Epílogo.

1.7K 81 68
                                    


Dicen que con el tiempo, la vida vuelve a colocar las cosas en el lugar que les corresponde y lo mismo sucede con las personas, vayas donde vayas y sin importar cuantas veces te hayas equivocado de camino, la vida te lleva al lugar indicado, a ese al que perteneces; por esa misma razón, es que hoy, luego de un año, me encuentro frente al lugar que conozco a la perfección porque, a pesar de haber conocido infinidades de lugares tras recorrer Latinoamérica y Europa, ninguno se compara con el Jam and Roller, la pista de patinaje que al conocer me enamoro, esa donde tantas veces me caí pero también me levanté, esa donde reí y lloré, donde gané y perdí, esa donde conocí a tantas personas que marcaron mi vida.

No puedo evitar recordar cuando me creía la reina de la pista, la mejor, la que no cometía errores porque debía ser perfecta, no solo en la pista, sino también en el colegio, realmente en todo, debía serlo porque eso esperaba ella, mi madrina y aunque por mucho intente serlo, llegó un momento en que un obstáculo se presentó en mi camino ocasionando que hiciera lo posible por apartarla y regresarla a donde provenía para que no desestabilizara mi vida pero lamentablemente, no lo logre y ella se quedó obteniendo aquello que yo creía mío cuando en verdad nunca lo fue porque yo no era esa chica perfecta que creía ser, esa solo era una faceta, una faceta que utilice para protegerme, para evitar que vieran a la chica frágil y débil que había en mí y así no me lastimaran pero, al final el destino cobro sus facturas, y cuando creí que todo comenzaba a tomar su rumbo de nuevo, todo se vino abajo, empezando porque yo no era Sol Benson como mi madrina me había hecho creer para luego dejarme en evidencia con la persona que se había convertido en más que un plan, y como si no fuera suficiente, solo fue cuestión de tiempo para que los demás se enteraran y eso sí que me devastó porque no solo había perdido a Simón, el chico del cual me había enamorado, sino que había perdido a todos mis amigos, quedándome fuera de la competencia y sin la posibilidad de ir a la universidad en París; lo había perdido todo y lo único en lo que pensaba era en vengarme.

La venganza, ella me llevo a Emilia para unirme a los Sliders, equipo con el cual vencimos al Jam and Roller en la final de la Roda Fest pero, una vez más, cuando lo creía todo perfecto, la vida se encargaba de mostrarme la realidad, enseñándome que el destino es inevitable y por más que lo intentáramos, la verdad siempre saldría a la luz y lo hizo, todos se enteraron de que Luna Valente es Sol Benson, razón por la que mi madrina tuvo que huir dejándome con Alfredo y los Valentes, con claras instrucciones de que debía ganarme su confianza pero lo único que yo tenía claro era que mi venganza más que nunca seguía en pie y al tener el plan perfecto y a la mejor aliada, no dude en llevarlo a cabo, sin ni siquiera pensar en las consecuencias que este traería.

Lamentablemente, el tiempo me hizo verlas, todo se me había escapado de las manos y si no me detenía en ese momento, luego sería muy tarde, y aunque lo hice, deje la venganza de lado y decidí concentrarme en lo importante como lo eran los Red Sharks y la competencia, al igual que lo era el cambiar e intentar que todos me dieran una nueva oportunidad, ella no lo hizo: Sharon no se detuvo.

Sabía que su objetivo era recuperar lo que creía suyo pero no conocía su plan, por lo que cuando me vi en medio de uno de ellos, me rehusé a ayudarla, no podía... ella me había dejado y ni siquiera había sido capaz de contactarse conmigo sino que había preferido enviarme anónimos, pero mi traición no la detuvo sino que la llevo a ejecutar su plan b, ese que le costó la vida.

Ese fue un día que jamás olvidare, el mismo que me llevo a tomar la decisión de marcharme y aunque no lo crean, esa fue una de las mejores decisiones que tome en mi vida porque el tiempo lo cura todo y el me enseñó a curar mis heridas, aquellas que creí que nunca cicatrizarían, me ayudo a aprender de los errores cometidos y a vivir con el pasado, porque no se debe olvidar aquello de lo que se aprende y te motiva a seguir adelante, por lo que hoy, luego de todo lo ocurrido y de haber trascurrido un año sin pisar Buenos Aires, regrese, regrese a mi país, y no puedo sentirme más feliz por ello.

Coseme | Terminada - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora