Suelto un suspiro que me hace cerrar mis ojos. Solo debo imaginar que esto no está sucediendo y seguir adelante como siempre, no obstante siento que algo me detiene, algo que no me deja avanzar desde que volteé, ¿Pero qué es? Lo único que hago es observarlo a él y eso me hace sentir... extraña.
Conozco a Matteo hace mucho y el hecho de entender lo que siente y compartirlo, no es muy cómodo para mí, hace rato que no compartíamos más que miradas de odio.
Quiero decirle que no me mire pero de mi boca no salen palabras, así que decido que yo soy la que debo terminar con esto, así que desvío la mirada pero al hacerlo siento un extraño vacío -como si ya no tuviera uno, nótese el sarcasmo- y por lo mismo consideró el hecho de acercarme a él, pero cuando busco acercarme él retrocede mientras que una lágrima recorre su mejilla para seguidamente marcharse dejándome sola, como siempre.
Yo, por mi parte, limpio cualquier rastro de lágrimas de mi rostro y finalmente sigo mi camino hasta la mansión.
Cuando llego observo como Emilia se encuentra conversando con mi abuel... digo, con Alfredo, a un lado de la pileta, así que no dudo en acercarme de inmediato.
–Hola, lamento la tardanza –Le informo a Emilia mientras coloco mis patines a un lado.
–No te preocupes, el señor Alfredo me estuvo haciendo compañía –Me cuenta ella.
–¿Ah sí? –Alzo una ceja en dirección hacia mi abuelo, digo Alfredo– ¿Y de que hablaban?
–Le contaba a está adorable jovencita un poco sobre los lugares que he recorrido en cada viaje que hecho, unas pequeñas anécdotas que luego con más tiempo te contaré mi querida nieta –Replica Alfredo levantándose de su asiento, ni el saber que Luna era Sol Benson había hecho que dejará de llamarme nieta, porque según él, eso sería para siempre, su nieta– Ahora si me disculpan, debo terminar de resolver algunos asuntos antes del viaje de mañana. Se ha adelantado y temó que el tiempo sea muy corto y no me alcance para terminar todo lo que debo hacer...
–¿Como que sé adelanto? –Inquiero confundida.
–Como escuchas mi nietita. Al parecer el vuelo de la tarde se canceló y no hay ninguno disponible más que el de la mañana, así que nos toca viajar temprano. Sé que tenías planes antes de partir, pero si te levantas temprano aun puedes hacerlos. –Concluye Alfredo para luego dirigirse hacia el interior de la mansión, pero antes decide agregar algo más– Un gusto platicar contigo, Emilia –Sonríe haciendo que Emilia también lo haga y ahora sí desaparece al ingresar a la mansión.
–Al parecer a alguien no le agrado el hecho de tener que levantarse mañana temprano ¿O me equivocó? –Inquiere la rubia a mi lado cuando ya nos encontramos sola.
–Realmente me da igual, sólo quiero recorrer Cancún por última vez antes de marcharme –Me encojo de hombros restándole importancia.
–Claro... –Suelta no muy convencida– ¿Algo más para contar?
–No, nada.
–¿Sabes que eso no funciona conmigo verdad? –Inquiere cruzándose de brazos– Cuéntame que tienes...
–No tengo nada para contar, ya te dije –Comienzo a caminar alrededor de la pileta y por supuesto ella sigue cada paso que doy con su mirada.
–¿Te conté alguna vez que soy un poco terca? No me rindo hasta obtener lo que quiero y da la casualidad de que ahora quiero que me cuentes que tienes –Sonríe orgullosa de sí misma a lo que yo ruedo mis ojos, odio que me insistan, me hacen exasperar– ¿Y bien?
–¿Si te cuento dejarás de fastidiarme? –Ahora la que se cruza de brazos soy yo.
–Puede ser –Ruedo de nuevo mis ojos para luego soltar un suspiro– Cuéntame, ¿Qué sucedió?
–Luna y Simón, eso paso –Deshago el crucé de mis brazos y con cuidado me siento en la orilla de la pileta, con los pies sumergidos en ella.
–¿Qué te han hecho esos perdedores? –Cuestiona imitando mi acción, sentándose en la orilla de la pileta luego de quitarse sus zapatos.
–Cuando venía camino a la mansión los vi en la playa, divirtiéndose y ellos... –Siento que la respiración me falta de sólo pensarlo– ...se besaron.
–¡Vaya! Realmente esa chiquita no pierde tiempo –Inmediatamente la fulminó con la mirada– Lo siento, es sólo que... ¿Ella no estaba de novia con ese chico Matteo?
–No lo sé, a Lunita le encanta hacerse la confundida, ella nunca sabe a quién quiere y por lo que vi ahora quiere a Simón –Suelto sintiendo como mi sangre arde ante la molestia, siempre es lo mismo.
–Sé que no somos amigas desde el día de nuestro nacimiento, pero, en este tiempo he aprendido un par de cosas de ti, y una de esas es que te gusta aferrarte al pasado cuando no debería ser así, el pasado sólo te lastima más Ámbar y cuando hablé con tu abuelo me dijo una frase que me gustó mucho... Hay que dejar el pasado volar, ¿Qué tan difícil puede ser olvidarlo todo? Ahora que volvamos a Buenos Aires todo cambiará, para ti, para mí, para todos, y es mejor que dejes el pasado volar para concentrarte en el futuro –Cierro mis ojos ante sus palabras.
Sé que Emilia tiene razón, sé que solo me atormentó con todo lo que ha sucedido pero no puedo olvidarlo y no lo haré. El regresar a Buenos Aires es una etapa, es cierto y en esa etapa yo volveré a recuperar lo que es mío, cueste lo que cueste.
–Sé que no he pasado por lo que tú has pasado pero yo estoy aquí contigo, apoyándote, porque eso hacen las amigas, ya sabes, las reinas de verdad se arreglan la corona la una a la otra –Ella sonríe haciendo que yo también lo haga, no sé qué haría sin Emilia en estos momentos, le faltan muchos tornillos pero hasta ahora ha sido la amistad más sincera que he tenido y por lo mismo no tardo en acercarme a ella para darle un abrazo, creó que lo necesito.
xxx
-Fecha de publicación: 05/03/2018
ESTÁS LEYENDO
Coseme | Terminada - Editando
FanfictionSu vida era "perfecta", ella tenía todo lo que cualquiera quisiera tener, pero sin previo aviso y como un huracán, llegó ella, esa chiquita que con su inocencia, se metió en su vida: en su casa, en su colegio, en su pista y se lo arrebato todo: su p...