Capítulo 13.

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Mientras Gary les informa a los del Roller cada detalle sobre la competencia al igual que sobre las audiciones que se llevarán a cabo mañana, mi mente parece habitar en un lugar muy lejano. Afortunadamente, lo que Gary les está informado, tanto Emilia como yo, ya lo sabemos así que tampoco le tomó mucha importancia y menos luego de lo sucedido con Simón, hace unos minutos.

Claramente, él está enfado conmigo por lo sucedido ayer y aunque tiene sentido porque es su amiga, una parte de mí no deja de gritarme que tal molestia va más allá de esos sucesos. Parecía más molesto consigo mismo que conmigo, me miraba extraño y eso me hace pensar que lo que realmente le molesta es aún tener sentimientos hacía mí.

Bufo, él no puede dejar de tener sentimientos hacía mí, no puede. No me malinterpreten, es sólo que si Simón comenzará a reprimir sus sentimientos por mí sería más difícil acercarme a él y seguir mi plan, es por eso que lo digo.

—Sólo hay dos vacantes para el equipo y si alguno de ustedes o del resto quiere ganarse la oportunidad de entrar al equipo, tendrán que esforzarse mucho. Así que les recomiendo que si no sé sienten lo suficientemente preparados para una competencia de tal nivel ni siquiera se les ocurra asistir a las audiciones y hacerme perder mi valioso tiempo —Regreso a la realidad y cuando lo hago, no puedo evitar sonreír al escuchar a Gary— Eso es todo, nos vemos mañana. Y a vos, Juliana, que no se te olvide que tenes un contrato —Dice antes de retirarse de la pista.

Los del Roller, es decir Luna, Matteo y Ramiro, no tardan en salir de la pista y dirigirse a la cafetería. Mientras que Juliana, quién se encuentra a unos pasos de Emilia y de mí, no hace más que observar en mi dirección con una expresión seria.

—¿Qué te parece si vamos a tomar un licuado para celebrar? —Inquiere Emilia logrando que por un momento dejé de observar a Juliana— Yo invitó.

—Me parece genial, pero adelántate. Tengo algo que hacer —Emilia achica sus ojos haciéndose una idea de lo que tengo para hacer, o eso supongo. No obstante, no emite más palabras sino que se marcha haciéndome casó, por lo cual al verla desaparecer caminó a la cafetería, no dudo en acercarme a la persona a pocos pasos de mí—. Creo que en este momento tu odio hacia mi debe ir en crecimiento, lo que, casualmente, aumenta mi felicidad... ¿Qué se siente tener que soportar mi regresó sin poder hacer algo al respecto para evitarlo?

—Estás disfrutando esto, ¿no es cierto? —No responde mi pregunta pero me asegura por su tono de voz que su odio hacia mí sí ha aumentado.

—Más de lo que te podes imaginar. Volví Juliana, volví y está vez para quedarme, y ni vos ni nadie lo podrá evitar —¿Ya les había dicho que siento una enorme felicidad en mi interior? Porque estoy segura que sí pero no puedo dejar de repetirlo, es demasiado la felicidad, la satisfacción de estar acá de regresó.

—No puedo hacer nada porque Gary te trajo de regreso, porque créeme que sí fuera por mí ahorita mismo no estarías acá —Suelta por lo cual la sonrisa que aún permanece en mi rostro se vuelve burlona.

—Y eso lo tengo más que claro, pero como vos misma lo dijiste, fue Gary el que me trajo de regresó y como él es uno de tus jefes, no tenes otra opción más que quedarte callada, así que te recomiendo que te vayas haciendo la idea de verme cada día, entrenadora —Me doy la media vuelta y me retiró de la pista rumbó a la cafetería sin esperar otra respuesta de su parte, pues no es necesario, puedo fácilmente deducir lo que diría más realmente no me intereso, lo único que yo quería era restregarle en la cara que no puede hacer nada para evitar mi presencia en la pista luego de que ella misma me echará.

Coseme | Terminada - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora