.

—Entonces... si planeas cambiarte.

—Así es, probablemente me tengas ahí en tu aula —.Dijo calmado en su personalidad discreta.

—¿No te crees capaz de soportar a Carl? —Dijo Stella soltando una risilla de broma.

—He oído que lo apodan "El maestro del mal" —Dijo Melanie para excusarlo pero tratando de no reír por eso.

—Bueno, muchos no aguantan presión—, dijo Stella insistiendo en una mirada retadora—, y por tu estilo supongo que eres de los que prefiere no estudiar.

—¿Juzgas a los demás por su apariencia? —Williams entrecerró sus ojos respondiendo de inmediato y sin pensarlo.

—Look de típico niño rebelde, pues, da mucho de qué hablar. —Habló Stella sonando lista.

—No siempre luzco así—, sonrió vacilante y luego volvió a la seriedad—, y no se trata de estudiar... es que este año abriremos animales —bufó desviando su mirada en desagrado a un lado.

—¿Te da asco? —pregunto Stella menos dura.

—No, no...— chasqueo la lengua, negó varias veces y dio una mueca —Estoy contra el maltrato animal, a parte soy vegetariano y... —Calló para mirarlas en una expresión de creer estar loco por sus palabras, pero tanto Melanie como Stella comprendieron, Stella se veía más esperanzada, oír aquello le hizo aparecer un brillo único en sus ojos.

—Sorprendente. —Dijo Stell sonriendo.

Melanie no apartó la mirada de su hermano mientras estos hablaban, no pudo evitarlo, él le correspondía una que otra vez, sin embargo el ruido del timbre al sonar los saco a cada uno de su fantasía.

Se dirigieron al aula, era idiomas y Stella se iba a otra sección dejándola sola, pero Melanie notó que el hermano de Williams tomó la misma dirección que ella, en su interior le entró una pequeña emoción.

Melanie se acomodó en el tercer pupitre como de costumbre, y él fue al final de la fila a otra columna de asientos, lejos de ella.

En toda la clase Melanie sintió curiosidad por el hermano de Williams, desconectada de lo que decía el cuerpo docente, no sabía el porqué había soñado con él desde antes de conocerlo, se mordía las uñas intentando descifrar algo inexplicable pero después de tomar calma se centró en el pizarrón y el chico no fue distracción ya que no arruinaba su campo de visión debido a donde se había sentado.

El profesor de idiomas empezó a caminar entre las filas mientras iba explicando su método de estudio, tenía sus manos entrelazadas en la parte de atrás y caminaba con autoridad, todos prestaban atención y le seguían con la mirada, cuando se dirigió al final, los de enfrente giraron un poco su dorso, Melanie al igual que sus compañeros que lo observaban a su paso aprovecho de rodar sus ojos al chico, quien jugaba con su lápiz dándole vueltas entre los dedos, miraba el pupitre pero se notaba que oía la clase, o tal vez no, tal vez estaba sumergido en sus pensamientos, el reflejo en sus ojos indicaban misterio, fue la primera impresión causante también con Williams, él miraba el pupitre y arrugo su entrecejo como si hubiera presentido algo, subió su mirada de inmediato en dirección a Melanie quien sintió un pinchazo en su pecho y volvió al profesor que ahora se dirigía a la pizarra, lo miró por última vez y el joven apartó sus ojos de ella de la manera más indiferente.

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