Un don puede ser una bendición tanto como una maldición...
Premoniciones, empatía psíquica, hablar y sentir personas que ya fallecieron, ¿es todo esto posible?... un grupo de jóvenes viven una etapa complicada al llevar consigo grandes dones incontr...
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—Mel, ¿me traes agua? —dijo Eiden, se había tocado el pecho y sintió una bola de nervios apoderarse de su ser, arrugó su facción y Melanie notó aquello.
—¿Qué tienes? —preguntó por la extraña actitud de Eiden.
—No lo se—, seguía tocando su pecho —de la nada me dio un mal presentimiento...
Melanie buscó un vaso de agua a la nevera, aunque no entendía fue y se lo ofreció para relajarlo.
Eiden tomó del vaso y por la forma en que lo bebió Melanie pensó que se estaba tomando el vaso de alcohol más fuerte de su vida, si no hubiese sido porque ella lo sirvió pensaría que no era agua, por sus nervios y ansiedad, marcó el número de Williams, inmediatamente cayó la contestadora, luego llamó a su mamá y en la espera miró a Melanie.
En algo dentro de sí sentía que ocurría algo, y estaba relacionado con Stella.
—Mel, llama a Stella... Ella asintió y marcó . —Mamá, ¿Williams está contigo?... ¿hace cuanto?... ¿dijo a donde iba?... ¿puedes decirme cuando llegue?... no es nada... por favor no te preocupes... ok...
Colgó su teléfono y se levantó del sofá.
—Eiden, Stella no contesta...
—Algo no anda bien, saldré, cualquier cosa te aviso. —Eiden conocía sus instintos, sabía que no fallaban, se precipitó a caminar a la entrada.
—Espera, ¿pero qué ocurre? ¿Cómo es que sientes que pasa algo? —Dijo Melanie un poco preocupada.
—Verás, no lo sé, son como sensaciones dentro de mi, algo me dice que tiene que ver con ellos...
—Eiden quiero ir. —Se interpuso en su camino.
—Mel, no quiero que nada te pase, no te preocupes...
—Stella es mi amiga...
—Por eso estaré avisándote, puedes quedarte aquí—, sostuvo su rostro —por favor Melanie, no salgas.
Ella asintió sin quedarle opción, se dieron un pequeño beso y él se retiró de la casa, Melanie estaba asustada, y cada día se impresionaba más de Eiden, aunque ella era un poco escéptica cada vez veía que había más cosas lejos de su entendimiento y percepción, sin razón aparente.
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